Sociedad
El Senado acoge la cumbre antiabortista encabezada por Mayor Oreja
El evento, que se celebrará el 1 y 2 de diciembre, contará con algunos de los nombres más conocidos de la extrema derecha mundial, como el expresidente chileno José Antonio Kast.
“La eutanasia, como el aborto, no puede ser considerado como un derecho”. Es solo una de las frases del decálogo de la Red Política de Valores (PNfV, por sus siglas en inglés), la entidad que organiza la cumbre antiabortista que se celebrará en el Senado los días 1 y 2 de diciembre gracias al apoyo del Partido Popular pero con el rechazo del PSOE, ERC, EH Bildu, BNG, Podemos y el grupo de Izquierda Confederal, así como el PNV y Junts.
El Antiguo Salón de Sesiones de la Cámara Alta acogerá a algunos de los nombres más conocidos de la derecha más ultra y de la extrema derecha mundial, como el expresidente chileno José Antonio Kast, presidente de la PNfV y uno de los participantes en el último gran acto de Vox, Viva24. Kast lidera la organización, de claros tintes homófobos que considera que el matrimonio “constituye una Institución entre un hombre y una mujer”.
El expresidente chileno también ha negado a las mujeres el derecho al aborto incluso en los casos de violación: “El niño que está ahí, ¿tiene que pagar esa brutalidad con la muerte?”, ha preguntado de manera retórica a la vez que ha tildado la interrupción voluntaria de embarazo como una “tortura” para el feto.
En el evento también participarán otros líderes políticos ultraconservadores como Nahuel Sotelo, secretario de Culto y Civilización de Argentina; Márton Ugrósdy, subsecretario de Estado de la oficina del primer ministro de Hungría, Viktor Orban; el congresista estadounidense Andy Harris; o los europarlamentarios Stephen Bartulica (Croacia), Nicolas Bay (Francia), Paolo Inselvini (Italia), Kinga Gal (Hungría) y Serban-Dimitrie Sturdza (Rumanía).
Entre los representantes españoles destacan varios cargos públicos de Vox: el senador Fernando Carbonell, el diputado autonómico Ignacio Garriga, vinculado al Opus Dei, y la europarlamentaria Margarita de la Pisa.
Disfrazado de conceptos como “derecho a la vida” o “defensa de la libertad religiosa”, la organización pretende imponer su moralidad ultracatólica al conjunto de la población: “El futuro de Europa solo puede construirse a partir de su pasado y de sus raíces judeo-cristianas, a las que no podemos renunciar ni olvidar si queremos que nuestra identidad se preserve”, fue la conclusión extraída durante la edición 2021 de los Diálogos Transatlánticos que organiza la RPV.
Una de las entidades colaboradoras del evento es The Heritage Foundation, una de las organizadoras más influyentes en la candidatura de Donald Trump en las pasadas elecciones estadounidenses, que han llevado al magnate a la Casa Blanca por segunda vez. Aunque Trump ha tratado de distanciarse de sus propuestas, aunadas en el conocido como Project 2025, algunas de las cuales ha tildado de “absolutamente ridículas y abismales”, lo cierto es que los vínculos del Partido Republicano con la fundación son claros. Así, el director de Project 2025 es Paul Dans, jefe de la Oficina de Gestión Personal de Estados Unidos durante el primer mandato de Trump.
El documento, de más de 900 páginas, propone una reforma de 180 grados en el Gobierno norteamericano, entre la que se incluye el despido de más de 50.000 funcionarios para sustituirlos por personal leal al magnate así como una purga ideológica de las agencias federales.
Entre las organizaciones colaboradoras también se encuentran Foundation for a Civic Hungary, la fundación política del Fidesz, el partido de extrema derecha que ostenta el Gobierno de Hungría; la International Organization for the Family, creadores del Congreso Mundial de las Familias, una coalición ultraconservadora que se opone al divorcio, al matrimonio homosexual o al aborto; o el Consejo de Investigación Familiar, un think tank político estadounidense que pugna por acabar a los derechos LGTBI, entre otras organizaciones.
