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Banco Sabadell: El arte de llevarse bien con todo el mundo
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, se adapta con habilidad a los cambios en el entorno político.
El Banco Sabadell es uno de los pocos ganadores del cataclismo en el sector financiero español a raíz del estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008. La entidad catalana ha aprovechado la oportunidad de comprar bancos y cajas fallidas y saneadas con dinero público, como el Banco Guipuzcoano o Caja Mediterráneo (CAM), para dar el salto de un instituto mediano regional a situarse en el Top 5 de la banca española. Con la adquisición del TSB en Reino Unido en 2015, la entidad presidida por Josep Oliu se hizo presente de golpe en la escena europea.
Oliu, de 66 años, 30 de ellos en el Sabadell, intenta seguir la línea de todo buen banquero: llevarse bien con todos los partidos políticos sin adoptar posiciones. «Tomaremos todas las decisiones empresariales que creamos convenientes al margen de la política», comentó el propio Oliu en una conferencia de la Cámara de Comercio de Sabadell en enero pasado. Y subrayó que su banco «no hace, no hará y no ha hecho nunca» política.
Esta supuesta neutralidad no quiere decir que la entidad de Oliu no esté interesada en cultivar buenas relaciones con los dirigentes políticos, como todos en un sector que depende más que muchos otros de la regulación y las normativas de las administraciones. Sin ir más lejos, Oliu compareció con el nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en una rueda de prensa conjunta en marzo para presentar un libro sobre comerciantes catalanes. El histórico dirigente de Convergència i Unió (CiU), Miquel Roca, es el secretario del consejo de administración del Sabadell desde 2000.
En abril del año pasado, el banco fichó como consejero independiente a David Vegara, un economista que ya había trabajado en los servicios de estudios del Sabadell antes de su paso por la política como secretario de Estado de Economía en el anterior gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
Un gesto hacia un antiguo referente del Partido Popular, sin embargo, hizo mucho daño a la cuidada imagen de la entidad catalana, que se había trabajado una gran proyección a nivel nacional con la campaña publicitaria protagonizada por personajes famosos de ámbitos diversos, como el tenista Rafa Nadal o la cantaora Estrella Morente. En octubre de 2014, el Sabadell facilitó el aval de tres millones de euros para la fianza de Rodrigo Rato por el caso de las tarjetas black en Caja Madrid.
El favor al ex vicepresidente económico del gobierno de José María Aznar y exdirector del Fondo Monetario Internacional provocó un gran revuelo público. El consejero delegado del Sabadell, Jaume Guardiola, admitió después que el aval a Rato había producido «cierto desgaste» para la entidad «en un momento de sensibilidad social extrema».
El «Podemos de derechas»
Antes del error de garantizar la fianza de Rato, Oliu había hecho unas declaraciones que trajeron cola. Durante un encuentro del Círculo de Empresarios, el banquero fue preguntado por Podemos, el partido de izquierdas que acababa de irrumpir en el mapa político al ganar un 8% de los votos en las elecciones al Parlamento Europeo en mayo de 2014. Oliu propuso crear «una especie de Podemos de derechas» ya que «el que tenemos asusta un poco». El banquero, aparentemente, dijo estas frases en un tono jocoso, pero sus palabras fueron usadas más tarde por los rivales políticos de Ciudadanos para atribuirles supuestas conexiones con el Ibex-35. Tras el éxito del partido de Albert Rivera en las elecciones autonómicas y municipales de 2015, Oliu insistió en que él no tenía nada que ver con el ascenso de esta fuerza.
Esos mismos comicios produjeron un cambio radical en casa del presidente del Sabadell con la llegada de Barcelona en Comú de Ada Colau al ayuntamiento barcelonés. Pocos días después de la victoria de la antigua activista, Oliu dijo sobre Colau que «era un personaje digamos conocido y hasta ahora folclórico, pero a partir de las elecciones se ha convertido en un personaje institucional. Es la alcaldesa de Barcelona, y por las relaciones que tiene el banco con el Ayuntamiento de Barcelona me gustaría conocerla». Al día siguiente, el banquero se disculpó en la Junta de Accionistas por haber usado el término «folclórico».
En septiembre de 2015, Colau se reunió por primera vez con Oliu para hablar de las multas que empezaba a imponer el Ayuntamiento de Barcelona a los pisos vacíos de los bancos y otros asuntos. A diferencia de la mayoría de sus competidores, el Sabadell siempre ha destacado que nunca ha ejecutado un desahucio de una familia de su primera vivienda, sin ofrecer una alternativa habitacional, un hecho reconocido por la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH).
En cualquier caso, las preocupaciones políticas de Oliu no han desaparecido. Antes de las elecciones generales del 20-D, Oliu reflexionaba sobre el declive de CiU a nivel nacional: «Claro que ahora ya no existe el papel del partido bisagra que históricamente siempre había recaído en CiU. Que sea lo que Dios quiera”.