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Un festival colaborativo para financiar el apoyo a los refugiados en el Mediterráneo
El año pasado se recaudaron 116.000 euros, que se destinaron íntegramente a organizaciones que trabajan con personas que huyen de conflictos y en riesgo de exclusión.
Cerca de 3.000 refugiados han muerto en el Mediterráneo desde el pasado enero, mientras las autoridades europeas siguen sin responder de forma efectiva. Ante el bloqueo y la desesperanza, algunos han respondido con música. La tragedia, un año más, se ha convertido en la razón de ser de una nueva edición del festival Esperanzah, que se celebra en El Prat de Llobregat (Barcelona) a principios de octubre y que será el acto principal de una campaña que aúna fiesta y lucha y en la que participan entidades que trabajan con refugiados, como Stop Mare Mortum, Proactiva Open Arms o Pallasos en rebeldia, entre otras.
“Hacer es la mejor forma de decir”, defiende Óscar Rando, prafraseando al intelectual cubano José Martí. Y no es retórica: el año pasado el festival -que contó con la actuación de Manu Chao- logró recaudar 116.000 euros, que se destinaron a organizaciones como las citadas anteriormente. El precio de la entrada, de 12 euros por tres días de actuaciones, va íntegramente a estas entidades. En el cartel destacan Marinah Ojos de Brujo, Els Catarres, La Sra. Tomasa, El niño de la hipoteca o Leo Bassi, entre otros.
“Siempre hemos entendido el festival como un instrumento”, explica Rando. “No nos consideramos organizadores de eventos, sino educadores que trabajamos en un barrio concreto”. Se refiere a San Cosme, un barrio barcelonés con un alto grado de exclusión en el que nació, hace ya casi una década, el colectivo de activistas que organiza la cita.
En las jornadas, en las que habrá también talleres y otro tipo de actividades, participa la Red de Economía Solidaria de Cataluña (XES). “Queremos transformar el mundo y para eso es también crucial transformar la economía, para hacer que no sea lucrativa y se centre en las personas”, detalla Rando. Para este voluntario, el objetivo del festival es “empezar a visibilizar que la suma de esfuerzos individuales y colectivos tiene el mayor poder de transformación”.
Además, el Esperanzah de este año se une al Festiclown, una cita musical y con actuaciones de payasos y humoristas que tendrá lugar en Ceuta para denunciar las políticas migratorias en la frontera sur. También a la flotilla de Mujeres rumbo a Gaza, que se presentará la semana que viene en Barcelona y que tratará una vez más de romper el bloqueo israelí. Muchas voces e iniciativas distintas pero relacionadas entre sí para un festival que pretende unir lucha, fiesta y cultura como si nunca hubieran debido separarse. La Marea ha hablado con algunos de los organizadores:
“El objetivo es crear un espacio de manifestación”
ALGUER MIQUEL (Representante del festival Clownia y miembro del grupo Txarango)
¿Cuáles son sus motivaciones para participar en Esperanzah?
Hace tiempo que entendemos la música como una herramienta de transformación social. Hay mucha gente que trabaja en esta dirección y el paso que hemos dado para construir junto es juntarnos y abrazar una serie de casas que creemos que nos representan, de gente que está trabajando en cosas muy importantes, que están cambiando el mundo. Darles apoyo, abrazarlas e incluso financiar una parte de su trabajo.
¿Cuál es el objetivo del festival?
Lo planteamos como una manifestación. Hay gente que hemos estado muchas veces en campos de refugiados, en Palestina y otros lugares. Mucha gente nos dice: ¿Qué se puede hacer desde aquí? Pues mira, la gente del Esperanzah nos propone algo: hacer este donativo de 12 euros que da entrada a este festival de tres días. Es muy barato con una programación alucinante. Los grupos que participan saben que están haciendo algo más que un concierto o una actuación normal. El objetivo es crear un espacio de manifestación.
“Las mujeres han sido invisibilizadas en muchas luchas”
LAURA ARAU (Coordinadora de Mujeres rumbo a Gaza)
¿Cuál es el objetivo de la flotilla de mujeres que saldrá en dirección a Palestina?
