Política | Revista mensual
El principio del fin de la Audiencia Nacional
"Si al caso de los titiriteros añadimos las arbitrarias detenciones por tuits, tenemos que este tribunal no goza de prosperidad", sostiene la autora.
Hace tiempo que la Audiencia Nacional ha dejado de parecer a la sociedad un órgano de Justicia y se está percibiendo como un poder aparte o independiente del poder judicial, más próximo al poder mismo que a la Administración de Justicia. ¿Por qué esta percepción, 39 años después de su creación?
Tal vez tenga que ver con su origen mismo: se crea mediante una norma franquista, el Real Decreto 1/1977 de 4 de enero, precisamente coincidiendo con la supresión de los Juzgados y Tribunales de Orden Público, que se llevó a cabo mediante Real Decreto 2/1977 de 4 de enero. Pero se dirá, con razón, que todo esto no fue más que una casualidad, pues la derogación de los Juzgados y Tribunales de Orden Público conllevó el traslado de jueces y magistrados de estos órganos a la jurisdicción ordinaria. Por tanto, si estos funcionarios no arribaron a la recién creada Audiencia Nacional, es evidente, alegan algunos, que la Audiencia Nacional no se creó en sustitución del denominado TOP (Tribunal de Orden Público).
Puedes leer el análisis completo en La Marea 36.