Feminisimo | Sociedad
[GRÁFICO] Los hombres siguen copando los puestos directivos en los medios escritos en 2020
En el primer trimestre de 2020, tan solo 4 de los 15 periódicos más leídos en papel están dirigidos por una mujer: un 26,6%.
Los informes sobre el estado de la profesión elaborados anualmente por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) lo confirman cada año. En 2017, la periodista Victoria Prego decía lo siguiente en el documento: «La total e indiscutible primacía de los hombres en los puestos directivos se mantiene inalterada con el paso del tiempo». Según ese mismo estudio, el porcentaje de hombres en puestos directivos (a partir de redactores jefe en los medios impresos; de directores de programa en los audiovisuales, y de directores de web en los digitales) duplicaba al de mujeres. El informe del año siguiente, el de 2018, recogía que el 75% de los 268 cargos de gestión de las 30 mayores empresas de comunicación de España estaban ocupados por hombres, frente al 25% de mujeres. Y según una recopilación realizada a comienzos de 2019, de los 100 medios y programas informativos más relevantes, “solo 25 eran dirigidos por mujeres”.
En 2016, elaboramos en La Marea un primer gráfico sobre la presencia de las mujeres directivas en los medios de comunicación en España. Año tras año, al actualizarlo, comprobamos esta realidad que ofrecen los informes: algo cambia, sí, pero muy poco. Como escribió nuestra compañera Olivia Carballar en un artículo en el que se remontaba a la primera mujer que dirigió un periódico en España –María Luz Morales Godoy–, ser directora de periódico sigue siendo un «cargo exótico».
En junio de 2018 se produjo un hito importante: Soledad Gallego-Díaz fue nombrada directora de El País. Una mujer pasó a dirigir uno de los medios de ámbito estatal más influyentes. Hasta entonces, de los 15 periódicos en papel más leídos según el EGM, tan solo dos estaban dirigidos por mujeres: Encarna Samitier, al frente de 20 minutos, y Ángeles Rivero, en La Nueva España. En el apartado digital, de los 11 medios analizados, solo cuatro tenían a una periodista como directora: Magda Bandera, de La Marea; María José Pinto, de Diario16; Montserrat Domínguez, de HuffPost; y Ana Pardo de Vera y Virginia P. Alonso, de Público.
A lo largo de este último año y medio, la tónica se ha mantenido casi igual, con alguna mejora. El Periódico de Catalunya y Levante-EMV han pasado a ser dirigidos por dos mujeres: Anna Cristeto y Lydia del Canto, respectivamente. Así, en el primer trimestre de 2020, ya son 4 de 15 las mujeres al frente de un periódico en papel, un 26,6% (Ángeles Rivero abandonó en septiembre de 2019 su cargo y fue nombrada subdirectora general de La Nueva España).
En lo que respecta a los digitales analizados, durante este periodo de tiempo el número de directoras ha bajado de cuatro a tres. Montserrat Domínguez dejó la dirección del HuffPost y se incorporó a El País como subdirectora y responsable de suplementos. El resto de nombres se mantiene igual, a excepción de Público, quien recientemente pasó a estar dirigido únicamente por Virigina P. Alonso, mientras que Ana Pardo de Vera ocupa el puesto de directora corporativa y de relaciones institucionales.
La destitución de Fernando Garea como presidente de EFE –una decisión que buena parte de la profesión no comparte– ha supuesto sumar un cargo más entre las directivas de medios: Gabriela Cañas acaba de convertirse en la primera mujer que dirige la agencia de noticias pública española.
En el resto de niveles jerárquicos –subdirección, adjunto a la dirección, dirección adjunta, presidencia– la presencia de las mujeres era, y sigue siendo, ínfima respecto a los hombres, quienes copan casi la totalidad de estos puestos. En varios medios sigue sin haber una sola mujer en el equipo directivo, como puede observarse en el gráfico que enlazamos más abajo. Entre estos, destacan dos de las cabeceras más leídas, El Confidencial y El Mundo.
Haz click aquí para descargar el gráfico en buena calidad, tanto en formato JPG como PDF.
«De alguna forma, se sienten más cómodos entre ellos. Y como, al fin y al cabo, esta es una profesión terriblemente absorbente donde el trabajo supone la mayor parte de tu vida, es lógico que la comodidad sea un factor determinante. ‘¿Acaso pretendes que existan cuotas, como en el Parlamento?’, ironizan algunos compañeros míos. ‘No –les contesto– por eso precisamente me irrita tanto que os reservéis precisamente el 85% del cupo’, afirma Soledad Gallego-Díaz en El 4º poder: ¿Un poder de mujeres? (Colectivu Milenta Muyeres, Oviedo, 2003), de Isabel Menéndez.
