Sociedad
“Cuando las empresas tengan el 50% de la asistencia sanitaria ellas marcarán las reglas y los precios”
Paulino Cubero y Alejandro Tejedor, dos de los 322 cargos de Sanidad que han presentado su dimisión en protesta contra las privatizaciones en Madrid, aseguran que, para mejorar el sistema sanitario, hacen falta gestores creíbles y cuentas más transparentes.
MADRID // Las firmas de Paulino Cubero y Alejandro Tejedor están entre las 322 cartas de dimisión de directivos de la sanidad presentados el pasado martes en la Consejería de Sanidad por representantes de la Plataforma de Centros de Salud de la Comunidad de Madrid. Los dos son directores de los centros primarios General Ricardos y Ciudades (Getafe) respectivamente, estos dos médicos en lucha reciben a La Marea ante el Colegio de Médicos para hablar sobre el futuro de la sanidad pública madrileña ante la decisión del gobierno autonómico de privatizar ciertos centros.
Habéis puesto sobre la mesa vuestras dimisiones, que se harán efectivas cuando se hagan públicos los nombres de los 27 ambulatorios privatizados. ¿Qué influencia tiene un gestor de centro de atención primaria en el día a día de la sanidad madrileña?
Alejandro: Poca. Nos encontramos en un momento de centralización progresiva del poder y de la toma de decisiones, que aparentemente son cedidas a los equipos. Pero en realidad, en el día a día nos dedicamos a temas puramente domésticos.
Paulino: A diferencia de los jefes de servicio, que son cargos ambicionales, quien llega a director de centro es porque ha sido el último en dar el paso atrás. Los gestores somos médicos, enfermeros y administrativos organizando nuestra casa. En mi caso, llegué a ser director porque fui el que menos me opuse de una plantilla de 32 médicos. En la práctica nos dedicamos a apagar fuegos, pero no gestionamos de verdad. Por eso pedimos autonomía de gestión real. Que todas esas tareas que se quieren encomendar a una empresa externa se nos de la capacitación legal para poder hacerlas.
¿Tenéis alguna idea de cuáles serán los 27 centros privatizados?
A: No hemos visto ninguna lista todavía.
P: Tras presentar las firmas este lunes se rumorea que puede que el número se reduzca mucho, y que las condiciones tampoco sean las mismas.
A: El problema es que está de moda el “vampirismo” en la lectura y en el cine, y a esa tendencia se ha sumado la Comunidad. Después de fragmentarla, de una forma poco a la luz del día, se está sangrando lentamente a la sanidad pública mediante el trasvase de pacientes al sector privado de cirugías, de pruebas y de lo que sea. Así luego los políticos pueden decir que el sistema público no cumple con los mínimos que debería. Vamos a no debilitar el sistema público y vamos a ser honrados y a jugar con criterios científico-técnicos y no oportunistas. Ese es el único fenómeno que puede poner en peligro el sistema de sanidad pública.
Los presupuestos aprobados el 27 de diciembre son para algunos la culminación de una maniobra privatizadora que empezó en 1997. ¿Qué ha pasado para que el sector sanitario no haya respondido antes?
P: Esperanza Aguirre prometió en la primera legislatura construir siete nuevos hospitales (más el de Valdemoro) en lugares en los que no había centros hospitalarios. Todo era nuevo, hasta el personal. Era difícil oponerse. ¿Cómo le explicas al vecino de Vallecas que es mejor que no le construyan un hospital al lado de casa? Además, todo estaba en un programa electoral que votó una amplia mayoría de la población. Poco podíamos hacer los profesionales sanitarios contra eso, aunque lo viésemos venir a título personal.
¿Estos presupuestos austeros tienen en cuenta también la prevención?
P: No se habla de prevención, ni de docencia, ni de investigación. En el Plan presentado por la Comunidad Autónoma de Madrid tan solo se habla de objetivos económicos por centros. Ellos dicen que esto, gestionado de forma privada, es más barato, pero no lo han demostrado.
A: Es una evidencia que los sistemas públicos disminuyen la mortalidad poblacional ¿Cuánto cuesta la prevención? España es un país puntero en programas de prevención si lo comparamos en inversión per cápita por ciudadano con Estados Unidos, Francia o Gran Bretaña. ¿Hablamos de dinero? No. Estamos hablando de atención próxima, equitativa y de calidad.
¿Qué es exactamente lo que está en peligro al entrar en el camino de la privatización?
A: La equidad y el libre acceso a la sanidad…
P: y la calidad y proximidad de la atención.
¿Están las empresas privadas, como Capio, detrás de todo esto?
P: Tienen una capacidad de influencia muy grande. Andan de despacho en despacho negociando y haciendo camino. Cuando tengan el 30% de la asistencia sanitaria madrileña, su capacidad de influencia será todavía mayor. Y cuando tengan el 50% serán ellos los que marquen las reglas y los precios. Ahí habrán acabado con la equidad. Es como la liberalización de las comunicaciones y la energía. ¿Qué ahorro ha supuesto para el ciudadano? Ninguno.
A: Además, las aseguradoras privadas están pendientes de ver hasta dónde se pueden meter. Ya están participando a pequeña escala.
Los defensores de la privatización aluden constantemente a los ejemplos de Cataluña, ¿es una posible solución para la sanidad madrileña?
