Sociedad
El comercio justo en España: en auge pero lejos de la tendencia europea
En 2015 se facturaron 35 millones de euros, un 6% más que en 2014, según datos del informe elaborado por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo
El comercio justo crece en España, pero todavía está a la cola de Europa. En 2015 se facturaron 35 millones de euros, un 6% más que en 2014, según datos del informe elaborado por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, y la tendencia sigue al alza, sobre todo a nivel municipal, «donde más avances se han hecho en esta cuestión», explica Mercedes García de Vinuesa, presidenta de dicha organización.
Este sábado se celebra el Día Mundial del Comercio Justo, por el que unas 70 localidades han convocados actividades y talleres con el objetivo de impulsar esta práctica. Además, esta semana Zaragoza recibió el título de Ciudad por el Comercio Justo, una acreditación que ya tiene otros lugares como Madrid, Córdoba o Bilbao.
La capital aragonesa cuenta con al menos 46 puntos de venta y 75 establecimientos donde se pueden encontrar productos de comercio justo. Otros aspectos, como la resolución a favor de este tipo de consumo por parte del Ayuntamiento en 2009 y la consolidación de acciones de sensibilización en este sentido han hecho que Zaragoza consiga esta etiqueta.
Lejos de la media europea
Mientras que en Europa el gasto medio es de 12,4 euros anuales por habitante, en España es de 75 céntimos y solo supera a República Checa, Letonia, Eslovaquia y Lituania. El ránking europeo lo lidera Suiza, con un gasto de 48 euros por habitante al año, seguido de Reino Unido, con casi 33 euros y de Suecia, con 32. En España, la alimentación representa el 93% del consumo, con el café como producto estrella, según la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.
Para Marco Gordillo, vocal de incidencia política de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo, «es necesaria una alianza mundial de verdad sobre comercio justo» para que se produzca un «cambio radical en los patrones de producción y de consumo».
Respetar el medio ambiente y cumplir con la igualdad de género
Para Gordillo, «si algo aporta el comercio justo es que es posible generar un desarrollo económico sin producir desigualdades sociales y que no sea perjudicial para el medio ambiente«.
Entre los diez principios establecidos por la Organización Mundial del Comercio Justo, se encuentra, precisamente, el de maximizar el uso de las materias primas que vienen de orígenes sostenibles dentro de su propia región, comprando de productores locales siempre que sea posible. Asimismo, se pone en valor la promoción del empoderamiento de las mujeres y la garantía de unas buenas condiciones de trabajo.
Sobre esto último, y según los datos de 2015 de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, en España, en las tiendas y organizaciones trabajan un total de 150 personas, mientras que 2.300 colaboran como voluntarias, de las que el 80% son mujeres.
Pese al crecimiento, en España los retos en el ámbito del comercio justo son múltiples. Algo que tiene que ver con «la baja implicación» de las administraciones públicas, según denuncia Mercedes García de Vinuesa. «Los presupuestos públicos se rigen por criterios económicos que olvidan las condiciones laborales y los derechos humanos», añade.