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Del machismo se sale: una reflexión colectiva imprescindible

Uno de los principios editoriales de la cooperativa editora de 'La Marea' es la igualdad. Por coherencia, rechazamos los anuncios sexistas que usan el cuerpo de las mujeres para vender sus productos

Ilustración de María Gil para la portada del número de octubre.

[Editorial incluido en el número de octubre de nuestra revista, que puedes comprar en quioscos y aquí]

En el primer número de La Marea rechazamos el anuncio que iba a aparecer en la contraportada. Tras un intenso debate, la mayoría de la redacción concluyó que la publicidad de aquel libro, cuya cubierta reproducía la imagen de una de las protagonistas desnuda, era sexista. La decisión fue vista como un error por algunos lectores y lectoras. Consideraron que era un exceso de celo y que, además, aquellos ingresos eran importantes para un medio que arrancaba sin apenas capital inicial.

«Entre nuestros principios editoriales destacan la defensa de las libertades y la igualdad. Precisamente, es este último el que nos obliga a denunciar el uso recurrente del cuerpo femenino para vender todo tipo de productos. Ni las imágenes ni el lenguaje son inocentes y vehiculan valores», escribimos en un editorial en el que nos oponíamos al «bombardeo de imágenes que refuerzan un canon de belleza alejado de la realidad e impuesto a las mujeres siguiendo criterios que parecen exclusivamente mercantilistas».

Desde entonces, hemos mantenido nuestro compromiso con estas ideas y seguimos renunciando a anuncios machistas en la página web que chocan directamente con la denuncia del patriarcado que planteamos en nuestros contenidos. También hemos debatido sobre el uso del lenguaje no sexista, y hemos contado con el apoyo de Nuria Varela y su sección El ojo morado, pionera a la hora de denunciar los denominados machismos de baja intensidad.

Esta vez queremos ir más allá. El objetivo de este dossier es ambicioso, queremos invitar a hombres y mujeres a ponerse frente al espejo para detectar las estructuras y conductas machistas que son el germen de la violencia de género. Sólo reconociéndolas será posible combatirlas.

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