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Una reflexión sobre la dignidad femenina
En 'Mujer en punto cero', la activista feminista Nawal Al Sadawi retrata con crudeza la vida de una mujer que ha tocado fondo en el Egipto de los años 70.
Hace más de 45 años, nos aclara Nawal Al Sadawi en el prólogo, que escribió Mujer en punto cero, la novela corta que ahora tenemos en nuestras manos. Ya en aquel entonces, ella era una voz femenina de referencia de las reivindicaciones feministas en Egipto, motivo por el que —antes, como ahora— todos sus movimientos eran seguidos con lupa, cuando no prohibidos, al igual que su participación pública en numerosos actos.
Un día, mientras trataba de establecer pautas que vincularan la salud corporal y psicológica de las mujeres con la represión política, Nawal acabó en una cárcel de El Cairo, donde conoció a la protagonista del relato que hoy podemos leer. Se trata de Firdaus, una mujer que poco después de contarle su historia a la activista, fue ejecutada por asesinato. Firdaus había matado a su proxeneta antes de que éste la matara a ella.
El año en que escribe el relato, 1973, marca para Nawal un antes y un después en su vida personal y profesional: es despedida de su puesto de directora de Educación para la Salud y también se ve obligada a dejar su cargo de redactora jefa de la revista Salud. Las discrepancias ideológicas la enfrentan al gobierno egipcio, que trata de silenciarla. Sin embargo, lejos de desmoralizarse, se asientan sus convicciones feministas y aprovecha para escribir, investigar y atender a las consultas de las mujeres.
Llegamos así a Mujer en punto cero, que arranca como si de un reportaje periodístico se tratara («Este es el relato auténtico de la vida de una mujer»). Al Saadawi nos sitúa rápidamente en una cárcel, con una doctora que va a visitar a las presas ?Nawal? y una protagonista, Firdaus, una prostituta exitosa que está entre rejas acusada de matar a un hombre. Tras mucho insistir, Firdaus relata su historia a Nawal. ¿Verdad o ficción? Lo cierto es que, una vez leído, el detalle carece de importancia.
De este modo, tras el preámbulo, arranca un relato, en primera persona, de la vida de Firdaus: una joven egipcia hija de una familia muy humilde que, tras miles de peripecias vitales a cada cual más desastrosa, acaba como prostituta, previa mutilación genital y abusos familiares. Un relato tremendo en el que vemos avanzar la vida de Firdaus y en el que Saadawi no oculta la crudeza del sentimiento de pérdida de sensibilidad tras la ablación, ni la incomprensión ante la brutalidad masculina, ni el desencanto que se siente tras una boda forzada, ni la sorpresa e impotencia cuando Fridaus constata cómo una mujer en el Egipto de los años 70 ?y, muy probablemente, en el de ahora y en muchos otros países? está relegada a un segundo plano vital que le deja, en la mayoría de ocasiones, pocas salida a su existencia.
Un texto, en fin, en el que, desde un punto de vista claramente feminista, leemos la historia de una mujer que ha tocado fondo, porque desde que ha nacido no ha conocido más que eso, el fondo. Y del pozo no se tiene escapatoria… o sí: la salida pasa por aprender a «dejar de bajar la cabeza y desviar la mirada y mirar a las personas a los ojos», por más que eso suponga buscarte tu propia muerte.
Mujer en punto cero
Autora: Nawal Al Sadawi
Traducción: Mireia Bofill
Editorial: Capitan Swing, 2017