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“El cine africano puede tener éxito en salas comerciales, pero los estereotipos hacen mella”
La directora del Festival de Cine Africano Tarifa-Tánger, Mane Cisneros, explica en esta entrevista las claves del único evento cinematográfico transfronterizo celebrado simultáneamente entre África y Europa. “Los cineastas africanos no son una categoría aparte, ante todo son cineastas”, afirma.
Es el único evento cinematográfico transfronterizo celebrado simultáneamente entre África y Europa. Va ya por su edición número 14 y ha proyectado alrededor de mil películas. Es el Festival de Cine Africano Tarifa-Tánger (FCAT 2017), que presentará este año, entre el 28 de abril y el 6 de mayo, 70 títulos. 20 de ellos serán estrenos en España. Félicite, del franco-senegalés Alain Gomis, Gran Premio del Jurado de la Berlinale 2017 y ganadora del Etalon Yenega del Fespaco 2017, inaugurará el festival, cuyo cartel, elaborado por el fotógrafo eritreo Dawit L. Petros retrata la «estrechez de la mirada occidental» sobre la cuestión migratoria africana. “El cine hecho en África nos manda los mismos mensajes que cualquier otra cinematografía del planeta. Los cineastas africanos no son una categoría aparte, ante todo son cineastas”, defiende en esta entrevista su directora, Mane Cisneros.
¿Por qué existe este festival?
En el mapa de festivales de cine en España faltaba un evento dedicado a los cines de África. Crear el FCAT era una asignatura pendiente.
¿Por qué lo diriges?
Dirigir este festival se ha convertido hace tiempo en un reto vital. Casi a diario me pregunto cómo es posible que a pesar de la incomprensión y de los sacrificios personales que implica dirigir el FCAT, aún siga al frente de él. La contestación es que, a pesar de todo ello, hay mucha, muchísima gente que agradece, pide y respeta nuestro trabajo por encima de la indiferencia de quienes dirigen la Cultura desde la política. Pero me gustaría pensar que el día que lo deje el proyecto no desaparecerá. ¡Se aceptan propuestas!
¿Qué te une a África?
Sinceramente, muchos amigos, muchos lugares y la fuerza vital que me anima a levantarme cada día y seguir luchando.
¿Qué historias predominan?
El cine refleja en general las inquietudes de las sociedades. Los cines de África nos enseñan este continente con toda su fuerza, su crudeza y sus maravillas. Es un cine que nos muestra otras formas de interpretar las relaciones familiares, un cine que refleja una dialéctica desconocida entre los poderes fácticos y jóvenes directores y directoras de cine que quieren trasladarnos sus inquietudes, sus luchas, frustraciones y esperanzas, de la manera más directa y palpable, a través de la gran pantalla.
¿Qué historias te han sorprendido más en estos años?
Desde el inicio de los procesos de independencia y la creación de los Estados independientes en África, los cines de África se han consolidado como un instrumento de sensibilización social. Durante decenios, el cine fue esencialmente sociopolítico, reflejaba y analizaba las culturas y tradiciones africanas, generando debate sobre las transformaciones sociales que vivía el continente. En general, los cines de África son fiel reflejo de las realidades sociales del continente pero también han actuado como agente de transformación de estas realidades. A lo largo de sus aproximadamente 60 años de historia, la atención de los cineastas ha estado marcada por la evolución de las sociedades postcoloniales y contemporáneas. África busca su lugar en un mundo globalizado al mismo tiempo que consolida sus identidades. Por ello tiene aún una marcada tendencia política y didáctica y sirve como vehículo capaz de desarrollar una consciencia común y recupera las herencias propiamente africanas. Aun así, es difícil generalizar puesto que la riqueza y dinamismo de las sociedades africanas no es igual en todos los países del continente. El cine es fiel reflejo de ello. Así, por ejemplo, los cines contemporáneos del Norte de África han estado muy atentos a las transformaciones surgidas durante y después de la primavera árabe sin que ello haya tenido impacto en los cines de otros países de África.