Otras directoras de medios de comunicación:
June Fernández, Mª Ángeles Fernández, Andrea Momoitio, Tamia Morales (coordinadoras Píkara Magazine); Angélica Rubio (Elplural.com); Esther Vera (Ara); Ana I. Pereda (Expansión); Magdalena Trillo (Granada Hoy); Inés Artajo (Diario de Navarra); Zuriñe Ortíz (El Correo de Álava); Carmen Merelas (La Opinión de Coruña); Manuela Martín (Diario Hoy); María Ferrer (Diario de Mallorca); MirenIbáñez (Diario de Noticias de Álava); Marisol López (La Opinión de Zamora); Cristina Martín (Diario de Ibiza); Teresa Herranz (El Adelantado); Carmen Echarri (El Faro de Ceuta); Conchi Sánchez (Lanza Digital); Eva Defior (La Comarca); Isabel Lusarreta (La Voz de Lanzarote); Mila & Esther (La Gallina Vasca); Estitxu Eizagirre (Argia); Ana Vives (Huelva Información); Pilar Gassent (República.com); y Mar de Marchis (Jot Down Magazine).
*El gráfico no incluye medios de comunicación como El Salto o La Directa, constituidos como cooperativas, por contar con una estructura horizontal y asamblearia.
* Actualizado el 4 de marzo.
NILS MELZER, relator especial de la ONU sobre tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes:
ATACAR A ASSANGE AMENAZA AL NUCLEO MISMO DE LAS LIBERTADES DE PRENSA.
«Cuatro países se han coordinado para quemarle en la hoguera sin que nadie proteste»
cuatro países democráticos unieron fuerzas (Estados Unidos, Ecuador, Suecia y el Reino Unido) para aprovechar su poder y retratar a un hombre como un monstruo para que luego pudiera ser quemado en la hoguera sin que nadie protestara. El caso es un gran escándalo y representa el fracaso del Estado de derecho occidental. Si Julian Assange es condenado, condenarán a muerte a la libertad de prensa.
En YouTube circulan vídeos en los que los soldados estadounidenses se jactan de llevar a las mujeres iraquíes al suicidio con violaciones sistemáticas. Nadie los está investigando. Al mismo tiempo, una persona que expone tales cosas está siendo amenazada con 175 años de prisión. Durante toda una década, ha sido inundado con acusaciones que no se pueden probar. Están acabando con él y nadie se hace responsable.
Veamos dónde estamos dentro de 20 años si Assange es condenado y sobre lo que usted podrá escribir como periodista. Estoy convencido de que estamos en grave peligro de perder las libertades de prensa. Ya está sucediendo: de repente, la sede de ABC News en Australia fue allanada por el caso de los ’diarios de la Guerra de Afganistán’. ¿El motivo? Una vez más, la prensa descubrió el mal comportamiento de los representantes del Estado.
Para que la división de poderes funcione, el Estado debe ser supervisado por la prensa como el cuarto poder.
WikiLeaks es la consecuencia de ese secretismo desenfrenado y refleja la falta de transparencia en nuestro sistema político moderno.
Imagine una habitación oscura. De repente, alguien ilumina a un elefante en la habitación que representa a los criminales de guerra, la corrupción. Assange es el hombre que sostiene el foco. Los Gobiernos se quedan brevemente en estado de shock, pero luego hacen girar el foco con acusaciones de violación.
Esta es una maniobra clásica cuando se trata de manipular a la opinión pública. El elefante, una vez más, desaparece en la oscuridad quedándose detrás del foco y, en su lugar, Assange se convierte en el foco de atención y comenzamos a hablar sobre si Assange está patinando en la embajada o si alimenta a su gato correctamente. De repente, todos sabemos que es un violador, un hacker, un espía y un narcisista. Pero los abusos y crímenes de guerra que descubrió se desvanecen en la oscuridad.
Wikileaks, en cooperación con varios medios internacionales, publicó los ’diarios de la Guerra de Afganistán’. Esta fue una de las filtraciones de información más grandes de la historia del ejército de EEUU.
Inmediatamente después, Estados Unidos exigió que sus aliados inundaran a Assange de casos criminales. No estamos familiarizados con toda la correspondencia, pero Stratfor, una consultora de seguridad que trabaja para el Gobierno de Estados Unidos, aconsejó a los funcionarios estadounidenses aparentemente inundar a Assange con todo tipo de casos criminales durante los próximos 25 años.
Las autoridades suecas luego crearon una historia de violación.
https://vientosur.info/spip.php?article15657