Economía | Laboral
Una imagen poco habitual: trabajadores de El Corte Inglés protestando por sus derechos
Jornadas de hasta 10 horas y semanas de 60 llevaron a la CGT a convocar unas manifestaciones en Madrid que los sindicatos mayoritarios observan con suspicacia: aducen que apenas representan a la plantilla.
El pasado 8 de enero no solo empezaron las rebajas. En torno a 150 trabajadores y trabajadoras de El Corte Inglés se movilizaron en Madrid para reivindicar mejoras en sus condiciones laborales, tanto económicas como a nivel de horarios. La estampa que dejó la protesta no es nada habitual en esta empresa, donde apenas se ha agitado la calle en las últimas décadas para avanzar en derechos laborales. Aquella manifestación fue convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), central sindical que representa a una parte reducida de la plantilla si se la compara con FETICO y Valorian, los dos sindicatos mayoritarios de la compañía.
“He visto cómo los derechos y las buenas condiciones que teníamos han ido a menos”, explica Melissa Caycho, secretaria de la sección estatal de CGT en la compañía, con 20 años de experiencia a sus espaldas en El Corte Inglés. Según desgrana, las movilizaciones se focalizan en unas jornadas laborales que obligan a los empleados a permanecer hasta 10 horas al día en el centro de trabajo, en donde una hora es para comer, lo que les hace llegar a realizar, algunas semanas, hasta 60 horas. La libranza también es otro problema, pues pueden pasar más de 10 días sin tener un día libre. Tampoco cobran un plus por trabajar domingos y festivos.
Estas condiciones, asegura la sindicalista, tienen consecuencias a nivel físico y mental. “Desde que entramos en la representación de la empresa nos hemos dado cuenta de que aquí está todo por hacer. Durante todo este tiempo tendrían que haber realizado diversos estudios de riesgos psicosociales, y no lo han hecho”, explica Caycho. Por el momento, CGT ha conseguido representación en los centros de El Corte Inglés del barrio de El Bercial, en Getafe, y en el de la calle Goya, en la capital.
Inspección resuelve en contra de El Corte Inglés
A partir de ahí procuran, a través de Inspección de Trabajo, que se subsanen algunas irregularidades que, a su entender, comete la compañía. “Hemos intentado hablar con la dirección, pero no atienden a nuestros requerimientos”, denuncia.
Gracias a la inspección la CGT ha conseguido una resolución a su favor, esta vez a cuenta del registro horario. “Todos fichamos, pero no tenemos acceso a esa información, cuando la ley sí indica que trabajadores y representación legal de la plantilla tienen derecho a ello”, afirma Caycho. Desde El Corte Inglés aseguran a La Marea que “las condiciones laborales se enmarcan en el convenio colectivo firmado por los sindicatos” y que no tienen constancia de ninguna resolución desfavorable.
Juan Pedro Carmona lleva 20 años trabajando en El Corte Inglés de Alcalá de Henares. Todavía recuerda sus comienzos, en el Hipercor, donde únicamente trabajaba el primer domingo de cada mes, le pagaban un plus por ello, y además conseguía un día libre extra. Ahora todo ha cambiado, cuenta. “En Navidades esto ha sido una locura. El último día que libré fue el 19 de diciembre, y he trabajado hasta el 12 de enero sin descanso más allá de los festivos en los que el centro no abre”, relata.
Estos horarios, explica, le han imposibilitado poder disfrutar de su hijo, de 10 años: “Tantas horas son inaguantables. Hay que sacar fuerzas de donde no las tienes para poder hacer algún plan en familia”.
Algo diferente es el caso de Irene Fernández, trabajadora de la tienda que Sfera tiene en Fuencarral, Madrid. Sfera fue absorbida por El Corte Inglés hace unos años: “Aquí las condiciones son incluso peores. Tenemos comisiones e incentivos más bajos que los demás. Yo tengo una jornada reducida, pero muchas de mis compañeras tienen jornada completa y no llegan a 1.200 euros al mes con cuatro pagas extra prorrateadas”, añade.
Ella también tiene un hijo. Por eso, en un momento dado pidió la media jornada y el horario de mañana. “Trabajaba en El Corte Inglés y me presenté a las elecciones por CGT. Me aceptaron el cambio. Ahora tengo peores condiciones y no puedo ser delegada porque nuestro convenio es diferente. Me dieron lo que quería para quitarme de en medio”, sostiene Fernández.
Los sindicatos mayoritarios, contra las protestas de CGT
La cuestión del horario laboral y de las jornadas extenuantes que miles de trabajadores de El Corte Inglés se ven obligados a realizar ha encontrado eco en la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Tras conocer los motivos por los que CGT llamaba a la movilización, aseguró que la Inspección de Trabajo revisará las jornadas realizadas en esta empresa durante las fiestas navideñas. “Ningún periodo de Navidad justifica un recorte en derechos laborales”, enunció.
Por otra parte, dichas jornadas están amparadas en un acuerdo firmado en 2017 por FETICO y Valorian, los sindicatos con más presencia en la empresa. El Corte Inglés, en cualquier caso, no ha esgrimido ese acuerdo en su defensa, sino que se ha remitido directamente al convenio colectivo.
FETICO ha declinado realizar declaraciones a La Marea, mientras que desde Valorian remiten la entrevista a su presidente, Miguel Venegas, realizada por Servimedia, para abordar las cuestiones planteadas en las protestas de la CGT. En ella señala que los sindicatos han luchado para reducir el número de domingos y festivos trabajados, que los incentivos que percibe la plantilla están “claros” y que esos horarios ampliados de 9 horas, 10 con la de la comida, no se dan en todas las regiones del país.
En CC. OO., también presente en el Comité Intercentros de El Corte Inglés junto a FETICO y Valorian, han preferido no realizar ninguna declaración sobre el asunto, pero sí han recordado la carta que desde el comité enviaron a Díaz después de escuchar sus palabras. En ella indicaban que CGT representa al 0,33% de la plantilla. “Consideramos que emitir afirmaciones de esta magnitud sin previamente contrastar la situación ni evaluar la relevancia real de dichas protestas es un error que distorsiona la realidad”, llegaron a escribir.
Muy diferente es lo que sostiene Caycho, desde CGT, quien tilda de “amarillo” a Valorian, “que fue creado por El Corte Inglés”, dice. “En El Corte Inglés no hay cultura sindical. Las grandes luchas de los años 70 y 80 quedaron muy atrás. Tampoco comunican nada a la plantilla. Todo lo que se acuerda lo tratan y conocen únicamente estos sindicatos mayoritarios”, se queja.
Le sigue Carmona, el trabajador de Alcalá de Henares, que llegó a ser delegado sindical y miembro del comité de empresa bajo las siglas de uno de esos sindicatos y ahora está afiliado a CGT. “Lo dejé porque no se movían, no hacían nada. Si tenemos esta pérdida de condiciones laborales y económicas constantes es porque los sindicatos que hay lo permiten”, subraya. Tampoco llega a entender por qué el Comité Intercentros ha respondido a la ministra de Trabajo de esa forma, “defendiendo a la patronal y sus intereses, y olvidando al trabajador”. Fernández, empleada en Sfera, declara que entre la plantilla de esta firma de ropa “hay mucho miedo porque jamás ha habido representación sindical”.