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El ministro de Economía francés crea un movimiento político “ni de izquierdas ni de derechas”
Durante la presentación, Emmanuel Macron lanzó guiños a los indignados que participan en #NuitDebout. Le Monde, Le Figaro, Le Parisien y otros grandes diarios de Francia han recibido con entusiasmo la noticia.
En medio de un contexto marcado por las manifestaciones contra la reforma laboral, el surgimiento del movimiento de indignados Nuit Debout (Noche en pie) y las constantes tensiones en el seno del Gobierno francés, el ministro de Economía y Finanzas galo, Emmanuel Macron, acaba de lanzar su propio “movimiento político”, que “no será ni de derechas ni de izquierdas”. La formación está registrada en la casa de Laurent Bigorgne, presidente del Instituto Montaigne, un influyente club de empresarios vinculado a la patronal, según revelaba este mediodía Mediapart. La directora de la web es la mujer de Bigorgne, Véronique Bolhuis.
Durante la presentación de “En Marche!” (“¡En marcha!”), nombre con el que bautizó al proyecto, el ministro lanzó guiños al movimiento de indignación inspirado en el 15-M que desde hace una semana recorre las principales ciudades del país en forma de asambleas ciudadanas y pequeñas acampadas en las plazas. “La única ambición que tenemos es radical, un poco loca incluso (…). Hay tal energía en el país…”, declaró Macron. Habida cuenta la escasa popularidad del gobierno de Hollande y del propio titular de Economía, la probabilidad de que Macron logre canalizar apoyos entre los indignados franceses es muy baja.
Una fuente del círculo de confianza de Macron explicó al diario Le Parisien que la finalidad de “En Marche!”, tal y como bautizó al proyecto político, es “sensibilizar al país, buscar a la gente de las asociaciones y las regiones, antes que a sindicatos y partidos”. No obstante, el perfil de Twitter de “En Marche!” resume el espíritu del proyecto de otra forma: “Para quienes rechazan que el país permanezca bloqueado, tengan gusto por el trabajo, el progreso y el riesgo, y como valores la libertad, la justicia y Europa”. Macron pertenece al ala más liberal del gobierno socialista francés, y ha reiterado en numerosas ocasiones su admiración por la reforma laboral española. Su ley insignia, la “Ley Macron”, eliminó las barreras para alargar la semana laboral a más de 35 horas semanales.
Este miércoles por la noche el polémico ministro socialista, padre de una reforma de la economía aprobada en 2015 y calificada por diputados de su mismo partido como “demasiado liberal”, confirmó un rumor que se remonta a principios de marzo. El ministro más joven del Ejecutivo francés –tiene 38 años- explicó que la puerta de su proyecto político está abierta a cualquiera que proceda de otro “partido republicano”, lo que en teoría excluiría al Frente Nacional pero no a Les Républicains, el partido de Nicolas Sarkozy. También admitió que llevaba tiempo consultando y buscando socios para crear “En Marche!”.
Aunque declaró que “esto no será un movimiento para tener un candidato enemigo para la presidencia”, el paso adelante de Macron lo convierte en un posible rival de François Hollande, el presidente con menor índice de popularidad desde que Francia recuperó su soberanía tras la Segunda Guerra Mundial. En varias ocasiones Hollande afirmó que sólo presentaría su candidatura a la reelección en las presidenciales de 2017 si logra la recuperación del empleo, un objetivo que de momento no ha logrado. Le Monde, Le Figaro, Le Parisien y otros grandes diarios de Francia han recibido con entusiasmo la noticia.
Apenas un año antes de las elecciones presidenciales, este anuncio supone un nuevo revés para el presidente Hollande, que en los últimos meses ya ha enfrentado otras crisis en el seno del Partido Socialista francés. Entre éstas destaca la que originó su frustrado intento de retirar la nacionalidad a quienes cometieran actos terroristas -que motivó la dimisión de la ministra de Trabajo- y el constante desplante de diputados socialistas ante la reforma de la Constitución que pretende instaurar de forma indefinida el estado de emergencia, o la nueva y controvertida ley del trabajo que ha servido de detonante para el recién nacido movimiento de indignados franceses. Otro alto cargo que podría darse por aludido es el primer ministro Manuel Valls, mano dura del gobierno Hollande y a quien se presumen claras aspiraciones al Elíseo.
Actualización 21 h