Internacional
Susto o muerte para Merkel en las elecciones del domingo
Los comicios en tres Estados federados pueden confirmar el auge del xenófobo AfD. La canciller tiene poco que ganar, ya que los candidatos de la CDU se han desmarcado de la gestión de la crisis de los refugiados de Merkel.
Angela Merkel sigue gozando de los mayores niveles de popularidad en la política alemana, y su formación, la Unión Democristiana (CDU), mantiene una ventaja abismal en las encuestas sobre la segunda, el Partido Socialdemócrata (SPD). Sin embargo, la canciller alemana se juega mucho en las elecciones de este domingo en tres Estados federados (Länder). Por primera vez en sus diez años en el poder está siendo cuestionada dentro de sus propias filas a causa de la política con los refugiados.
Ante la cita electoral, lo único que parece fuera de cuestión es que se confirmará el auge de Alternativa por Alemania (AfD), el partido xenófobo que se aúpa sobre el rechazo y preocupación que suscita la llegada masiva de personas refugiadas a Alemania (más de un millón en 2015). Muchos alemanes y votantes de la CDU desaprobaron la política de puertas abiertas con la que Merkel afrontó la ola migratoria en un principio, simbolizada en el famoso selfie que se hizo con refugiados recién llegados a Alemania.
Ahora la canciller ha dado un giro radical al promover el controvertido acuerdo en la Unión Europea -pendiente de ser ratificado en la cumbre de jefes de Gobierno la semana que viene- que cierra la puerta a los refugiados y permite devolverles a Turquía. Pero parece que este cambio de rumbo llega demasiado tarde para recuperar a aquellos que llevan tiempo exigiendo un cierre de fronteras, mientras que decepciona a los que hasta ahora habían aplaudido la política de acoger a los cientos de miles de personas que huyen de las guerras en Siria, Iraq y Afganistán.
En el mitin de cierre de campaña, Merkel defendía su idea original de permitir la entrada a todos los refugiados. “Hay situaciones, como en el otoño pasado, en las que no se puede mantener largos debates de principios”, dijo. Pero a renglón seguido, exigió a los inmigrantes un mayor esfuerzo para la integración.
Aquí va el escenario de partida en los tres Länder en liza:
Sajonia-Anhalt (2,3 millones de habitantes):
En la Alemania del Este, el empuje de la AfD es más fuerte que en el Oeste –el partido ya está presente en los parlamentos regionales de Brandemburgo, Turingia y Sajonia-. Las encuestas otorgan a la formación racista un 18% del voto, frente al 10% a nivel nacional. En la antigua RDA, los partidos tradicionales tienen menos arraigo y mucha gente, harta del retraso económico y el paro, son proclives a votar a opciones más radicales. De hecho, en los comicios regionales en el Este en 2014, AfD se benefició de un trasvase importante de votantes que en las anteriores elecciones habían apostado por Die Linke: la izquierda que tiene parte de su origen en el partido comunista de la RDA.
Aun así, la CDU, que lleva muchos años gobernando en este pequeño Land oriental, es el favorito con un 30% del voto, según los sondeos. Pero la reedición de la gran coalición con el SPD está en el aire.
Baden-Württemberg (10,8 millones de habitantes):
El tercer Estado federado más poblado de Alemania y uno de los más ricos ha sido el principal feudo de la CDU desde la creación de la República Federal. Hace cinco años cedió por primera vez el Gobierno a una coalición encabezada por los Verdes, junto con el SPD. Ahora todo indica que el partido ecologista hará historia al convertirse por primera vez en la principal fuerza en un Land. Las encuestas le dan más del 30%. Este tirón tiene mucho que ver con la buena imagen del primer ministro de Baden- Württemberg, Winfried Kretschmann, del ala más conservadora de los Verdes. El dirigente ecologista alababa la política con los refugiados de Merkel, mientras el candidato de la CDU intentaba desmarcarse ligeramente. Quedar segundos en su antiguo feudo, la tierra del ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble, sería un duro golpe para los democristianos y para la canciller. La AfD podría ganar más del 10%, según las encuestas y el SPD desplomarse al 14%, lo cual podría complicar la reedición del gobierno de coalición con Kretschmann.
Renania-Palatinado (4 millones de habitantes):
En este Land mediano, situado entre el Rhin y la frontera con Francia, se da la batalla más importante para Merkel, según coinciden los comentaristas alemanes. La candidata democristiana Julia Klöckner parte con una mínima ventaja en los sondeos frente a la primera ministra, Malu Dreyer, del SPD, 35% y 33% respectivamente. Tras 25 años de gobiernos socialdemócratas, recuperar esta tierra de viticultores, más bien conservadora y cuna del excanciller y padrino político de Merkel, Helmut Kohl, supondría un éxito considerable para la CDU, que lleva años sin poder celebrar grandes triunfos en las elecciones regionales.
Irónicamente, para la canciller podría resultar una victoria amarga. Klöckner es, a sus 43 años, una de las promesas de la CDU y aspira a suceder a Merkel. Durante la campaña también se ha desmarcado de la política de refugiados del gobierno federal al proponer un tope de personas que podrían ser acogidas, una idea que calificó como “Plan A2”. Era un gesto calculado para no desautorizar por completo la línea de la canciller.
Dicen que Klöckner es muy leal a Merkel y que no intentaría organizar un motín interno, pero un posible triunfo electoral de la vicepresidenta de la CDU, que se hizo muy popular en la región como reina del vino, daría alas a todos los dirigentes conservadores descontentos con la gestión de la crisis de los refugiados de Merkel.
En Renania-Palatinado, los sondeos sitúan a AfD por debajo del 10%, pero los expertos advierten de que el voto para la ultraderecha es difícil de detectar. Si supera esta marca y frustra la victoria de Klöckner, los críticos de Merkel podrían verse tentados a echarle toda la culpa a la canciller.