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‘Cuando las gotas se hacen lluvia’: una mirada a la protesta ciudadana
Entrevistamos a Enrique González, productor y ayudante de dirección del documental 'Cuando las gotas se hacen lluvia'
Cuando las gotas se hacen lluvia es el título del documental que firma el Colectivo Miradas, y que ha documentado algunas de las más importantes luchas ciudadanas acontecidas en España durante los últimos años. Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca hasta las Mareas, pasando por Gamonal. Enrique González es productor y ayudante de dirección de una película que se podrá ver próximamente en varias ciudades españolas, empezando por Madrid. La primera cita es este sábado en La Villana de Vallekas (C/ Montseny, 35) a las 20 h.
¿En qué momento os planteáis hacer este documental?
José Gayá, el director de la película, regresó hace dos años a su tierra natal en La Marina Alta, luego de más de una década documentando luchas sociales en América Latina con el Colectivo Miradas. Al regresar, decidió realizar un documental que recogiera las movilizaciones ciudadanas que tienen lugar en el Estado español en el marco de las políticas de ajuste neoliberal. José me presentó la propuesta y me incorporé al colectivo y al proyecto como productor y ayudante de dirección.
¿Cuál es vuestro objetivo principal con Cuando las gotas se hacen agua?
La película busca documentar algunas de las movilizaciones ciudadanas que tienen lugar en cinco territorios del Estado español. Todos ellos tienen un objetivo común: defender los derechos humanos y enfrentar la precariedad y la expropiación de los bienes comunes ejecutada por la clase política para beneficio de los grandes poderes económicos. Queríamos mostrar cómo todas esas luchas encuentran un denominador común en la lucha contra el capitalismo y, en particular, contra la ofensiva confiscatoria de los actores de poder económico y político en el marco de la crisis-estafa. Acompañamos a movimientos muy diversos, desde sectores que se articulan para demandar al Estado que cumpla con sus obligaciones respecto de la sanidad y la educación, hasta colectivos que buscan autoorganizarse al margen del sistema. Con ello queremos evidenciar que tanto la organización autónoma como los movimientos sociales que enfrentan los recortes generan espacios de construcción creativa basados en valores de solidaridad que son incompatibles con el sistema económico y político dominante.
¿Qué efecto os gustaría que causase en quien lo ve?
Creemos en la necesidad de participar para transformar las sociedades basadas en la explotación y la desigualdad, y la comunicación audiovisual es la herramienta que utilizamos para ello. Nuestro interés principal al hacer el documental es fortalecer los procesos de movilización social por justicia y dignidad, y brindar una herramienta más a los procesos de desafío del régimen de democracia restringida y capitalismo salvaje al que asistimos. Creemos en el cine como una herramienta de transformación a través de la reflexión e información, pero también por medio de la exposición a la emoción y la belleza de la experiencia cinematográfica. En definitiva, queremos que las personas consoliden su indignación ante las injusticias que están ocurriendo, y fortalecer su voluntad de enfrentarlas a través de una experiencia emocionante y estéticamente envolvente.
¿Estamos los ciudadanos hoy más concienciados que hace 5, 10 o 20 años?
Desde la muerte del dictador, un esfuerzo mancomunado entre actores políticos y medios de comunicación hegemónicos logró colocar en el imaginario de la mayoría de la sociedad la ilusión de que había llegado la democracia y que el bienestar de los de arriba era bienestar para todos. Si bien es innegable que durante muchos años se constituyó una amplia red de servicios públicos y protección social, desde comienzos de los 90 esta dinámica coexiste con la progresiva privatización de los bienes comunes. La respuesta a su propia estafa de las instituciones político-financieras estatales, europeas y transnacionales produjo un acelerado despertar a la realidad en amplias capas de la sociedad. Lo que parecía una democracia consolidada ahora es percibida como lo que es: una democracia restringida, un régimen de periodos electorales cuyo objetivo principal es proteger los intereses del gran poder económico. Como afirma en la película el economista y panadero Josep Manel Busqueta, las políticas de recuperación económica podrían parecer fallidas, pero en realidad aciertan en su verdadero objetivo: garantizar el aumento de la desigualdad y la concentración de la riqueza.
¿Qué papel creéis que jugó el 15-M como catalizador de los movimientos sociales?
