Internacional
Gaza celebra el preacuerdo de alto el fuego mientras afronta 72 horas de incertidumbre y miedo
La Franja en particular, y Palestina en general, se enfrenta a un futuro incierto. Con el enclave completamente devastado por los ataques, una posible reconstrucción se hace inimaginable en el corto plazo.
En mitad de la devastación y tras 15 meses de un trauma difícilmente superable, la población gazatí aún tuvo fuerzas para celebrar en las calles de la Franja el preacuerdo de alto el fuego firmado entre Israel y Hamás ayer miércoles, 15 de enero.
46.700 muertos después, la ciudadanía palestina celebró la noticia en diferentes ciudades del enclave, como Deir al-Balah o Jan Yunis, donde hombres, mujeres y niños levantaron sus brazos al cielo en una mezcla de felicidad y de rabia tras vivir, desde el 7 de octubre de 2023, un genocidio en su territorio como represalia israelí tras los atentados de Hamás.
Gaza contuvo el aliento durante los últimos días ante un acuerdo que se decía «inminente» por parte de las diferentes fuentes que participaban en la negociación pero que no terminaba de llegar. Los antecedentes tampoco invitaban al optimismo: no era la primera vez que el Gobierno de Israel boicoteaba una posible tregua. Ya lo hizo a mediados del pasado año, ante un texto prácticamente calcado al que finalmente se ha aprobado pero que el gabinete de Benjamin Netanyahu, entonces, se negó a rubricar.
Hoy lo ha vuelto a hacer. La oficina del primer ministro sionista ha retrasado la reunión de su gabinete para la firma definitiva del acuerdo tras acusar a Hamás de crear una «crisis de último minuto» por, supuestamente, modificar detalles del borrador de alto el fuego. No obstante, el grupo islamista que controla actualmente la Franja ha negado la acusación lanzada por Netanyahu y ha asegurado que está «comprometido con el acuerdo». Por su parte, la radio pública israelí, Kan, ha desvelado las razones reales del retraso en la votación gubernamental: las presiones por parte de los socios más radicales del Gobierno, que consideran que la tregua y el posible fin de la masacre es una «rendición» ante Hamás, lo que podría llevarles a abandonar el Ejecutivo.
Incertidumbre y más ataques
A pesar de las celebraciones, la población de la Franja contiene el aliento. No solo por una posible negativa de Tel Aviv en el último minuto, sino también porque los ataques de las Fuerza Armadas israelíes no han cesado ni cesarán, en principio, hasta el próximo domingo al mediodía. Así, mientras los gazatíes tomaban las calles para celebrar el preacuerdo, el Ejército hebreo seguía masacrando civiles en el enclave. Entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves (es decir, ya después de la firma del pacto), 71 personas murieron en la Franja bajo el fuego israelí, según ha anunciado Hamás.
La mayor parte de ellos fueron asesinados en la Ciudad de Gaza, donde perdieron la vida 61 personas, de las cuales 25 eran mujeres y 19 niños. A esas bajas habría que agregar otros 200 heridos.
Según el periodista Anas al Sharif, reportero de Al Jazeera en la Franja, «el ritmo de los bombardeos ha aumentado drásticamente en las últimas horas», lo que supondría una estrategia deliberada de la Tzáhal para causar el máximo daño posible antes de la entrada en vigor de la tregua definitiva.
Ante esto, la población gazatí guarda cautela, pues no sabe con certeza qué sucederá durante los próximos tres días en el enclave.
Un destino incierto
Más allá de lo que pueda acontecer en las próximas horas, Gaza en particular, y Palestina en general, se enfrenta a un futuro incierto. Con el enclave completamente devastado por los ataques, una posible reconstrucción se hace inimaginable en el corto plazo. Según los cálculos de la ONU, la recuperación de una cierta normalidad en el territorio, con más de la mitad de estructuras destruidas, podría llevar hasta 16 años y tendría un coste de unos 50.000 millones de dólares. Pero estimaciones se realizaron en mayo de 2024 por lo que, tras ocho meses más de ataques, los cálculos podrían ser muy superiores.
A ello hay que añadir la situación humanitaria de los más de 2 millones de personas que todavía viven en la Franja, la mayor parte de ellas desplazadas. Tras 467 días de bloqueo de la ayuda humanitaria, la apertura del corredor de Filadelfia para la entrada de suministros básicos es indispensable.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca también genera multitud de dudas entre los analistas geopolíticos. El nuevo presidente es probable que otorgue un apoyo sin concesiones a Israel que dificultará la posibilidad de llegar a la conocida como «solución de los dos Estados», es decir, la creación de un Estado palestino con plena autonomía. Asimismo, los planes expansionistas de Israel, tanto en Cisjordania como en Gaza, tampoco encontrarán un contrapeso en la Administración Trump.
El presidente saliente, Joe Biden, entregará una hoja de ruta al nuevo gabinete presidencial en el que se contempla que sea la Autoridad Nacional Palestina (ANP) –actualmente en el gobierno de Cisjordania– la que asuma también el poder en la Franja de Gaza.
Mayor número de muertos
Aunque la propaganda israelí haya cuestionado la cifra de muertos ofrecida por el Ministerio de Salud gazatí –en manos de Hamás–, el número oficial de personas asesinadas es, posiblemente, inferior al real. Así lo han afirmado diversos organismos independientes y estudios científicos. El último de ellos, publicado en la revista The Lancet, estima que el número de muertos es un 41% superior, lo que supondría superar los 64.000.
De este modo, durante los próximos meses, y pese al cese de los ataques tras la firma definitiva de la tregua, la cifra seguirá creciendo conforme se vayan encontrando cadáveres bajo los escombros.
Oh, niñas y niños traviesos de Gaza,
que me molestáis constantemente con vuestro griterío bajo mi ventana,
que llenáis cada mañana de prisas y de caos,
que me rompisteis el jarrón y me robasteis la solitaria flor que tenía en el balcón,
volved
y gritad cuanto queráis,
y romped todos los jarrones,
y robad todas las flores,
volved,
solo volved …
-Khaled Juma, poeta palestino-