Internacional
Von der Leyen ya tiene su Comisión (y Ribera está en ella)
Los eurodiputados dieron hoy su aprobación al equipo propuesto por la presidenta. Si se exceptúan las (siempre difusas) ‘políticas verdes’, las directrices del nuevo gobierno europeo se inclinan inexorablemente a la derecha.
Ursula von der Leyen ya tiene un gobierno para Europa y en él está Teresa Ribera, a pesar de las maniobras del Partido Popular español para impedirlo. La Comisión Europea propuesta por la presidenta ha obtenido hoy el beneplácito del Parlamento de Estrasburgo. Los conservadores españoles, con Dolors Monserrat a la cabeza, votaron en contra. No supieron explicar muy bien su voto ya que han manifestado que están a favor de la Comisión, pero aun así han votado en contra. En contra de Ribera, claro. «Se retratan solos», ha comentado la socialista sobre la errática política de sus compatriotas.
Von der Leyen describió a Ribera, su vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, como «una verdadera y comprometida europea». La frase podría resultar vacía de contenido por su obviedad, y lo es, pero no tanto como podría pensarse. Hay voces que piden un nuevo rumbo para la Unión Europea y una de las más fuertes es la de quien preside su Consejo hasta finales de año: el húngaro Viktor Orbán.
Ribera deja la vicepresidencia de España y asume la de Europa con la vitola de experta en transición ecológica. Y esa es precisamente una de las razones aducidas por Orbán y por otros ultranacionalistas para explicar por qué, a su juicio, Europa está fracasando. El Pacto Verde, cree el mandatario húngaro, ha conducido a una pérdida de empleo y de competitividad. Ribera y Stéphane Séjourné serán los encargados de continuar implementando este pacto, fundamental en los planes de Von der Leyen, para desarrollar una industria limpia de cara a la economía descarbonizada.
En cuanto a la cartera de Competencia, Ribera asume el cargo antes ocupado por Margrethe Vestager, que fue (hasta donde le dejaron) una pesadilla para las llamadas «Big Tech». La política liberal danesa, mientras fue comisaria, impuso multas multimillonarias para Google (hasta 2.400 millones de euros), Apple, Amazon y Meta. Deja el listón muy alto, sobre todo teniendo en cuenta la guerra comercial que ya se está preparando en Washington de cara a la presidencia de Donald Trump.
Para una mayoría (escasa) de eurodiputados, Ribera y sus compañeros y compañeras de Comisión son los candidatos ideales para afrontar los retos que la UE tiene por delante. Von der Leyen, con otras palabras, los enumeró así: reanimar la moribunda economía europea (que tiene en Alemania a su enfermo más preocupante), impulsar la competitividad, atraer inversores, cerrar la brecha de innovación tecnológica con Estados Unidos y China y, curiosamente, reducir la burocracia. Este último es un problema que ha ganado mucha popularidad desde que Trump creó su propia agencia para atajarlo y puso al frente de ella a Elon Musk.
Pero la votación realizada hoy en Estrasburgo deja otra lectura sobre las corrientes de fondo que se están moviendo en la política europea. Von der Leyen ha sacado menos votos a favor para su equipo que los que ella misma sacó para ser elegida presidenta de la Comisión. Ella obtuvo 401 votos a favor y su comisión sólo 370 (no llega al 54%). La razón de esto se encuentra en que Von der Leyen está perdiendo apoyos por la izquierda.
La UE, que siempre fue de derechas, se está desplazando más a la derecha todavía. Y quien está moviendo los hilos para que eso ocurra es otro político conservador alemán: Manfred Weber. Maniobra desde hace tiempo para incluir a los Hermanos de Italia de Georgia Meloni en el grupo del Partido Popular Europeo y tiene una enorme influencia tanto en las leyes que se redactan en la Eurocámara como en la orientación política de la Comisión. Y no lo oculta, como expresó en rueda de prensa antes de la votación de hoy: «Mi mayoría, si se me permite decirlo, se está haciendo realidad y eso me hace feliz porque necesitamos estabilidad en un sentido más amplio en el Parlamento Europeo. De lo contrario no podemos cumplir con los intereses de Europa».
¿Por dónde pasa esa estabilidad de la que habla Weber? Von der Leyen ha dado algunas pinceladas hoy: en el apoyo a Ucrania, la defensa, la gestión de la migración, la ampliación de la UE (al este, o sea más a la derecha, no queda otra), etc. Según la presidenta de la Comisión, están en juego nuestras «libertades» y nuestros «valores». Eso, en resumen, significa gastar más en armamento: «Estas libertades no serán gratuitas. Habrá que tomar decisiones difíciles. Significará una inversión masiva en nuestra seguridad y prosperidad».
Los populares españoles votaron en contra de todo esto (ellos sabrán por qué), pero no fueron los únicos. Muchos eurodiputados de izquierda también lo han hecho, aunque con razones más fundadas. «A veces uno sabe en qué lado estar cuando ve quiénes están en frente. Y enfrente está el gobierno más a la derecha de la historia de Europa», explicó Jaume Asens, eurodiputado de los Comuns.
También han votado en contra Podemos, Sumar, ERC, Compromís, BNG, Bildu, Vox y Se Acabó La Fiesta.