En los primeros años de la estafa y el ajuste neoliberal, los pueblos del reino español estaban desmovilizados. Es el propio comportamiento de los actores políticos, económicos y mediáticos y sus consecuencias lo que acelera la erosión de la legitimidad de las instituciones y actores del tablero de la democracia oficial. Con el acelerado crecimiento de la precariedad surge la indignación, pero tuvo que llegar la movilización para que se convirtiera en una verdadera fuerza de contestación a la farsa de la austeridad y la supuesta regeneración democrática. El 15-M representa un colosal despertar crítico ante esa agenda de expropiación de bienes comunes y sus consecuencias sociales y ante la erosión acelerada de la legitimidad del régimen monárquico parlamentario. Este movimiento de aluvión, masivo, anónimo y radicalmente democrático generó un proceso de identificación desde la indignación y una didáctica política acelerada, dando lugar a movilizaciones ciudadanas muy significativas y al desarrollo de alternativas de organización muy potentes. A su vez, no se puede perder de vista que siempre han existido condiciones para enfrentar las consecuencias de un régimen basado en la perpetuación de la estructura social heredada de 40 años de dictadura y 500 años de reinado totalitario. Y por ello, siempre ha habido grupos colectivos que se organizan para resistir de distintas formas a los espacios de dominación y supremacía del capital o la explotación.
Hasta qué punto creéis que las Leyes Mordaza han tratado de maniatar la protesta ciudadana?
Las Leyes Mordaza – que incluyen la Reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, así como la Reforma del Código Penal y la Ley Antiterrorista – responden de manera inequívoca a la necesidad del gobierno de silenciar, controlar y reprimir la disidencia y la protesta. Son leyes hechas a la medida de las innovadoras estrategias de desobediencia pacífica que han puesto en marcha movimientos sociales en todo el territorio –especialmente, la PAH– y que son tan eficaces en mostrar el verdadero rostro de la “regeneración democrática” y la “recuperación económica” que nos venden el gobierno y los medios que replican sus argumentos. Y esto no lo dicen solamente los movimientos sociales: lo afirman actores tan poco sospechosos de anticapitalistas como los organismos internacionales de derechos humanos.
En el proyecto original no teníamos previsto cubrir la política represiva, pero al echar a andar por los territorios nos encontramos con una realidad de persecución institucional de las alternativas pacíficas. Para poder ofrecer el retrato de democracia restringida que queríamos, era necesario abordar no sólo lo relativo a las Leyes Mordaza, sino también a la represión policial y judicial concreta que busca acallar las voces de la calle. Con toda su gravedad, las Leyes Mordaza no surgen de la nada, sino que representan un paso más en una tradición de control de la disidencia política, que es un continuo desde el fin de la dictadura. Durante décadas, logró venderse a las mayorías que la “transición democrática” había sido “ejemplar”, cuando lo que tiene de verdaderamente ejemplar es la impunidad absoluta de los actores de la dictadura.
De cara a las próximas elecciones, ¿creéis que los partidos tienen en cuenta las demandas de la calle?
Las fuerzas que determinan el rumbo de las políticas están por un lado en las instituciones político-financieras de la UE y Washington, y por otro en los despachos de las grandes corporaciones. A pesar de la limitadísima capacidad de decisión de los gobiernos actuales, existe la necesidad de recuperar la política para la ciudadanía. Por ello, de cara a las elecciones, creemos que es necesario masificar la conciencia acerca del rumbo real de las políticas que implementa este gobierno y las que se imponen desde la UE, y de la necesidad de aportar a que pueda concretarse un cambio de rumbo.
¿Sois optimistas de cara al futuro respecto a esas demandas?
Una cosa es la lucha desde las necesidades concretas y otra es la conciencia colectiva derivada de las movilizaciones contra esas condiciones objetivas, y que lleva a arrimar hombros en la lucha por el bienestar. Ser optimista es una precondición para el activismo creativo. Por eso mismo, toda la dinámica de construcción ideológica del sistema en que vivimos se orienta a dinamitar la concreción de un optimismo colectivo: la televisión se ha convertido en una escuela de asesinos, todos tenemos en boca series donde los héroes son psicópatas o zombies, la industria del entretenimiento busca enjaular el ocio de la juventud en una garita desde donde debe masacrar sin cesar al “enemigo” y la publicidad es una máquina de creación de frustración e insatisfacción permanente. La tarea en que participamos con tantos otros colectivos es enfrentar estos pilares de la desquiciada sociedad en la que vivimos, y contribuir a la reflexión crítica del mayor número posible de personas. Esperamos haberlo logrado, y nada mejor que ver la película para poder afirmarlo o refutarlo.