¿Hay un Hollywood/Bollywood africano?
Es conocido como Nollywood (Nigeria). Es la mayor industria del audiovisual de África y la tercera más importante del mundo. Los países que producen más cine en la actualidad son Sudáfrica, donde tanto la producción como la distribución y la exhibición están perfectamente estructuradas y consolidadas, y Marruecos, que ha multiplicado vertiginosamente el número de producciones en los últimos años aunque aún tiene pendiente resolver las carencias en materia de distribución y exhibición. Aunque no podemos olvidarnos de Egipto -que fue uno de los grandes productores del continente y que hoy, a pesar del impacto que ha tenido en la industria cinematográfica la situación sociopolítica del país, sigue ofreciéndonos grandes títulos-, Argelia, Túnez e incluso de Kenia.
¿Cuál es la participación de las mujeres en este cine?
A pesar de que en general sea minoritaria, son muchos los cambios que estamos viendo en los últimos años y cada vez son más las mujeres que cogen la cámara, sobre todo en países como Senegal, Túnez o Marruecos.
¿Y de los jóvenes?
La irrupción de la tecnología digital ha democratizado muchísimo el cine y ha abierto sus puertas a jóvenes que de otra manera probablemente no habrían podido acceder al cine. Además, en África este hecho ha coincidido muchas veces con un relevo generacional que ha llevado a los jóvenes a tomar el testigo del cine de la mano de los cineastas que en los años posteriores a las independencias consolidaron los cines de sus respectivos países.
¿Con qué presupuesto se suele rodar de media?
Es imposible contestar a esta pregunta por la enorme diferencia que hay en los costes de producción entre un país y otro. Imposible comparar los costes de una película sudafricana con los de una chadiana, por ejemplo. No obstante, Chad, uno de los países más pobres del planeta, nos regala periódicamente alguno de los títulos más bellos producidos en el continente a los que el propio Festival de Cannes, sin ir más lejos, abre siempre sus puertas.
¿Por qué no se proyectan en España películas de cine africano?
La única explicación que encontramos después de ver el enorme interés que despierta nuestro festival es que los estereotipos sobre África hacen mella en los distribuidores, que aún identifican África con falta de calidad en sus películas o de interés de sus temáticas. Sin embargo, estamos convencidos de que muchas producciones africanas podrían perfectamente tener éxito en salas comerciales. Quizás si las televisiones dieran el primer paso podríamos empezar a ver cambios pero el desconocimiento sobre el mercado del cine africano es tal en España que me temo que el camino será aún largo. Durante años existió en el FCAT un foro de coproducción y un Espacio Industria concebidos para fomentar el conocimiento mutuo entre cineastas africanos y españoles. La crisis se lo llevó por delante y no pudimos seguir realizando esta labor que, sin embargo, estamos convencidos es necesaria.
Este año incorporáis producciones andaluzas sobre temas africanos.
Desde su nacimiento hace 14 años, el FCAT ha visto grandes cambios tanto en los cines de África como en el cine español sobre África o sobre temas africanistas, pero es sobre todo en estos últimos años que hemos visto un despertar del interés y una multiplicación de producciones andaluzas. La razón que lo explica es el aumento notable del interés por África sin olvidarnos de que la incorporación de los inmigrantes de origen africano es ya un hecho en la sociedad contemporánea española.
¿Qué seguimos sin ver (o sin querer ver) de África aun teniéndola tan cerca?
Un continente joven en el que se encuentra el futuro del planeta. Un ejemplo cotidiano de superación, de trabajo, de fuerza de voluntad. Sin olvidar tantas cosas que hemos ido perdiendo como la solidaridad, la importancia de la familia, el respeto hacia los mayores. Pero sobre todo, seguimos sin querer informarnos y, a través del conocimiento, romper con estereotipos que hoy por hoy no tienen ningún sentido.