El objetivo de CNT con el acto de hoy en Madrid era aunar fuerzas y mostrar apoyo a las seis trabajadoras de la pastelería La Suiza, de Gijón, que han sido condenadas por dos delitos diferentes -coacciones y obstrucción a la justicia— a tres años y medio de prisión. Arropando a la histórica organización sindical se encontraban, en una abarrotada mesa, en la sede de la Fundación Anselmo Lorenzo, UGT, CCOO, CGT, Solidaridad Obrera, Intersindical, Co.Bas, el SAT y Sofitu.
Otras organizaciones sindicales han querido sumarse desde la distancia con declaraciones de apoyo: ELA, LAB, COS, STEILAS, ESK, CSI o la Coordinadora Internacional de sindicatos de Metro, reunida estos días en Madrid para celebrar su XI Congreso.
A finales de junio, el Tribunal Supremo mantenía la condena de tres años y medio de cárcel para Las seis de La Suiza, por un “delito continuado de coacciones graves y otro delito contra la administración de justicia” ratificando así una polémica sentencia con la que se “abre una puerta a que la misma acción sindical sea perseguida en todo el Estado” según los sindicatos.
Herminia, la representante de Sofitu, grupo de apoyo a las encausadas, ha argumentado que “lo que hicieron las trabajadoras fue ejercer, simple y llanamente, su derecho a la acción sindical: se intenta la negociación, no se llega a acuerdo y se pasa a la movilización”. Asimismo, ha recordado que “las concentraciones frente al centro de trabajo estaban autorizadas por la Delegación del Gobierno, en aquel momento del Partido Popular, y que en ellas no hubo ningún tipo de desorden ni intervención policial”. “Entendemos pues que esta es una sentencia ejemplarizante, que busca meter miedo y coartar la libertad sindical”.
“No podemos permitir que se nos acuse de delitos por practicar, simple y llanamente, las tácticas y las maneras de trabajar del sindicalismo. La actividad sindical nunca debe ser considerada delito”, ha exigido la secretaria general de CNT, Erika Conrado. “Si entendemos que la acción sindical es un derecho fundamental según el artículo 28 de la Constitución, no podemos dejar de hacer sindicalismo aunque se haya dictado esta sentencia. Sin sindicalismo, la clase trabajadora no tiene manera de hacer cumplir sus derechos, no debemos olvidar que gracias a las denuncias y reivindicaciones de las sindicalistas a lo largo de la historia, se han conseguido mejoras y derechos laborales”.
En esa idea ha incidido la responsable de Institucional de CCOO, Carmen Vidal: “La sentencia del Supremo es inadmisible y sienta un precedente peligrosísimo retorciendo las leyes y criminalizando la acción sindical”. También el vicesecretario general de política sindical de UGT, Fernando Luján, que ha mostrado su preocupación porque la sentencia “convierte la movilización y la presión en coacciones graves; y la habitual negociación en un conflicto, en obstrucción a la justicia”.
Luján también ha advertido de que precisamente esta sentencia coincide en el tiempo con otra que absuelve a quienes “han estado acosando durante meses al anterior vicepresidente del Gobierno y a la ministra de Igualdad a las puertas de su casa. Ese acoso es susceptible de absolución; y una concentración sindical autorizada, pidiendo derechos básicos para una trabajadora, son coacciones graves”.
Ola de casos represivos
Las organizaciones presentes han coincidido también en la ola de casos represivos contra la clase trabajadora. Víctor Jiménez, miembro del SAT que fue condenado por asaltar un supermercado en una acción para repartir alimentos de primera a colectivos vulnerables, ha recordado como su sindicato «ha sufrido la represión periódicamente. Lo mismo ocurre con las mujeres, los artistas, los jornaleros”.
Los sindicatos han aprovechado el acto para anunciar movilizaciones a las que han invitado a la ciudadanía a sumarse —las más inmediatas, las convocadas en diferentes localidades para el próximo 18 de julio— y han destacado la necesidad de seguir luchando. Así lo expresaba Erika Conrado: “El sindicato va a seguir acompañando a las compañeras en todas las instancias que sean necesarias para conseguir su libertad: Tribunal Constitucional, Tribunal de Estrasburgo o la ONU, pero a la vez tenemos el deber moral de llamar a la unidad y a la lucha para que este nuevo caso de represión contra la lucha sindical no suponga un retroceso en nuestras aspiraciones como clase para la emancipación y la libertad”.
“Ver a todas las organizaciones sindicales de clase unidas es un hecho histórico, pero, por desgracia, porque la sentencia es también histórica. Ahora hay que organizar una respuesta contundente y unitaria con el fin de que las compañeras no entren en la cárcel y para parar esta deriva autoritaria y antisindical”, ha sentenciado Miguel Fadrique, secretario general de CGT.
Miguel Ángel Fernández es periodista freelance y trabajador de la Fundación Anselmo Lorenzo