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Ángela Muñoz (Las Kellys): “Los sindicatos mayoritarios nos consideran intrusas”
Ángela Muñoz es una de las portavoces de la asociación de camareras de piso de los hoteles. "Parece que el trabajo precario va implícito al género", sostiene.
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Cuando a veces se presenta a entrevistas de trabajo e intentan hacerle ver que una categoría es igual a la otra y que, por tanto, el sueldo que va a cobrar es el más bajo con las peores condiciones, Ángela Muñoz siempre dice lo mismo: eso no es así. Es una de las portavoces de Las Kellys, la asociación de camareras de piso de los hoteles. Entre sus múltiples aportaciones, sobresale la siguiente: no entiende cómo los sindicatos mayoritarios, con todos los recursos que tienen a su alcance, no se preocupan por ellas y otras mujeres trabajadoras. “Si nosotras estamos teniendo esta repercusión y visibilidad, no me quiero ni imaginar lo que podrían conseguir ellos”, denuncia.
¿Por qué nacen Las Kellys?
Hemos nacido por indefensión y por hartazgo. Este trabajo siempre ha sido muy duro. Las condiciones han ido empeorando a partir de la reforma laboral porque se priorizan los convenios de empresa sobre los sectoriales. Los sindicatos mayoritarios tienen el poder, pueden sentarse a la mesa con la patronal. Y nuestro gran problema es que se está externalizando el trabajo en los hoteles y eso es muy grave porque incluso los que tienen comités de empresa eluden responsabilidades. Un ejemplo: la ley de coordinación de actividades empresariales establece que las empresas tienen que trabajar juntos para que se respeten los puntos de la ley de prevención de riesgos laborales y a través de los delegados de prevención se debería hacer. Y no se cumple. Y cuando yo he preguntado me han dicho que es muy complicado. Si por ser complicado no se puede solucionar, ¿cuál es la función entonces que tienen ellos? ¿Por ser complicada una cosa la vamos a dejar ahí y vamos a seguir mirando para otro sitio mientras las camareras se lesionan y enferman?
La última externalización que estamos esperando es la del tercer hotel más grande de Madrid. Un Novotel. Y hay un comité de empresa importante. No se ha publicado nada. En el País Vasco, sin embargo, el sindicato ELA ha conseguido echar para atrás la externalización en un NH y un Barceló. Pero UGT y CCOO, en comandita con la patronal, han denunciado el acuerdo marco. La unidad que ellos proclaman luego no la cumplen porque quieren mantener su monopolio. Se toman medidas de cara a la galería, pero sobre la situación real que tenemos en los hoteles no se está haciendo nada. Y eso es muy grave.
¿En qué medida os ha perjudicado ser mujeres?
Parece que el trabajo precario va implícito al género. El perfil de las Kellys antes era más concreto. Pero desde que comenzaron las externalizaciones tenemos mucha mano de obra barata, mujeres con problemas de viviendas, monomarentales, mayores de 45, miembros en paro… La indefensión se traduce en aceptar eso y punto, «es lo que hay» nos dicen. Porque es eso o nada. Las mujeres estamos surtiendo al mercado laboral de mano de obra barata. Luego están los cursos de formación, que sirven para surtir las necesidades de trabajo precario. Hay muy poquitos hombres como camareros de piso, el rol de la limpieza está asociado a la mujer. A mí me ha llegado a decir un camarero de piso que se marchaba porque no servía para limpiar. Los pocos camareros de pisos que hay están trabajando porque la situación laboral es la que es y de manera alternativa están aquí. ¿Si hubieran sido hombres los trabajadores mayoritarios habrían externalizado los hoteles? No me cabe duda que no.
¿Qué supone la externalización?
Primero, te infravaloran las condiciones, y eso ya es una discriminación, explotación y un 40% de salario inferior, desprofesionalizacion y falta de calidad.
¿Cómo tendría que ser un sindicato para responder a vuestras necesidades?
Que mirara por los derechos de los trabajadores, real y simplemente. El problema es que están burocratizados e institucionalizados. Lo primero que te piden cuando vas a ellos es un carne de afiliación. No se entiende que les den un tanto por ciento por cada ERE que un trabajador firma. Si vas y la respuesta que te dan es ‘eso es muy complicado’… ¿qué herramientas te quedan? Organizarte a ti misma para visibilizar el problema, porque lo que hacemos es denunciar públicamente. Lo que no se ve no existe. Pero no nos vemos arropadas. Los mayoritarios nos consideran intrusas, se supone que esta lucha es suya.
