Economía | Economía social
Coop 57, el pulmón de la economía social
Esta cooperativa de crédito nació para ayudar a crear empleos cooperativos. Ya ha prestado más de 30 millones de euros
Artículo publicado en el número de Septiembre de 2013 de La Marea, disponible en nuestra tienda virtual
Coop57 nació de la lucha obrera. En la década de los ochenta, muchas empresas cerraron por la crisis económica. Entre ellas la editorial Bruguera, de Barcelona, que despidió a todos sus trabajadores. Algunos de ellos iniciaron un proceso judicial y ganaron el pleito. Con las indemnizaciones que cobraron, después de donar una parte del dinero a movimientos obreros y a fines solidarios, plantaron la semilla de Coop57 con 30 millones de pesetas (180.000 euros). El objetivo era crear puestos de trabajo bajo modelos cooperativos.
Con este fondo inicial, comenzaron a otorgar préstamos a trabajadores que querían recuperar la empresa que había quebrado o comenzar nuevos proyectos. Corría el año 1996 cuando Coop57 se constituía como cooperativa de servicios financieros. Con el paso del tiempo, la entidad ha ido ampliando su ámbito de actuación a las empresas de la economía social y solidaria: cooperativas, asociaciones, fundaciones, empresas de inserción, ONG… “Los proyectos que financiamos deben generar algún tipo de valor social o un impacto positivo en su entorno”, explica Xavi Teis, responsable de comunicación de Coop57.
En la cooperativa conviven dos tipos de socios: los socios colaboradores, particulares en la mayoría de los casos, que aportan su ahorro al capital social de la cooperativa para que ésta pueda otorgar préstamos; y los socios de servicios, únicamente formas jurídicas de la economía social y solidaria, que deben ser socias de Coop57 para acceder al crédito. Una avaluación ético-social permite a las socias de servicios entrar en la cooperativa.
Se analizan, entre otros aspectos, el porqué del proyecto, el funcionamiento interno, qué grado de democracia interna tiene, cuál es la perspectiva de género o su abanico salarial. También se organiza una visita a la entidad para establecer vínculos de confianza, uno de los ejes del modo de trabajar de Coop57.
Entre las entidades que recibieron financiación en 2012 están la cooperativa Albera, que elabora mobiliario infantil para más de 200 guarderías; Nornas, una cooperativa gallega que ofrece servicios turísticos, o la cooperativa madrileña Cronopios idiomas, dedicada a la enseñanza de idiomas.
Las aportaciones de los socios colaboradores son depósitos a un año que se van renovando automáticamente. El interés que cobran éstos, así como los intereses que deben pagar las entidades para acceder al crédito, se deciden en la asamblea, integrada por todos los socios de Coop57, tanto colaboradores como de servicios. “Todos los socios, independientemente del capital aportado, tienen el mismo peso en las decisiones”, explica Teis.
Actualmente, la remuneración a los socios colaboradores se sitúa en el 1,8%, y los intereses que pagan las entidades por los préstamos, entre el 5,5% y el 7,25%. “Donde queremos ser muy competitivos es en el coste de los préstamos. El objetivo último es la transformación social en positivo. El dinero por sí solo no transforma nada, sino que lo hace cuando se hace en forma de préstamo, que no es una cosa neutra. Dependiendo de qué financies estás fomentando una cosa u otra”, mantiene Teis.
Vocación de proximidad
Tras sus inicios en Cataluña, entidades de la economía social aragonesas se interesaron por el modelo de Coop57. Lo que hizo entonces la cooperativa fue acompañarlas en la creación de un nuevo núcleo en Aragón. Actualmente, ya hay cinco secciones territoriales en España, en Madrid, Andalucía, Aragón y Galicia. Y es que la proximidad de la cooperativa con el ámbito en donde trabaja es clave en su funcionamiento. “Nuestra vocación es de economía local, de conocer la realidad social que existe, y cuanto más lejos estás de esta problemática peor puedes trabajar”, asegura Teis.
Al cierre de 2012, Coop57 contaba con 472 entidades socias de servicios y cerca de 2.400 socios colaboradores(*). En los últimos cinco años, la entidad ha otorgado más de 30 millones de euros en préstamos. Unos préstamos que se conceden con avales que distan mucho de los que se piden en la banca convencional, habitualmente condicionados al patrimonio. En el caso de coop57, lo que se pide como garantía es que los beneficiarios busquen en su entorno profesional y particular a personas que avalen una pequeña parte del préstamo, para que entre todos lleguen a la suma concedida.
“El compromiso es personal y está basado en la confianza. No se piden nóminas ni se va a un notario. Sólo se rellena una ficha con el compromiso de avalar la parte del préstamo que corresponda”. Coop57 ha concedido más de 1.000 préstamos, y estos avales siempre han funcionado cuando la entidad que recibía el dinero no ha podido devolverlo.
“Coop57 no se entiende a sí misma como una finalidad sino como una herramienta, al servicio de las entidades socias, de la transformación social y de las empresas de la economía social y solidaria. La banca convencional, en cambio, se entiende a sí misma como un objetivo finalista, el objetivo es hacer de banco para ganar dinero, que es el objetivo final”, defiende Teis.
La cooperativa no se ha planteado transformarse en banco y ofrecer así otro tipo de servicios. “Perderíamos muchas cosas. La capacidad de decidir colectivamente la remuneración de los préstamos o el sistema de avales y garantías que pedimos y que permiten a muchas entidades acceder al crédito que no obtienen en entidades financieras convencionales por las garantías patrimoniales que se piden”.
Con la crisis han experimentado un fuerte crecimiento, si bien sus cifras quedan aun muy lejos de las de la banca convencional, lamenta Teis: “Se hace mucho trabajo, más de 200 préstamos concedidos en 2012, con un proceso muy artesanal en muchos casos. Muchas entidades que realizan una tarea con mucho interés social han podido hacerla gracias a Coop57. Pero cuando esto lo comparas con las cifras que se mueven en el sistema financiero somos un granito de arena. Aunque aquí hay un valor cualitativo muy importante, más que cuantitativo”.
(*) A diciembre de 2014, Coop57 cuenta con 639 socios de servicio y 3.100 socios colaboradores.