OTRAS NOTICIAS | Sociedad
Un primero de mayo dividido y con poca participación
Alrededor, varias pancartas han cargado contra los sindicatos mayoritarios: "Por un sindicalismo combativo, de clase y democrático", "No más tapón sindical vendido y subvencionado"
MADRID // Varias marchas convocadas por diferentes sindicatos han recorrido parte de Madrid sin querer encontrarse. La CNT desde Valdeacederas a Cuatro Caminos, la CGT desde Legazpi hasta Atocha, la USO desde la calle Príncipe de Vergara hasta el parque de Eva Perón. Por último, CCOO y UGT han avanzado desde Neptuno hasta Sol.
Y dentro de esta última manifestación, un crisol de asociaciones, partidos y sindicatos que al llegar al término han montado sus pequeños mítines, ajenos a los de la organización. Junto a los principales líderes sindicales ha avanzado Cayo Lara (IU). El escenario principal, cuyos micrófonos han ocupado Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, apenas ha contado con unos pocos cientos de oyentes, que aplaudían con desgana.
Alrededor, varias pancartas han cargado contra los sindicatos mayoritarios: «Por un sindicalismo combativo, de clase y democrático», «No más tapón sindical vendido y subvencionado», han sido algunos de los eslóganes que se han podido leer en ellas. Incluso un grupo de miembros del colectivo Ganemos CCOO, integrantes descontentos con la cúpula de su organización, portaban una pancarta en la que se leía «Por un socialismo combativo y asambleario». De este modo, muchos han optado por participar en la manifestación mayoritaria pero de una forma crítica.
Mientras, en el escenario, con una voz amplificada por potentes altavoces, los dirigentes de CCOO y UGT han pedido a los presentes que voten a los partidos con programas «que más se acerquen al discurso sindical». Toxo ha exigido a los partidos que concurren a las elecciones a que se comprometan «solemnemente» a revertir las políticas de recorte de los últimos años. Por su parte, el secretario general de UGT Madrid, Carmelo Ruiz ha demandado a las formaciones un «acuerdo de mínimos» para la sanidad y la educación. «¿Pero cómo que de mínimos?», ha gritado un asistente, indignado.