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El traductor de la Embajada de España en Arabia Saudí denuncia precariedad e indefensión
Abdulatif Haj, que ha trabajado durante 38 años en la Embajada de España en Arabia Saudí, espera la sentencia sobre su indemnización, que ya se ha demorado seis meses.
La situación de Abdulatif Haj, traductor de la Embajada de España en Arabia Saudí durante los últimos 38 años, ha ido de mal en peor. Tras su renuncia voluntaria, se le negó el finiquito que le corresponde según la legislación laboral saudí, y lleva seis meses sin percibir un solo euro por parte de la embajada. A su delicada situación se le une el hecho de que Abdulatif y su mujer son diabéticos, y que él fue operado del corazón hace unos años, lo que le obliga a tener unos gastos derivados de su situación médica que empiezan a ser insostenibles.
Ésta es la situación que denuncia el trabajador en una carta en la que, asegura, no tiene «siquiera casa para vivir». Tampoco puede permitirse «los medicamentos contra la diabetes para mí y mi mujer», que cuestan 4.000 riales saudíes al mes (unos 1.000 euros, aproximadamente). «Estoy operado de las coronarias, y de momento no tengo cobertura de la Seguridad Social para cubrir asistencia médica y los gastos de medicinas», apunta en su carta Abdulatif, padre de tres hijos universitarios.
A la espera de sentencia
El pasado 26 de julio se celebró en Riad la primera jornada del juicio por su caso. «La sentencia es favorable casi segura, pero no es muy posible que el Ministerio utilice todo tipo de maniobras dilatorias para retrasar el pago», apuntaba la petición que algunos de sus compañeros, como el contable en la Oficina Comercial en Riad Juan Ramón Martín Menoyo, pusieron en marcha.
Se espera que el juez saudí dicte sentencia el próximo 29 de agosto. De ser favorable, afectaría a varios casos similares, siempre y cuando el Ministerio acate la sentencia y pague la indemnización y las costas judiciales correspondientes.
Por otra parte, el propio Juan Ramón Martín Menoyo ha recibido una notificación en la que se le informa del inicio de un proceso sancionador contra él, por defecto de forma, en la huelga de hambre de los días 22 y 29 de julio, posteriores a la protesta de la que ya informó La Marea. Menoyo inició la mencionada huelga el pasado mes de mayo para denunciar los abusos de un servicio exterior que «favorece los abusos, la arbitrariedad, y los intereses y privilegios de los cuerpos de diplomáticos y técnicos comerciales».
