Internacional | OTRAS NOTICIAS
Fuerzas israelíes matan a tiros a un palestino en el entierro de su primo
En enfrentamientos con el ejército de la potencia ocupante, tres palestinos han resultado heridos por munición real y al menos diez por balas de metal cubiertas de goma
Un joven palestino, Ziyad Awad, ha muerto esta tarde durante el funeral del exprisionero palestino Jaafar Ibrahim Awad, fallecido horas antes en un hospital de Hebrón, en Cisjordania. El joven, primo del Ibrahim, ha sido abatido por soldados israelíes. En enfrentamientos con el ejército de la potencia ocupante, tres palestinos han resultado heridos por munición real y al menos diez por balas de metal cubiertas de goma.
La familia de Jaafar, de 22 años, había pedido a las autoridades israelíes su excarcelación debido al deterioro de su salud dentro de la cárcel. Los israelíes accedieron, bajo pago de fianza de 10.200 dólares, cantidad exorbitante para una familia palestina. La cantidad fue entregada y Jaafar liberado en enero de este año, pero el pasado miércoles entró en coma.
La muerte del joven ha vuelto a sacar a la luz la negligencia médica israelí, que se practica «sistemáticamente» en las cárceles del país, según informan varias organizaciones de derechos humanos. Abu Hamdiya y Hassan al-Turabi fallecieron en 2013 bajo custodia israelí por cáncer y leucemia, respectivamente. Los oficiales palestinos denunciaron entonces que sus muertes habían sido resultado de la negligencia médica y diagnóstico tardío.
«Los israelíes negaron recibir a Jaafar en hospitales para ser tratado», ha declarado el director de la Oficina de Asuntos de Prisioneros palestinos. «Jaafer no fue tratado en el hospital de la cárcel», afirma el Club de Prisioneros Palestinos. Los palestinos advierten de que, en la actualidad, hay más de 600 prisioneros palestinos que sufren enfermedades, cerca de 150 padecen enfermedades crónicas y necesitan cuidado constante.
Castigo para políticos palestinos influyentes
El pasado 2 de abril, Jalida Yarrar, diputada palestina y miembro del buró político del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), fue detenida en su casa de Ramala, en la Cisjordania ocupada, a la 1:30AM. Este hecho provocó manifestaciones y protestas en Cisjordania, la bloqueada Franja de Gaza e incluso en Líbano. Sus camaradas en Gaza creen que se trata de un castigo ya que, entre otras cosas, era miembro del Comité Nacional de seguimiento del archivo para la Corte Penal Internacional de la que Palestina es miembro desde el 1 de abril de 2015.
«La detención de la diputada Jalida está, en primer lugar, relacionada con su papel nacional y su fuerte presencia a nivel palestino», explica Kayed el-Ghol, miembro del buró político del FPLP en Gaza. «Ella siempre refleja la opinión del FPLP en cuanto al conflicto con el Estado del enemigo israelí o su visión en cuanto a la situación interna palestina y cómo corregirla para ayudar al pueblo palestino, poniendo fin a la división y enfrentándonos juntos a la ocupación», añaden.
El FPLP señala que la detención de Jalida Yarrar es uno de los objetivos de la política israelí de encarcelar a los líderes palestinos más activos e influyentes. «Los israelíes piensan que así podrán bloquear el camino hacia una tercera Intifada», continúa el-Ghol. Yarrar es miembro del Consejo Legislativo de la Autoridad Nacional Palestina y jefa del Comité de Asuntos de Prisioneros en dicho consejo. Ahora pesa sobre ella una Orden Militar israelí de detención administrativa de 6 meses, tal y como informa el centro Addameer para la ayuda al prisionero palestino y la defensa de los derechos humanos.
Pruebas secretas
El juez del Tribunal Militar Ofer – todos los palestinos son juzgados en juzgados militares israelíes, no civiles- determinó el 8 de abril aplazar la audiencia hasta el próximo 14 de abril a petición del equipo de la defensa. El asesor legal de Yarrar ha señalado que sólo una parte del archivo ha sido entregado a los abogados. La detención administrativa que cae sobre Yarrar se basa también en pruebas secretas que nunca serán reveladas a los abogados durante la duración de su detención. Jalida Yarrar se convierte así en uno de los 15 miembros del Consejo Legislativo palestino que Israel mantiene encerrados en prisión, 8 de ellos bajo detención administrativa.
En agosto de 2014, Israel anunció una orden de restricción de movimiento sobre Yarrar, un «exilio», como lo denominan los palestinos, por el que tenía que abandonar su casa en Ramala y vivir en Jericó, zona de la que no podría salir. Jalida hizo caso omiso a esta orden. «Es la ocupación la que debe salir de nuestra tierra», afirmó en su momento y, a modo de protesta, levantó una tienda a las puertas de la oficina del Consejo Legislativo en Ramala. Para algunos, ésta puede que sea una de las razones por las que ha sido detenida ahora.
Addameer y otras organizaciones de derechos humanos hace tiempo que denuncian la práctica de la detención administrativa a través de la cual las autoridades israelíes detienen a palestinos sin juicios ni cargos. «Llamamos a todas las misiones diplomáticas locales, oficinas representativas, organizaciones internacionales de derechos humanos a denunciar públicamente la detención de oficiales palestinos electos. Requerimos la presencia de los mencionados en la sesión contra Jalida Yarrar que tendrá lugar el martes 14 de abril», reclama Addameer.
Detenciones de jóvenes palestinos
Las últimas cifras de palestinos en cárceles israelíes -a fecha de febrero 2015- son de 6.200 prisioneros, incluyendo 454 detenidos administrativos, 22 mujeres y 163 menores. Desde diciembre del pasado año los palestinos exigen también la liberación de Lina Jatab, una joven de 19 años detenida en Ofer. Lina es miembro del organismo estudiantil del FPLP. Un video de la cadena palestina «Felestin al-Youm» muestra cómo un soldado israelí la empuja apresuradamente hacia un jeep militar.
Lina, que estaba cursando primero de Periodismo, es acusada de participar en una manifestación «ilegal» y tirar piedras contra soldados israelíes. Los palestinos denuncian que en el interrogatorio Lina fue forzada a firmar un papel en hebreo, un idioma diferente al suyo, lo que constituye una ilegalidad en el proceso de detención.
El país con el que Europa tiene un trato preferencial hace nuevamente uso de su impunidad. Crímenes abyectos por los que el silencio de nuestros gobernantes me indigna.