Victoria complicada del independentismo en Cataluña

BARCELONA // Al grito de “in-inde-independència”y “president, president” unos centenares de seguidores de Junts pel Sí recibieron a los candidatos de la lista ganadora de las elecciones catalanas este domingo delante del Mercat del Born en Barcelona. El ambiente cambió de la euforia inicial que siguió a la publicación de los sondeos a pie de urna de TV3 -que daban una abultada victoria a las fuerzas pro-independencia, Junts pel Sí más la CUP- a una celebración más sosegada.

El motivo fue que la mayoría clara de escaños de ambas formaciones -72 de los 135 diputados- no estuvo acompañada por una mayoría en el voto, que se quedó en el 47,84%-. Además, el bloque soberanista ha perdido dos diputados respecto a los resultados de 2012.  Con ese resultado, la oposición podría impedir que Artur Mas fuese el presidente, ya que ni siquiera sería suficiente que la CUP se abstuviera en una segunda votación.

Pese a ello, los cabezas de lista pusieron buena cara al mal tiempo: “Nadie puede decir que no tenemos un mandato claro para seguir adelante con el proceso”, afirmó Raül Romeva, el cabeza de lista de Junts pel Sí.

El president en funciones de la Generalitat, Artur Mas, destacó el carácter democrático de los comicios, que tuvieron una alta participación del 77%. “De igual modo que hubiéramos aceptado una derrota, ahora tienen que reconocer nuestra victoria”, afirmó el número cuatro de la lista. Asimismo, afirmó que el resultado daba “fuerza y legitimidad” para llevar adelante el proceso soberanista.

“Es lo que esperábamos”, apuntaba Sergi, un votante de Junts pel Sí. “Ahora tienen que tomar nota en Madrid». Pero el tono general en el Born, como ya se podía percibir en el mitin final de Junts pel Sí el viernes en Montjuïc, transmitía que ya no hay mucho margen para soluciones intermedias. “Ya sólo nos vale la independencia”, dijo rotunda Natalia, otra asistente al acto en el Born.

En el lado contrario de la balanza, Ciutadans y sus 25 diputados disfrutaban de unos resultados que les convierten en la fuerza mayoritaria de la derecha. De este modo, logran un gran empujón de cara a las ambiciones electorales de Albert Rivera para las elecciones generales de final de año.

También lo ha sido para las CUP, quienes ahora tendrán la llave para resolver este sudoku en el que se ha convertido la política catalana tras este resultado electoral. Su apoyo a Romeva o su boicot a Mas puede ser definitivo para crear un gobierno que no sabe si durará 18 meses, cuatro años o algunas semanas.

Quien sí pudo bailar fue Iceta, que en el tiempo de descuento salvó los muebles. El PSC cosechó una dulce derrota al perder sólo cuatro diputados respecto al resultado obtenido en 2012. Pedro Sánchez recibe de esta manera un pequeño impulso para poder ser alternativa de gobierno en las próximas elecciones generales.

Catalunya Sí que es Pot y la confluencia dentro de la izquierda también sufrieron un revés electoral al quedar muy lejos de sus expectativas. Entre los militantes la decepción se instaló a primera hora de la noche y no se remontó a lo largo de la noche.

Con información de Thilo Schäfer