Colectivos feministas de Zaragoza tildan de humillante la escultura ‘Víctima’ contra la violencia machista

«Una mujer humillada, rendida, con la cabeza agachada, débil, sola y hundida, inerte e indefensa». Desde la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza describen así la escultura que el Ayuntamiento colocó este jueves en la plaza de César Augusto de la capital aragonesa. El año pasado, el consistorio abrió un concurso con el objetivo de levantar un monumento en homenaje a todas las mujeres que sufren y han sufrido violencia machista. Así, se pretendía «reconocer el coraje de las que se enfrentan al miedo para alzar su voz y empoderarse», tal y como se lee en la placa que acompaña a la figura escogida, Víctima, que representa a una mujer arrodillada y con las manos en la cara, llorando.

La elección ha sido criticada por los colectivos feministas de la ciudad, quienes, en un comunicado, explican que, aunque la idea de levantar un memorial «es magnífica», «la ejecución dista mucho de lo que hubiera sido deseable: mujeres valientes y luchadoras, espejo de dignidad». Cuando el Ayuntamiento hizo público el fallo del concurso, en mayo de 2016, las asociaciones feministas, que habían formado parte del tribunal, mostraron su desacuerdo y una petición en Internet que pedía la retirada del premio logró 4.668 firmas.

Por su parte, el autor de la obra, Fernando Clavo Sanz, detalla en la memoria descriptiva del proyecto que «se trata de una mujer que no puede aguantar más la situación que atraviesa, con las manos enjugándose las lágrimas, con la cabeza agachada para ocultar su rostro marcado por las heridas, tanto físicas como psíquicas, provocado por el maltrato machista, y con los mechones de cabello lacio que caen pesados como si estuvieran mojados y que le dan una sensación de mayor dramatismo a la obra».

Una idea que dista de la resiliencia que ponen en valor desde la Coordinadora de Organizaciones Feministas: «Queríamos que este memorial recordara a todas las mujeres supervivientes que se han enfrentado a esta situación y han conseguido salir, que fuera inspirador para otras y que sirviera para reconocer la capacidad, la lucha y la valentía de todas las mujeres que se han levantado y se siguen levantando cueste lo que cueste». «Queríamos un reconocimiento público a las mujeres en pie, con la cabeza alta, a la solidaridad entre nosotras«, añaden en el comunicado que han hecho público para protestar por la instalación de Víctima.

Desde la asociación Somos +, integrada por mujeres que han atravesado situaciones de violencia de género, dicen no sentirse representadas por esta imagen. «Es humillante, simboliza lo que los agresores quieren que seamos: un ser de rodillas, derrotado. Precisamente, tenemos que apoyar a las mujeres para que se pongan en pie», denuncia Ariadna Marco, presidenta de dicha organización, que ha convocado la mañana de este lunes una concentración para pedir la retirada en el mismo lugar donde se ubica la escultura.

El imaginario social que atribuye a las mujeres el papel de víctimas es una idea sobre la que insisten desde los colectivos feministas: «La imagen de sufridoras y frágiles no se corresponde con lo que somos. Las mujeres estamos luchando por estar en diversos espacios y estar de pie, no humilladas», sentencia Pilar Láinez, portavoz de la Coordinadora Feminista de Zaragoza.

La instalación de la figura pretendía servir, además, como punto de encuentro de las concentraciones contra las violencias machistas que la Comisión de la Mujer de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza convoca el primer martes de cada mes y que, hasta ahora, han tenido lugar en la Plaza de España. «Es muy humillante reunirnos aquí, en esta estatua, cada vez que asesinen a una mujer», lamenta Marco.

Arantxa Gracia, la concejala de Igualdad, de Zaragoza en Común, ha sostenido que el memorial se mantendrá, pero lo acompañará de explicaciones, según informa la agencia EFE. Para Gracia, la escultura transmite el sufrimiento de las mujeres que viven situaciones de violencia machista. «Algo que no se puede negar», declara. «Pero también que hay más de 800 mujeres que pasan por el servicio de igualdad, que se empoderan, que se ponen de pie y que están tejiendo red. Esa es la imagen que se quiere transmitir», explica la edil.