Los estereotipos no se van: ¿cómo se ha dejado acosar siendo tan lista?
Hace 20 años no era solo Ana Rosa Quintana quien podía pensar que Nevenka, más que víctima, era una trepa, como refleja la película de Iciar Bollaín. El lema ‘Yo te creo, hermana’, salió también de ahí años después, de esa necesidad que tienen las víctimas de ser creídas.