Lo principal es romper el bloqueo a Gaza, pero este año queremos fletar un barco lleno de mujeres para mostrar nuestra solidaridad con las mujeres palestinas. Muchas mujeres están trabajando en colectivos pero quienes dan la cara son los hombres y hemos llegado a la conclusión de que nosotras también tendríamos que ser visibles. Las mujeres a lo largo de la historia han sido invisibilizadas en muchas luchas y la palestina es una de ellas.
Han participado mujeres en anteriores flotillas, como en la del año pasado.
Siempre las ha habido. Pero esta vez todas lo serán la capitana, la tripulación y la prensa que irá dentro. Todas las personas que estén en el barco.
¿De dónde serán estas activistas?
De diferentes partes del mundo, desde Canadá a Nueva Zelanda, pasando por Europa. Va a ser una representación más pequeña que otros años. Tenemos un presupuesto más ajustado, pero entendíamos que debíamos volver a salir porque el bloqueo existe y aunque en medios sólo se hable de ello cuando hay masacres. Desde hace décadas estamos viendo que se producen refugiados palestinos. Los que están en el Líbano tienen una falta de derechos civiles muy grande.
“Queremos levantar risas donde otros levantan vallas”
PABLO MUÑOZ (Pallasos en rebeldía)
¿Por qué forma Pallasos en rebeldia parte de Esperanzah?
Haremos un Festiclown ahora en Melilla, justo antes del festival. La idea es un desembarco de artistas para actuar allí. Lo íbamos a hacer en La Jungla, en el campamento de Calais, pero ha sido imposible por la situación allí, que está peor que mal. Queremos invadir las calles, actuar para los menores, cuyos derechos no son respetados nunca. Hay muchos que están en la calle. La idea es llegar a las plazas, trabajar con asociaciones de allí y levantar risas donde otros levantan vallas, contribuir a la transformación social.
Habéis estado en campamentos de refugiados.
Sí, hicimos una caravana a Idomeni cuando empezó todo. Nos lo encontramos embarrado, con mogollón de niños por allí. En condiciones lamentables pero como siempre la humanidad consigue sacar risas. En Calais, por ejemplo, donde hay muchos menores pero no niños, me dije “¿cómo vamos a actuar aquí, quién se va a reír?”. No podías actuar por la mañana porque se pasaban por la noche intentando colarse en camiones para pasar a Reino Unido. Al final, sin embargo, terminas bailando con ellos, disfrutando y lo agradecemos todos. Vemos que todos somos iguales, que nadie es ilegal, y que todos somos humanidad.
¿Qué actuación harás en el Esperanzah?
Subiré al escenario con Iván Prado y otros compañeros. Haremos una parodia de cómo se comporta un superstar. Lo importante es la risa.
«Nosotros no hacemos distinción entre refugiados e inmigrantes»
MARIA DANTAS – STOP MARE MORTUM
¿A qué se dedica esta plataforma?
Nacimos a raíz de las 800 muertes que hubo en las costas de Italia. Muchas personas y entidades nos reunimos para hacer incidencia política y social, haciendo movilizaciones. Ahora estamos en proyecto jurídico en Grecia con abogados de Cataluña y griegos. Otro de apoyo psicológico para gente voluntaria, otro artístico…
¿Por qué es útil un festival como el Esperanzah?
Pensamos que la cultura puede llevar el mensaje de una forma muy bonita, directa. El drama de los refugiados es el genocidio de este siglo. Por eso insistimos mucho para que la sociedad salga a la calle y denuncie estas políticas migratorias nefastas de la UE. También intentamos cambiar el discurso de los refugiados y los inmigrantes. Nosotros no hacemos distinción. El Estatuto de Ginebra de 1951 nos queda lejos, porque pensamos que alguien que sale de su país porque no puede sobrevivir, por su situación económica -condicionada por países de la UE-, como los inmigrantes subsaharianos, deben tener también derechos.