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Estrategias políticas para ‘limpiar’ las ciudades de personas sin hogar
Las declaraciones de Esperanza Aguirre contra las personas sin hogar están enmarcadas en un clima de políticas de criminalización de este colectivo
MADRID// Las declaraciones de Esperanza Aguirre afirmando que habría que expulsar a las personas sin hogar del centro de la ciudad de Madrid porque es perjudicial para el turismo han provocado el rechazo unánime hasta en las filas de su partido por la proximidad del periodo electoral. Pero no es una postura nueva y hay infinidad de ejemplos de actuaciones en este sentido que buscan dificultar la vida a quienes no pueden tenerla más difícil.
El pasado mes de junio la Comisión de Economías del Congreso con una propuesta del PP trasladó al gobierno la necesidad de crear unos barrios comerciales denominados Business Improvements Districts (BIDs). Esto es, la instauración de unos barrios premium para comerciantes que, a cambio de una cuota obligatoria, contarían con unos servicios de mejor calidad que los barrios periféricos. La implementación de estos barrios BIDs en EEUU lleva aparejada la creación de una seguridad privada que opera con autonomía en las calles de la ciudad que están dentro de su demarcación.
Una de las cuestiones en las que estos barrios premium ponen más celo es, precisamente, la expulsión de personas sin hogar de sus calles. En el BID de Los Angeles, (Downtown LA) existe un cuerpo de seguridad privado llamado Patrulla Púrpura que tiene como misión principal limpiar la zona comercial de mendigos. La propuesta del PP en el Congreso va en la línea de actuación que pide Esperanza Aguirre para el centro de Madrid, un BID en el casco histórico de Madrid permitiría su programa de erradicación de personas sin hogar.
No es preciso llevar al futuro la posibilidad de tomar actuaciones contra las personas más desfavorecidas que se ven abocadas a dormir en las calles de Madrid. El borrador de la ordenanza de convivencia de octubre de 2013, en su artículo 10.2, dice: “No se permite ejercer la mendicidad en las entradas y salidas de centros educativos, de atención social, hospitales, establecimientos comerciales y empresariales”. La inclusión de los establecimientos comerciales y empresariales contaba con el apoyo del lobby de las grandes distribuidoras que quería llevarlo todavía un poco más lejos.
Ya en el 2010, Ana Botella cuando era la delegada del Medio Ambiente del Ayuntamiento, contestó a una pregunta de Raquel López sobre el deterioro de las calle del distrito centro que los mendigos que pernoctan en el centro de Madrid significan una “dificultad añadida” para la limpieza. En las elecciones municipales de 2011, Alberto Ruiz GalLardón pidió una ley estatal que permitiera a los alcaldes desalojar “por la fuerza” a los sin hogar de las calles de su ciudad: ”Tenemos que aprobar una ley estatal, siempre que haya recursos públicos suficientes, que no sea potestativo de ellos (los mendigos) sino obligatorio que salgan de la vía pública”
Las medidas contra la mendicidad no son exclusivas de la ciudad de Madrid. En el Ayuntamiento de Alicante existe una ordenanza específica contra las personas sin hogar y la prostitución. En uno de los puntos el documento específica que “el Ayuntamiento adoptará todas las medidas a su alcance para erradicar el fenómeno de la mendicidad en cualquiera de sus formas en el municipio de Alicante”. La forma elegida para hacerlo era conminar a los agentes de la autoridad a informar de los servicios sociales existentes y a intervenir cualquier medio usado para la mendicidad para proceder a su sanción. En la ciudad de Benidorm, el concejal de Seguridad del PSOE estableció una ordenanza que tenía como medida estrella pagar un billete de autobús a las personas sin hogar para que se fueran a sus ciudades de origen.
Las marquesinas de Madrid y El Corte Inglés
La agresividad de las administraciones y los comercios del centro de Madrid con las personas sin hogar es constante. Uno de los métodos usados para expulsarlos de la almendra central de la ciudad es la de establecer elementos arquitectónicos que impidan a las personas en esta situación de exclusión pernoctar en las calles. El Ayuntamiento de Madrid cambió las marquesinas de los autobuses estableciendo una pieza en el centro de los bancos que imposibilita dormir en él y refugiarse en días de lluvia. La instalación de elementos que impiden descansar, refugiarse y dormir es muy prolífica en los comercios del grupo El Corte Inglés del centro de Madrid. Los establecimientos del gigante de la distribución siempre los incluyen.
Relación con la inmigración.
Esperanza Aguirre, en su intervención en contra de la mendicidad, para favorecer el turismo relacionó el proceso con la inmigración y declaró que casi todos los que pernoctan en la calle son de origen extranjero: “En el barrio de Las Letras, en la Plaza Mayor, en Azca, en Arganzuela… La mayor queja que hay de los vecinos es que hay una serie de personas, generalmente de origen extranjero…”. Según la memoria del Samur Social del año 2013, el 62% de las personas sin hogar son de origen nacional. Por lo que Aguirre no se basa en datos objetivos, sino que recoge peticiones de algunos ciudadanos que están muy próximas a la xenofobia.
LA ESPE:
http://corruptil.com/su-concepto-de-justicia
Son los tiempos de la VÍDEO POLÍTICA del sillón hinchable.
http://mkgpolitico.blogspot.com.es/2015/05/el-principio-de-guerrillas-video.html
Veo que el artículo incide mucho en el interés/presión de los centros comerciales en evitar la presencia de indigentes en las zonas comerciales. Y no creo que le falte razón. Pero lo cierto es que la única diferencia entre estos y el resto de los ciudadanos es que ellos tienen más capacidad para hacerlo y son más visibles. En la práctica a nadie, o casi nadie (yo no he conocido a nadie) le gusta que delante de la puerta de su casa se instalen pedigüeños o personas sin hogar a dormir. De hecho las quejas y protestas provienen de todo tipo de barrios y de todo tipo de personas (algunas muy de izquierdas); es algo que conozco bien. A muchos he tenido que recordar que «dar mala imagen» no es constitutivo de ilícito alguno y que nuestra CE habla de derechos básicos como el de imagen personal o libertad de deambular libremente y que esto alcanza a todos, incluídos los más pobres.
En respuesta a María R. no creo que permitir que los sintecho duerman un un cajero o una marquesina sea tratar bien a los pobres. Tratarles bien es darles alternativas para dormir, comer o antender sus necesidades básicas y, pienso yo, esto es perfectamente compatible prohibirles dormir en las calles.
A la dictadura capitalista le molesta ver tirados en la calle a las víctimas de su codicia.
Estxs mezquinxs individuxs (que ni siquiera políticas) que se arrodillan al servicio de los poderosos deberían tener presente que incluso el presidente Kennedy, que no era precisamente socialista, decía que LA GRANDEZA DE UNA NACION SE MIDE EN COMO TRATA A SUS CIUDADANOS MAS DEBILES.