Dejen de cambiar de tema: el problema es el fascismo
Los disturbios provocados por la extrema derecha en el Reino Unido, y la violencia racista e islamófoba que los siguió, no tienen parangón. Sin embargo, la respuesta del Gobierno ha sido la de centrarse en los “desórdenes violentos de todo espectro ideológico”. Esta equidistancia con el fascismo no puede pasar desapercibida.