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El pulso entre Sánchez e Iglesias, en punto muerto
PSOE y Podemos están tratando de arrinconarse mutuamente para que el otro ceda la posición de poder.
Las negociaciones siguen totalmente abiertas después de la reunión este viernes entre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y de Podemos, Pablo Iglesias. Este último pretende atraer a los socialistas hacia la izquierda para formar un gobierno “de cambio”, que ponga énfasis en políticas económicas progresistas y que vete la entrada de Ciudadanos. “Creo que Sánchez prefiere un Gobierno con nosotros que con las derechas”, ha repetido Iglesias estos días. Por su parte, Sánchez trata de mantener el control de las negociaciones y afea la pretensión “en exclusiva y excluyente” de Podemos.
Mejor resultado tuvo, aparentemente, la reunión entre Ciudadanos y el PSOE. «La reunión se ha desarrollado en un buen clima. Básicamente hemos coincidido en la voluntad de diálogo, de acuerdo, entendimiento y de negociar desde la próxima sesión», destaco el viernes por la tarde el portavoz socialista, Antonio Hernando. El vicesecretario de Ciudadanos, José Manuel Villegas, también destacó la buena voluntad por ambas partes, que se reunieron durante unos 75 minutos.
Tanto es así, que el PSOE se ha comprometido a publicar en su web el próximo lunes a las 10 un «documento-programa de gobierno que tiene su génesis en el programa electoral del PSOE», anunció Hernando.
Nuevas estrategias
PSOE y Podemos están tratando de arrinconarse mutuamente para que el otro ceda la posición de poder. Si bien Iglesias alerta contra la posible alianza de los partidos del “búnker” -en referencia a los socialistas, PP y Ciudadanos-, Sánchez ha declarado este viernes que, si Podemos sale de unas negociaciones en las que participe Ciudadanos, “tendrá que explicar a los votantes de Podemos por qué vota con el PP en contra de un Gobierno progresista”. El líder del PSOE también reivindica la intención de construir un gobierno con un programa “de progreso”.
Han sido 75 minutos de reunión entre los dos dirigentes de izquierdas que no parecen haber acercado la posibilidad de formar un ejecutivo. Sánchez parece contento con oponerse a que gobierne el PP, mientras que Iglesias quiere excluir a Ciudadanos porque, en sus palabras, tiene un programa “incompatible” en materia económica -que ha llegado a comparar con el ideario de FAES- con el de su formación. Incluir a los de Rivera también daría a Sánchez mayor aire ante el empuje de Podemos, que en la última encuesta del CIS, esta semana, ha visto aumentadas sus expectativas en el caso de que se celebraran nuevas elecciones.
Otro punto clave de las negociaciones está siendo el referéndum en Cataluña. Para Podemos es un punto clave para lograr acuerdo, algo en lo que ha insistido también este viernes la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Si finalmente se optara por una alianza PSOE-Podemos, sería necesario que los partidos independentistas no votaran en contra, para lo que también se haría necesario el referéndum. Sin embargo, parece una concesión inasumible tanto para PSOE como para, aún más, Ciudadanos. El Gobierno en funciones, en boca de Soraya Sáenz de Santamaría, ha adoptado una actitud agresiva y ha advertido a los de Sánchez que lograr un gobierno con el apoyo de fuerzas independentistas sería un motivo de ruptura del pacto constitucional.