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Dos leyes contra la lgtbifobia en Andalucía
Todos los partidos, salvo el PSOE, han coincidido en el análisis: los socialistas no quieren que Podemos gane un tanto con este colectivo, marca de la era Zapatero.
«Una victoria para la gente: aprobada #LeyLGTBI en @ParlamentoAnd. Si este es el nuevo PSOE de Susana Díaz, España tiene un problema». Íñigo Errejón celebraba ayer con este tuit la aprobación de la tramitación de una ley contra la lgtbifobia en el Parlamento andaluz, rechazada únicamente por el PSOE. «.@ierrejon Olvidas la #LeyLGTBI socialista aprobada hoy por @ParlamentoAnd. Éste es el PSOE de @susanadiaz. No es ético ocultar la verdad», le respondía en la misma red social el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez. El cruce de mensajes escenifica el surrealismo vivido este miércoles en la cámara autonómica, donde dos propuestas prácticamente idénticas han pasado el trámite parlamentario cada una por un lado: una por el PSOE y otra por Podemos, cuyos diputados sí han apoyado la iniciativa socialista.
¿Por qué se tramitan dos leyes iguales sobre el mismo asunto? Todos los grupos parlamentarios, salvo el PSOE, han coincidido en la respuesta: el PSOE no quiere que Podemos gane un tanto con el colectivo lgtbi, al que, como dijo la propia diputada socialista que presentó la propuesta, Soledad Pérez, ha defendido desde la era Zapatero. «Somos herederos de una serie de mandatos históricos con este colectivo», dijo Pérez. «Los socialistas pretenden patrimonializar todo lo que se cuece en Andalucía», denunció el líder de IU, Antonio Maíllo, quien en un discurso emocionante llamó a que «los armarios sólo sirvan para guardar la ropa». «La ley del PSOE ha sido elaborada como respuesta a la de Podemos», afirmó la diputada de Ciudadanos Carmen Prieto. En efecto, la iniciativa de Podemos saca varios meses de ventaja a la del PSOE. «Han hecho todas las trampas posibles para evitar que la de Podemos, mucho más avanzada, fuera debatida en solitario», espetó la diputada del PP Esperanza Oña, cuya posición a favor de la ley ha encendido al sector más conservador de la derecha. El articulista de ABC Antonio Burgos escribía esa misma tarde en Twitter sobre el líder del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla: «El último de Moreno Nocilla… El PP vota con Podemos el cambio de sexo a menores ¡sin autorización paterna!».
A este punto se ha agarrado también el PSOE, que ha recriminado al PP que aquí no tenga en cuenta la mayoría de edad pero sí para el aborto. La propuesta de Podemos, que surge de un trabajo colaborativo con siete asociaciones en defensa del colectivo -De Frente, Antinoo, Arco Iris, ATA, Andalucía Diversidad, Chrysallis y Triángulo- dice lo siguiente: «Ante la negativa de los padres o tutores a autorizar los tratamientos previstos en el número anterior [para el bloqueo hormonal al inicio de la pubertad o para favorecer que su desarrollo corporal se corresponda con el de las personas de su edad] el personal sanitario atenderá al interés superior del menor a su salud en sentido amplio, entre tanto no reciban orden judicial en contra». Como aspecto novedoso, Podemos también propone la inversión de la carga de prueba.
Ambas leyes, similares a las ya aprobadas en Extremadura, Cataluña y Madrid, recogen multas para comportamientos agresivos o constitutivos de acoso, que tengan el propósito o produzcan el efecto de atentar contra la dignidad de estas personas; buscan la implicación de todas las administraciones, especialmente en el sector educativo y sanitario, y pretenden garantizar su cumplimiento a través de un observatorio.