Economía | Economía social
JAK: Llega la banca ética sin intereses
Un movimiento de personas cercanas al 15-M implanta en España una red financiera cuyos créditos provienen solo del ahorro de los socios
Artículo publicado en el número de febrero de 2013 de La Marea, disponible en nuestra tienda virtual
Se definen como un movimiento social que tiene un banco. Una red cooperativa para que el dinero circule entre los ahorradores exento de los intereses que gravan cualquier crédito de la banca tradicional, la plusvalía que engrosa las arcas de las entidades financieras. Es JAK, una experiencia que nació en los años 30 entre los agricultores de Dinamarca y que en Suecia cuenta ya con más de 40.000 socios. Una asociación integrada por personas del entorno del 15-M y de los movimientos por el comercio justo y las finanzas éticas, trata ahora de desarrollarla en España.
“Uno de los problemas de los intereses es que van a parar a personas que ya tienen dinero; son una forma oculta de pasar el dinero de los más pobres a los más ricos”, explica Núria Albet, socia del banco en Suecia. JAK responde a las siglas en sueco de Jord (tierra), Arbete (trabajo) y Kapital (capital). Funciona de forma totalmente cooperativa (una persona, un voto) y desarrolla un particular método de regular el ahorro y los préstamos.
Cuando un socio pide un préstamo debe devolver el dinero obtenido en el plazo de tiempo que se acuerda. Hasta ahí, lo habitual. Sin embargo, en lugar de retornar el crédito más los intereses pertinentes, se compromete a ahorrar por valor de la cantidad recibida. Es decir, que si un socio pide un préstamo de 1.000 euros a dos años, deberá restituir esa cifra y además ahorrar otros 1.000, que podrá recuperar una vez transcurridos los dos años pactados. De esta forma, el ahorro de la primera persona servirá para dar préstamos a otros socios. “Es un sistema cerrado, no pedimos créditos a otros bancos. Todo el dinero que se da como crédito viene del ahorro de otros socios”, cuenta Albet.
El ahorro en JAK implica acumular puntos a partir de la cantidad ahorrada y el tiempo que esta permanece en el banco. Si un socio alcanza unos puntos es porque ha acumulado un dinero, y a la hora de pedir un crédito se le concederá sin la condición de ahorrar la misma cifra que se le presta. “Si ya tienes muchos puntos es que has ahorrado antes, con lo cual solo tendrás que devolver el dinero del crédito. La idea es que todos los socios colaboren en la misma medida. Es una manera de calcular la solidaridad y de hacer el sistema más estable”, puntualiza Albet.
Colaborar con otros proyectos
Sí que existe un gravamen sobre el dinero recibido, del 3%, que sirve para cubrir los costes de la cooperativa y pagar a sus cerca de 30 trabajadores. Los socios también pueden colaborar con los proyectos que consideren útiles cediéndoles sus puntos de forma que sus impulsores no se vean obligados a aportar el ahorro posterior.
Lo inusual del sistema hace necesarias las actividades de formación. La educación está muy integrada en la cooperativa. “No tenemos unas líneas éticas que regulen quién recibe el crédito, aunque estamos trabajando en ellas. Pero considero que vamos un paso más allá, vamos a que el socio sea una persona consciente y decida qué proyectos quiere apoyar”, mantiene Albet.
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El origen: la asamblea de Sol
El modelo sueco
“Todo surgió en la asamblea de economía de la acampada de la Puerta del Sol, donde coincidimos varios miembros de la asociación. Una de ellas, familiar de un trabajador de la banca cooperativa en Suecia expuso el proyecto”. De allí brotó “la semilla” del JAK en España, explica Carlos Céspedes, uno de sus portavoces.
Los tres pilares
Un sistema de crédito sin intereses, el preahorro que permite acumular puntos, así como la formación sobre economía y finanzas, son los tres pilares de este proyecto.
Cooperativa de crédito
El movimiento no aspira de momento a convertirse en banco, pues el Banco de España “no otorga licencias”, pero sí espera ser una “cooperativa de crédito”, afirma Céspedes.