Mayor Oreja, en todas las salsas ultras
El ultracatolicismo en España tiene un mesías desde hace varios años. El exministro del Interior con José María Aznar, Jaime Mayor Oreja, presidente honorífico de la Red Política de Valores y uno de los ponentes de la cumbre en el Senado, lidera a los sectores más radicales del catolicismo civil y eclesiástico, convirtiéndose en vanguardia de la pugna contra los derechos reproductivos de las mujeres y logrando influir en la esfera política.
Con el lema Nos jugamos la vida, el expolítico reconvertido en lobista antiaborto logró reunir a varios miles de personas en Madrid (20.000 de acuerdo con la Delegación del Gobierno) en una manifestación en 2022 para oponerse a las leyes de interrupción voluntaria del embarazo y de eutanasia.
El rearme cultural ultracatólico pivota en torno a la figura del exministro, que ha conseguido crear una red de potentes organizaciones para remar en contra de los avances sociales, sobre todo en aquellos derechos que afectan principalmente a las mujeres y al colectivo LGTBI. Desde NEOS, la organización que preside, Mayor Oreja trata de influir en la opinión pública y tejer alianzas con otras entidades ultraconservadoras entre las que destacan la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), promotora de NEOS, y una de las organizadoras del encuentro en el Senado a través del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (CEFAS), una iniciativa de la entidad.
En los últimos años, la ACdP trata de ganar influencia en el interior de la Iglesia católica pero también de lograr peso y visibilidad social en un país en el que el cristianismo ha perdido autoridad con el paso del tiempo. Con el Opus Dei en horas bajas y en el punto de mira del Papa Francisco, la Asociación Católica de Propagandistas intenta erigirse como punta de lanza del ultraconservadurismo eclesial endureciendo su discurso. Así, en su congreso anual celebrado a mediados de noviembre, la organización ha denunciado el “relativismo moral” como una de las causas de la actual “crisis” y ha pedido a los cristianos redoblar esfuerzos en la defensa de los fundamentos católicos: “la defensa de la vida, la familia, la cultura del esfuerzo, la dignidad y la naturaleza de la persona humana”.
La asociación privada de fieles controla cuatro universidades bajo la marca CEU y una decena de colegios. En 2021 relanzó la cabecera El Debate, un diario digital de derecha radical que se ha convertido en el altavoz del ultraconservadurismo español y que, desde el principio, ha contado con la financiación de los gobiernos regionales y locales del Partido Popular a través de la publicidad institucional.
La ACdP también ha realizado en los últimos años diversas campañas de agitación política. La última de ellas, con motivo de la celebración del Día de la Hispanidad el pasado 12 de octubre, rechazaba las etiquetas de “genocidas” y “esclavistas” para los colonizadores españoles a los que denominaba “héroes” y “santos”. Una espada más para la batalla cultural que la extrema derecha lleva avanzando desde hace años.
Tal y como ha desvelado lamarea.com, la Fundación Valores y Sociedad, la semilla de NEOS, ha sido financiada por grandes empresas españolas como Inditex, Telefónica, BBVA, Calidad Pascual o la Fundación Ramón Areces, vinculada a El Corte Inglés. Esta última fundación ha sido la entidad que mayor cantidad ha aportado a la organización ultra: 60.000 euros entre 2018 y 2022. Le sigue Telefónica, con 56.000 euros de donación en cinco años. Más alejadas se sitúan la multinacional textil de Amancio Ortega, con 25.000 euros en 2019, Calidad Pascual, con 24.000 euros, y, finalmente, BBVA, con 12.000 euros. La Asociación Católica de Propagandistas, a través de la Fundación Universitaria CEU San Pablo, realizó una donación de 75.000 euros en 2021 a la Fundación Valores y Sociedad, el año en el que la marca comenzó a perder visibilidad en detrimento de NEOS.
La vicepresidencia de esta última entidad la ocupa la exdiputada del PP María San Gil, que también ejerce como vicesecretaria general de la ACdP.