Cultura
Carlos García-Alix: “El desmantelamiento de lo público no solo es injusto sino criminal”
Hablamos con el escritor, pintor y cineasta Carlos García-Alix, impulsor de la iniciativa y el manifiesto Salva lo Público.
“Si existe una lección primordial de esta peste que estamos padeciendo y que tanto nos daña hoy y nos dañará en el futuro inmediato, es que salvar lo público, lo que es de todos y para todos, como la sanidad o la educación, es una empresa en la que nadie con un mínimo de conciencia social y humana puede regatear su esfuerzo”. Así comienza el manifiesto de Salva lo público, la iniciativa puesta en marcha durante la pandemia por un pequeño grupo de artistas que, en pocas semanas, ha alcanzado una importante relevancia social y cultural.
El escritor, pintor y cineasta Carlos García-Alix ha sido su principal impulsor y a él ya se han unido centenares de artistas de todo el país. Hablamos con él para conocer qué es Salva lo Público y hasta dónde puede llegar.
¿De dónde surge la iniciativa Salva lo Público?
Nace de un muy pequeño grupo de artistas y amigos. Yo escribo un manifiesto y les propongo recoger firmas en torno a él y movilizarnos para la defensa de lo público, ya que consideramos que es la primera gran lección que tenemos que aprender: que la debilidad de lo público nos desprotege y que su desmantelamiento no solo es injusto sino criminal.
Pensamos que los artistas, en la medida que podemos tener una cierta influencia social, debíamos dar un paso y ocupar un lugar de vanguardia en la defensa de lo público. Al principio no éramos más de siete personas y ahora estamos en torno a 400 pintores, fotógrafos, grabadores, escultores… Y todos envían obras.
No es una plataforma sectorial porque no reclamamos medidas concretas para el sector. Lo que intentamos es comprometernos en algo de más largo alcance, que es la defensa de lo público. Pensamos, además, que para los artistas, lo público es importante; por ejemplo, creemos que ayuda mucho más una renta básica universal a infinitos artistas –que apenas tienen medios para pagar un taller o las herramientas– que el hecho de que el Estado vaya a las galerías a comprar obras. El artista es una persona más que tiene hijos, que tiene que comer, que se pone enfermo… y que necesita del sistema de protección pública igual que cualquiera.
Nos hemos encontrado con cientos y cientos de artistas comprometidos, que algunos serán desconocidos para el gran público, pero otros podemos decir que son primeras espadas como, en fotografía, Pierre Gonnord, Chema Madoz, Alberto García-Alix, Vari Caramés; en diseño, Óscar Mariné; en pintura, Roberto Moyá, Paco de la Torre… Y esto ha demostrado que había mucha gente interesada.
¿Cree que es importante que los y las artistas, sean del ámbito que sean, se mojen en defensa de lo público? Aunque esta defensa no debería ser un debate ideologizado, está claro que lo está, y no todos los artistas comulgarán con esto.
Por supuesto que sí. Es verdad que habrá muchos que piensen que esto que estamos montando tiene un componente ideológico determinado y que crean que va en contra del suyo. De todas formas, creo que para la mayoría no habrá problema. Es evidente que no se puede hablar de la cultura como un todo, porque en este viaje hay pasajeros de primera y pasajeros quinta. Es evidente que no es lo mismo la Editorial Planeta que una pequeña editorial de poesía que saca un libro con grandes esfuerzos, y que no es lo mismo Almodóvar y Penélope Cruz que el joven artista de circo que está canino e intenta salir adelante.
Nosotros creemos que para la mayoría de la cultura el fortalecimiento de lo público es imprescindible. Y es un debate que trasciende la ideología, a pesar de todo. La prueba es Francia, donde Macron ha hecho una serie de discursos a la nación donde ha hablado incluso de nacionalizar empresas fundamentales y lamentándose del desmantelamiento de lo público.
Las políticas neoliberales que hemos tenido que sufrir nos han demotrado que nos desprotegen, y esto ya no es ideología, es un tema de racionalidad. No podemos concebir un país que no garantice a sus ciudadanos una sanidad y una educación públicas de calidad, un sistema de pensiones, unos servicios sociales… Y hay dinero para pagarlo, por lo que es criminal que no se haga.
Desde Salva lo Público también queremos abrir un debate porque creemos que las viejas recetas y los viejos discursos se han terminado, y que hay que poner sobre la mesa la relación entre el arte y lo público, algo que es muy difícil porque nadie habla de una cultura o de un arte público y gratuito. Salva lo Público tiene que impulsar este debate y poner encima de la mesa los documentos que se están elaborando en lugares como Francia, Alemania o Estados Unidos.