A: No se puede poner en la mesa de negociación de Madrid el modelo catalán como ejemplo porque no tiene nada que ver. Las empresas que están detrás de los centros sanitarios en Cataluña no tienen ánimo de lucro y hay una reinversión de los beneficios y eso es otro modelo. Lo que ocurre allí está dentro de un paraguas público con un control.
Entonces va más por el modelo valenciano…
A: Sin ninguna duda: el modelo fracasado de hospitales como el de Alzira es el que quieren implantar aquí. En pocos congresos se han presentado resultados buenos diciendo ‘señores esto ha sido la bomba’. Off the record, lo que se oye es que ‘no se puede volver a repetir este modelo’.
P: Es el camino del negocio, de generar dinero que vaya a manos privadas.
¿Os sentís los conejillos de indias de algo que podría ser un modelo extensible al resto del Estado?
A: No hay nada que experimentar. Ya se ha probado. El caso de Valencia ya demuestra el fracaso de la privatización de la sanidad. No podemos dejar nuestra sanidad en manos privadas porque el político se va, pero el paciente y el proceso de enfermar se quedan. Los políticos pueden dejar a su paso algún desastre poco recuperable.
Se ha dicho muchas veces que España tiene una de las mejores sanidades públicas del mundo. ¿Qué opináis al respecto?
A: Si te fijas en lo que se invierte y en la infraestructura que tiene el país, sí.
P: Mejorable, pero de las primeras a nivel mundial.
Es mejorable…
P: En eso estamos de acuerdo con la Comunidad. Necesitamos mejorar la gestión, y para que los gestores sean mejores no tienen que ser políticos. En los últimos años cada vez están más politizados. Que los directores se nombren por criterios técnicos, no por criterios políticos y a dedo. Un director de un hospital en Europa no lo nombra a dedo el consejero de la región. Hay unos comités directivos de los hospitales que son los que nombran y los que evalúan las capacidades. En España seguimos con las noches de los cuchillos largos. De repente una mañana un consejero se levanta y decide: ‘Voy a mover los gerentes’ y te cambia cinco o seis gerentes con una alegría absoluta. Se reparten premios y castigos. La antigestión, vamos.
¿Cuáles son las prioridades de cambio?
P: España tiene un buen sistema de salud que en los últimos años está dando signos de agotamiento por la gestión. Lo primero que habría que hacer es invertir en unos buenos gestores públicos profesionales y cualificados. Este país tienes unos maravillosos gestores de los cuales los políticos no se fían. Mientras se sigan poniendo personas porque son del partido y no porque son capaces, no hay nada que hacer.
A: ¿Qué es lo que hay que mejorar para que no hunda el sistema sanitario? La integración de ciudadanos: estrategias de prevención y cronicidad, de control de resultados con un feedback y la implicación de todos los factores.
P: La prioridad para que haya una gestión transparente es que los gestores sean creíbles y que las cuentas sean públicas. Si no cambiamos el sistema podemos invertir todo el dinero que queramos que se escurrirá entre los dedos.
Acabarán siendo un duopolio. Santander BBV Endesa Gas natural Psoe PP .luego aparecerá el «déficit sanitario» y lo que quede del Estado y los usuarios apagar.. a qué me suena…
Esas empresas privadas sanitarias necesitan recursos para investigar nuevas enfermedades crónicas que poner en el mercado para extender sus actividades y crecer en beneficios.
Cotizarán todas en bolsa y las raciones de tuberculosis, sifilis, sida, abarcando todo el abanico conservador de lacras humanas se propagarán al alcance DE TODOS LOS ESPAÑOLES gracias a San Quesejodan, Sangurtell y Mari Asno; que pedirá a Europa homologación de productos patológicos.
La sanidad es uno de los tributos sacrificados para apaciguar la desconfianza de los mercados. http://wp.me/p2v1L3-dI
Muy buena entrevista, gracias.
Si la sanidad es concebida como negocio, la consecuencia es menor calidad para quienes carezcan de medios económicos.
En catalunya , una de las primeras acciones de los #iaioflautas fue ocupar las oficinas de la patronal de la sanidad privada,las mismas donde trabajaba el señor- boi ruiz-actual consejero de sanidad de la gereralitat.
Mensaje que como enfermo he mandado al PP y borrado por ellos
Señores del partido popular me parece increíble que borren lo que puse sobre la sanidad yo al igual que otras personas con cáncer o epilepsia lo único que queremos son soluciones pero para ustedes solo somos números, prometieron muchas cosas para conseguir el voto y no han cumplido ninguna es mas a los pensionistas, no es que les recorten, es que la subida de las pensiones no les va a llegar para nada y piensen una cosa ya no somos animales, ya no rebaños, levantaremos la mano, el puño en alto, vamos a dar nuevas fuerzas con nuestro ejemplo y el futuro lo sabrá, se lo prometo y si quieren amenazar aquí estoy yo disparen a este obrero al corazón. Creía que esto era una democracia pero veo que no
Me ha gustado mucho esta entrevista, pero desconociendo el ejemplo a seguir por Cataluña, donde no se por lo que he leído por ahí, no deja de ser una privatización de la sanidad catalana, pues al menos, en el anterior gobierno del CIU, el consejero de sandidad era el presidente de la patronal catalana de sanidad privada, y la gente también salió allí a quejarse de esto y en defensa de la sanidad pública.
Me gustaría que este medio indagase más sobre el asunto, esto es, el modelo de gestión de la sandidad pública catalana.
¡Salud!
Hola,
Muchísimas gracias por tu comentario. ¡Queda apuntada tu sugerencia!
Berta del Río.