¿No han perdido un poco el nivel de actuación por las reformas del Gobierno?
Sí. Las reformas y leyes han facilitado que los sindicatos estén más limitados, pero su trayectoria también habla de ellos: la corrupción, los fraudes, negociaciones y acuerdos que pasan factura, la coherencia… Tenemos derechos y obligaciones y no hay que renunciar -ni evadir- a lo uno ni a lo otro. Los sindicatos han mirado para otro sitio en este tiempo. Si nosotras a nivel asociativo, como mujeres precarias, que no tenemos ni horas sindicales, ni subvenciones, ni acceso a la mesa patronal, estamos haciendo lo que estamos haciendo y estamos teniendo esta repercusión, lo que podrían hacer ellos con la cantidad de medios que tienen. La sociedad ha evolucionado pero ellos no. Otro ejemplo, el convenio que han aprobado en Telemarketing. Han estado haciendo huelga la CGT y la CNT para que luego en la mesa de negociación CCOO y UGT firmen un convenio que establece una puntos que son inadmisibles.
¿Habría que cambiar la forma de representatividad?
Tendrían que abrir esa mesa de negociación porque los sindicatos son muy selectivos a la hora de reunirse. Hace poco veíamos que se habían reunido con las asociaciones de profesionales de hostelería y a Las Kellys nos habían dejado al margen. También somos una asociación y tenemos cosas que decir. Nos representan personas que no son del departamento de pisos, porque, además, las mayoría de los delegados que se sientan en las mesas de negociación no son mujeres.
Un cambio urgente que necesite vuestro sector.
Poner coto a las externalizaciones y priorizar los convenios colectivos pero «decentemente» no de empresa. La salud, inspecciones aleatorias. Hay que vincular la categoría de los hoteles al trabajo que se realiza en ellos. Es decir, hay que dar tres, cuatro o cinco estrellas en función también de ello, no solo de los metros de las habitaciones, etc. Hay hoteles de cinco estrellas que no tienen ni valet, el mozo de habitaciones, te despiden con la excusa de que no has pasado el periodo de pruebas o porque ha bajado la producción. Hablas con personas de la asociación de directores de hotel y te dicen que sus asociados cumplen porque son empresas de limpieza que cumplen con su convenio, pero es a su medida. Hay nóminas trucadas, vemos fraude tras fraude…
El año pasado hice en el Congreso una pregunta que nadie me respondió: ¿qué tara tiene la ley que para una empresa de externalización crezca y se desarrolle al nivel que lo están haciendo sin una regularización establecida? Cada una tiene el convenio de su padre y de su madre. Y tan pronto se llaman Lola, que, cuando les meten un paquete, se llaman Juan, pero siguen ejerciendo los mismos. Y estamos hablando de turismo, del motor de la economía, que aporta entre un 10% y un 11% al PIB. Hay compañeras que se van media hora antes a trabajar para conseguir fregona, porque si no, tienen que fregar de rodillas. Estamos ante un lobby arropado por el sistema. No solo es que estés luchando cotra Goliat, es que lo protege el sistema.
Todas las entrevistas de la serie: Sindicatos del siglo XXI
1- Paula Rodríguez: “La conciliación debe ser una de las principales luchas de los sindicatos”
2- Manuel Gómez, un ingenerio-camarero sin perspectivas de afiliarse a un sindicato
5- Nuria López (CCOO): “La verdadera reforma que necesitamos en España es la empresarial”
6- Patrocinio Sánchez (UGT): “Vamos a empezar a recuperar derechos. No van a poder con nosotros”
7- Ángela Muñoz (Las Kellys): “Los sindicatos mayoritarios nos consideran intrusas”
8- Carmen Botía (Sociología): “Los sindicatos tienen que dejar de mirarse el ombligo”
10- Joaquín Pérez Rey: “Los sindicatos deben aprender de los movimientos sociales”
11- Agustín Yanel: “Hay que regular el trabajo a la pieza, de los ‘freelances’ y colaboradores”