Por eso nos movemos en dos direcciones. Por un lado, queremos ser un espacio de reflexión y generar este debate y llevarlo hasta donde podamos, pidiendo colaboración a la gente implicada en esto; y, por otro lado, situarnos en una primera línea de defensa de lo público cuando llega. Ahora ha llegado por los Sanitarios Necesarios, que ahora se van a ir a la calle, y tenemos que estar ahí haciendo carteles para reivindicar su lucha, hacer proyecciones en las fachadas de los hospitales… Tenemos que tener también ese componente de acción y bajar al barro y mojarnos.
Esta aportación que hacen es clara, y es su talento, pero, ¿de qué formas cree que cualquier persona puede defender lo público?
Yo creo que las armas que tiene una persona común es la organización civil. Si Salva lo Público tuviera una expansión, podríamos colaborar por ejemplo con asociaciones de vecinos. La movilización vecinal fue muy importante al final del franquismo y al principio de la Transición, y esto desapareció. Ha habido un rebrote ahora con la pandemia, y tiene que seguir creciendo. Porque no todo se puede cambiar en el Parlamento, necesitamos una sociedad civil más organizada. A partir de ahí es cuando podríamos confluir para tener posiciones más fuertes, porque como no nos organicemos nos van a descuartizar, pero además sin piedad. Entonces, más vale que nos coja un poco armados porque lo que viene va a ser muy duro. Los grandes grupos quieren que el dinero vaya a las empresas y, una vez más, al pueblo le va a llegar la calderilla; y si no hay una fuerza social que impulse una nueva distribución, va a ser muy difícil.
Los jóvenes deberían organizarse porque no existen organizaciones juveniles fuertes. El neoliberalismo y el triunfo del individualismo ha traído una disgregación de todo esto.
“Estamos seguros de que ganaremos la batalla”, aseguran ustedes en el manifiesto. ¿De verdad es posible luchar contra el afán privatizador y de desmontaje del Estado del bienestar que prima en el neoliberalismo?
Buena pregunta, sobre todo porque yo a veces no soy muy optimista. Pero la verdad es que creo que tenemos la mejor oportunidad para ganar la batalla ahora. Antes de la COVID, había una parte de la población que no se sentía vulnerable, porque tenía trabajo y salud. Pero la pandemia ha extendido la vulnerabilidad a toda la población y la gente se ha dado cuenta de que podía perder el trabajo, entrar en un ERTE, no tener futuro, ponerse enfermo…
Es muy difícil que ahora en España aparezca un partido neoliberal como el PP o como Ciudadanos que plantee una rebaja de impuestos o diciendo que quiere privatizar lo público. Creo, y espero, que estos discursos lo van a tener muy difícil porque no solo van a tener una contraargumentación teórica sino también práctica.
Y nosotros no estamos hablando de ‘qué hay de lo mío’, sino de ‘qué hay de lo de todos’. Luego habrá que abordar qué hacemos con la cultura, pero estamos en un momento en el que tenemos que ganar el debate de lo público. Porque en este país, cuando todo va bien, queremos que sea todo privado, pero cuando las cosas van mal nos agarramos a lo público y pedimos lo nuestro. Y esto no es así.
¿Salva lo Público se puede convertir en algo físico?
Sí, yo creo que será posible hacer una exposición sin ningún tipo de ánimo de lucro con las obras y editaremos un libro. Por otro lado, estamos haciendo una encuesta a todos los adheridos para proponer la posibilidad a corto plazo de hacer una asamblea presencial donde podamos hablar entre todos de cómo vamos a seguir, si queremos seguir, claro. Parece que sí, que iremos adelante, y por mi parte la perspectiva es darle fuerza, cohesionarlo, hacerlo más plural… Queremos hablar, queremos discutir y queremos hacer cosas. Vamos a seguir, eso con seguridad.
¡El Vaticano está detrás de los principales bancos, gobiernos, empresas globales y su hipoteca del mundo!
https://educacionlibreysoberana.wordpress.com/2019/04/24/el-poder-oculto-legal-del-vaticano/?fbclid=IwAR1yg9zc6LdqPEmWQX4istt77yyFNAys6T_JSdVinAsQdBC-VPiP3c7SEco
Esto no pasaría si el pueblo estuviera despierto y a lo que tiene que estar y no se dejara manipular…
Intervención de Marciano Sánchez-FADSP en la Comisión del Congreso para la reconstrucción económica y social.
Intervención sobre la situación sanitaria en la Comision de Sanidad del Congreso de Los Diputados y propuestas para el futuro.
http://www.fadsp.org/index.php/sample-sites/notas-de-prensa/2223-comparencia-fadsp-comision-para-la-reconstruccion-economica-y-social
Son las causas por las que luchar, sanidad y educación, siempre públicas,
si además añadimos I+D y renovables a lo mejor conseguimos que España no vuelva otra vez a las cavernas
hablando de lo publico cuando van a devolver los bancos los tantos y tantos millones que les PRESTAMOS y ahora que nos hace muchisima falta estan haciendose los locos para robarlos