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“No aceptamos ser criminalizadas, salimos a reivindicar nuestros derechos”
Están citadas a declarar tras una denuncia presentada por la Asociación Española de Abogados Cristianos, que ven en la procesión un delito contra las creencias religiosas y un delito de provocación a la discriminación, al odio y a la violencia, con una pena de prisión de uno a cuatro años.
Salieron a denunciar la precariedad en la que se encuentran las mujeres, las violencias a las que se encuentran sometidas y a reivindicar el derecho a decidir si quieren o no ser madres. Lo hicieron con música, con alegría, disfrazadas, acompañadas de un coño insumiso por las calles de Sevilla el 1 de mayo de 2014 como metáfora de lo que no quieren ser: unas mujeres sumisas y amedrentadas incapaces de salir de casa. Este jueves, tres de ellas, están citadas a declarar como imputadas tras una denuncia presentada por la Asociación Española de Abogados Cristianos, que ven en la procesión del coño insumiso un delito contra las creencias religiosas y un delito de provocación a la discriminación, al odio y a la violencia por motivos referentes a la religión o creencias, con una pena de prisión de uno a cuatro años y una multa de seis a doce meses.
“Estamos firmes, defendiendo la libertad de expresión, los derechos humanos y no aceptamos ser acusadas ni criminalizadas porque salimos a reivindicar nuestros derechos como ciudadanas que somos”, explica una de las imputadas a La Marea. Dos sindicalistas de CGT también han sido imputados por procesionar el coño insumiso en dos manifestaciones por los derechos laborales.
Los abogados cristianos sustentan su denuncia en el artículo 525 del Código Penal, el mismo en el que se fundamentaron las emprendidas contra el fallecido Javier Krahe y Leo Bassi, que no llegaron a ningún puerto. La querella expone que existe una “afrenta directa a los sentimientos religiosos, ahora de los católicos, que se materializa al presentar a la Santa Virgen María como una vagina gigante, y procesionarla por las calles de Sevilla, una ciudad con marcada tradición cristiana, y frente a Iglesias Católicas, también se materializa al ultrajar a los católicos mofándose de sus oraciones y con incitación a la violencia con proclamas como Hay que quemar la Conferencia Episcopal”.
Una de las mujeres imputadas niega que su reivindicación tuviera ánimo de ofender a nadie, al contrario: “Vamos con la verdad por delante. Esto no tiene nada que ver con cuestiones religiosas. Estamos pidiendo, en un espacio público, no ser asesinadas. Nuestro activismo es feminista”, insiste.
El manifiesto de la manifestación, recogido en una petición de apoyo en internet, rezaba así: “Este 1º de Mayo sacamos nuestro Sagrado Coño a la calle para declarar nuestra insumisión a la explotación y a la precariedad. Nuestras vidas y nuestros cuerpos no son mercancías en manos del poder político y económico, del gobierno, la patronal, la iglesia católica o los machitos y machotes. Por eso nos re-apropiamos de sus códigos, sus discursos y sus prácticas, y le damos la vuelta hasta la subversión, tomando las calles para dejar muy claro que estamos hasta el coño de tantos cojones. No vamos a tolerar que se eliminen nuestros derechos, se nos reprima y se nos invisibilice”.
Contra la invisibilización
La Red de Apoyo al Coño Insumiso de Sevilla afirma que esas palabras aún siguen vigentes: “Todos hablan de ‘la mujer’, todas las instituciones nos nombran, a sus modos, de sus maneras. Se generaliza sobre nosotrxs, se nos dice cómo debemos ser, pasando por alto las diferencias y uniéndonos por una única razón: tenemos coño. Pues sí, por eso lo paseamos, lo celebramos, lo nombramos de nuestras formas y maneras y lo sacralizamos porque para nosotrxs es sagrada la hermandad que construimos frente a vuestras normas y mandatos. Que si sacamos el coño es por reapropiarnos de aquello que ellos quieren controlar, mutilar y poseer, pero sobre todo invisibilizar; para ellos el coño sólo sirve para procrear y, por supuesto, para definir quién es hembra y quién varón”.
Los abogados cristianos, que tienen abiertas numerosas batallas en los tribunales, también denunciaron una procesión celebrada en Málaga pero en aquel caso no prosperó: “Son muchos lo coños sacados, exhibidos, adorados, en distintos lugares y diferentes momentos históricos. Nosotrxs lo sacamos inspiradas por las compañerxs de Málaga de la Hermandad del Santo Chumino Rebelde teniendo tan claro como ellas que les diremos a los machirulos, machitos, machotes, piropeadores, papichulos y acosadores que estamos muy cabreadas, que somos muchas, y que nosotras también tenemos un ídolo al que venerar, y ése es nuestro Santísimo Coño”.
Desde la CGT consideran «increíble» que la justicia atienda a estos movimientos integristas y creen que los ofendidos son ellos, por querer ver en una protesta laboral un discurso anticlerical. La presidenta de la asociación de abogados, Polonia Castellanos, sostiene que lo único que quieren es respeto y que se cumpla la ley.