Internacional
Respuesta masiva en Alemania contra los conservadores por su colaboración con la extrema derecha
La votación en el Bundestag que ha desatado las protestas incluía controles fronterizos permanentes, rechazo de migrantes y el fin de la reagrupación familiar para refugiados.
BERLÍN // La cooperación de los conservadores de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) con la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD) ha desatado una ola de manifestaciones en todo el país, con más de medio millón de personas que han salido a la calle, desafiando al frío, durante el fin de semana. En esta ocasión, las protestas no se han dirigido solamente a alertar del peligro que supone AfD para la democracia sino que han incidido contra los conservadores alemanes. Su líder, Friedrich Merz, no solo ha asumido el discurso de los extremistas en materia de migración sino que, a tres semanas de las elecciones, ha acabado con el pacto no escrito de mantenerlos aislados.
A pesar de que se trataba de una resolución no vinculante, este hecho representó la primera vez en la historia reciente que la CDU logra una mayoría parlamentaria con los votos de la extrema derecha, en un país cuya historia reciente está marcada por el rechazo al fascismo.
En total, entre el viernes y el domingo, entre 550.000 y 700.000 personas participaron en más de 100 manifestaciones en todo el país, según un análisis de Die Tageszeitung (taz). Desde comienzos de enero, el número total de manifestantes supera los 1,1 millones.
“La CDU está asumiendo el discurso de AfD. Me parece muy grave, me da muchísimo miedo lo que pueda pasar en este país después del 23 de febrero y por eso creo que es muy importante salir a la calle a decirle a Merz que el camino que ha tomado es contrario a lo que es este país”, asegura Sarah, alemana de 35 años, que fue este domingo a la manifestación de Berlín con sus compañeras de piso. Como ella, miles de personas ancianas, familias con niños pequeños, ciclistas o grupos de jóvenes se han manifestado para espantar el miedo. “No al fascismo”, “Nunca más” o “2025, ¿1933?”, decían los carteles, que comparaban la situación actual con la historia bien conocida de la llegada al poder de Hitler por vía democrática.
También pedían algunos carteles a Merz que hiciese caso a la excanciller Angela Merkel, quien en plena campaña electoral emitió un comunicado criticando la estrategia de su sucesor y recordándole que, en noviembre, él mismo dijo que “solo buscaría mayorías con los partidos de centro”.
Sí ha sido la voz más destacada pero no la única dentro de la CDU en cuestionar la estrategia del candidato a canciller. El publicista Michel Friedman y reconocida figura en la comunidad judía alemana abandonó este jueves el partido en el que ha militado durante 40 años como protesta por el giro de Merz e incluso participó en el acto en Berlín, donde recordó que el Artículo 1 de la Ley Fundamental alemana, que establece que «la dignidad humana es inviolable», y tildó de «error inexcusable» la decisión de la CDU de aliarse con “el partido del odio”.
Más protestas en el congreso de la CDU
La polémica votación en el Bundestag, que era de carácter no vinculante, incluía un plan de cinco puntos que prevé controles fronterizos permanentes, rechazo de migrantes y el fin de la reagrupación familiar para refugiados, entre otros aspectos. Ese plan será analizado en el congreso que la CDU celebra este lunes en Berlín. La Policía ya ha autorizado al menos ocho concentraciones en las inmediaciones del recinto ferial.
Este congreso es clave para el futuro del partido y determinará si hay unidad en torno a su candidato o si por el contrario alguno de los 1.001 compromisarios expresa críticas en público a su estrategia, que parece ser una pequeña ventana de oportunidad para la movilización de la izquierda.
Alemania enfrenta un momento crucial en su historia reciente: la sociedad civil se moviliza contra la normalización de la extrema derecha, pero el rumbo político que tome la CDU podría determinar el futuro del país. A estas alturas se da por hecho que Merz será el candidato más votado, con cerca de un 30% de los votos, seguido de la AfD, a quien las encuestas le dan entre un 20% y un 23%, y de los socialistas que lidera el actual canciller, Olaf Scholz, que según las previsiones obtendría alrededor de un 15% de los votos. Está por ver cómo queda el juego de equilibrios y si, en caso de ganar las elecciones como se prevé, Merz cumple su palabra de no pactar bajo ningún concepto con AfD, o si ese “cortafuegos” se sigue apagando.