El Congreso declara nulas las sentencias del franquismo con Lluís Companys como símbolo

El Congreso de los Diputados ha declarado “ilegítimas, radicalmente nulas e injustas, y carecen absolutamente de eficacia y validez” las sentencias contra el que fuera presidente de la Generalitat de Catalunya Lluís Companys y otras dictadas por los tribunales de la dictadura. La iniciativa, una proposición no de ley (PNL) presentada por el PSOE, ha salido adelante con los votos socialistas, de Unidos Podemos, PNV, PDeCAT, Compromís, Coalición Canaria y Nueva Canarias. En contra han votado el PP –que sí votó a favor en el Parlamento catalán de una proposición de ley similar de reparación jurídica de las víctimas del franquismo–, ERC –que considera que la PNL es una tomadura de pelo y que lo que hay que hacer es reformar la Ley de Memoria Histórica, que las declara ilegítimas pero no nulas–, UPN y Foro. Ciudadanos –que también votó a favor de la citada iniciativa catalana– y Bildu se han abstenido.

La propuesta socialista, defendida por la diputada Meritxell Batet, insistía en la “ilegitimidad del Tribunal de Represión de la Masonería y el Comunismo, del Tribunal de Orden Público, de los Tribunales de Responsabilidades Políticas y Consejos de Guerra constituidos por motivos políticos, ideológicos o de creencia religiosa”, por lo que pedía revocar sus condenas y sanciones “contra quienes defendieron la legalidad institucional, pretendieron el restablecimiento de un régimen democrático en España o intentaron vivir conforme a opciones amparadas por derechos y libertades hoy reconocidos por la Constitución”.

En el texto, el PSOE recordaba que según el informe Valiére, realizado por el Gobierno francés en marzo de 1939, hasta 440.000 ciudadanos españoles (un 2% del total de la población) se habían exiliado a Francia al final de la guerra civil. Uno de aquellos exiliados fue Lluís Companys. El líder de ERC fue detenido en el verano de 1940 por la Gestapo nazi a petición de la policía franquista, y entregado a las autoridades de la dictadura. Ya en España, Companys fue torturado y sometido a un consejo de guerra sumarísimo que le consideró responsable de un delito de adhesión a la rebelión, por el que se le impuso la pena de muerte. La madrugada del 15 de octubre de 1940 fue ejecutado en el Castillo de Montjüic, en Barcelona.

“A todos los que me han ofendido, les perdono; a todos los que les haya podido ofender les pido perdón. Si he de morir moriré serenamente. No queda tampoco en mí la sombra de un rencor. Daré gracias a Dios que me haya procurado una muerte tan bella por los ideales. Él ha querido este destino y aún le doy la gratitud de esta placidez y esta serenidad que me llenan al pensar en la muerte, que veo acercarse sin temor […] Por Cataluña y lo que representa de Paz, Justicia y Amor”, escribió Companys en su testamento. El texto también recuerda específicamente a los socialistas Julián Zugazagoitia y Francisco Cruz Salido, detenidos en Francia y fusilados en Madrid en otoño de 1940.

El PSOE ha incorporado un punto a petición de Unidos Podemos para reconocer la “honorabilidad de todas las víctimas de la represión franquista como acto de reparación del dolor que sufrieron y de las injusticias de que fueron objeto, así como de restitución de su memoria y de la dignidad democrática de todos”.

El PP: “El señor Companys no fue un símbolo”

El debate sobre la propuesta derivó en la situación catalana. “Para nosotros, el señor Companys no fue un símbolo, no fue el presidente de todos los catalanes. Dio un golpe de Estado y fue condenado por el Tribunal de Garantías de la República, aunque luego fue indultado. Estamos hablando de 77 años atrás cuando hoy se está vulnerando la Constitución. Hoy nos vienen a hablar de democracia”, dijo la diputada del PP Alicia Sánchez Camacho, que sí asumió la ilegitimidad de las sentencias del franquismo recogida en la Ley de Memoria Histórica. “Si este Congreso quiere hacer algo por Lluis Companys escuchen de una vez el anhelo del pueblo catalán”, cerró su intervención Xavier Doménech desde Unidos Podemos.