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Eso te pasa por fiarte de la tecnología
"Temo el día en que la mayoría de la población esté formada por personas criadas en la fe tecnológica y que, por tanto, sean analfabetos mecánicos y analógicos", sostiene el autor
Tendría que buscar una buena denominación para el fenómeno del que os voy a hablar. Se trata de una habilidad que hemos desarrollado gracias a la tecnología (y pese la tecnología) pero es una habilidad que, me temo, sólo somos capaces de explotar al 100% los mestizos tecnológicos: los que hemos crecido en un ambiente mixto, con una presencia cada vez mayor, pero gradual, de la tecnología. Los mestizos tecnológicos somos aquéllos que no idolatramos la tecnología y que sabemos que todo lo humano conlleva un elevado grado de chapuza. Os pongo ejemplos.
El párking más próximo a un lugar muy turístico de España, da igual la ciudad, tiene un ascensor. Hasta ahí no hay problema. Cuando uno llama al ascensor, debe esperar a que una luz se encienda para saber que la cabina ha llegado a nuestra planta. Entonces hay que apretar el botón de apertura de puertas. Una persona criada enteramente en la fe tecnológica podría esperar allí 10 minutos o acabaría subiendo a pie, porque la luz no se enciende: simplemente está fundida. Hay personas que no son capaces de pensar fuera de la rutina impuesta por el artefacto tecnológico que tenga delante. No son capaces de decir: «aunque la luz no lo indica, el ascensor ha llegado y puedo dar al botón de apertura de puertas».
Más ejemplos de puertas: las que se abren solas. Es posible que haya gente, esos inteligentes nativos digitales que A) Se esmorren contra una puerta «automática» que no abre B) Se queden esperando un rato a que se abran. Cualquier mestizo tecnológico sabe que las células infrarrojas que detectan movimiento fallan más que una escopeta de feria, y que basta dar un paso atrás para que las puertas se abran. Los avances tecnológicos a menudo presentan fallos o lagunas operativas y de diseño que deben ser resueltas o suplidas por la inteligencia y la intuición de los usuarios. Esto siempre ha ocurrido y sigue ocurriendo, aunque cada vez haya que refinar más el olfato para detectar dónde está el problema y solucionarlo.
Muchos habréis conocido a alguien que colocaba un destornillador en la luna de la ventanilla del coche para que no se le bajara. Pues es justo eso: cuando las ventanillas de los coches eran fijas (o sea abrían en horizontal, sí, las llamadas orejas, ¿os acordáis?) no hacían falta destornilladores, porque nunca se quedaban bajadas. Cada nuevo avance, pues, crea un problema. Hay personas que saben detectar esos problemas y solventarlos.
¿Sabéis que muchas bombillas de bajo consumo, al pesar más que las de filamento, pueden dejar de hacer contacto con el casquillo al cabo de unos meses? Pensaréis que están fundidas, y no lo están. Más ejemplos: mandos a distancia para abrir coches. En zonas de edificios oficiales, por motivos de seguridad, hay inhibidores de frecuencia. Si uno no lo sabe pensará que tiene que cambiarle la pila al llavero infrarrojo. Y ¡ay como te hayas comprado un coche de esos modernos sin llave…!
En una ocasión, viajando en AVE entre Huesca y Madrid el tren quedó parado en mitad de la nada. Se apagaron las luces y quedo literalmente en off. Cuando por fin pasó un empleado le pregunté qué ocurría. Dijo que «el sistema» se había colgado. Tal cual. De hecho (y esto lo juro), al cabo de un rato sonó una musiquilla similar a la que suena cuando arranca el Windows y el tren volvió a la vida. ¿Es posible que por un bug informático un tren quede muerto? Afortunadamente el maquinista sabía que bastaba con el viejo truco de encender y apagar. Un conductor más joven, criado sólo en trenes informatizados, seguramente no hubiera osado tocar el sistema. Y habrían tenido que venir a rescatar a los viajeros desde sabe Dios dónde.
Un amigo del curro sabe que cuando se le cuelga una app del móvil la única manera de que vuelva a funcionar es esperar. La propia aplicación le sugiere que la cierre y la abra, pero él sabe que lo único que funciona es esperar: desobedece conscientemente la orden que le da la tecnología.
Temo el día en que la mayoría de la población esté formada por personas criadas en la fe tecnológica y que, por tanto, sean analfabetos mecánicos y analógicos. La que se va a liar cuando se vaya la luz… No sé cómo llamar a esta habilidad para resolver problemas generados por un mal diseño o un mal funcionamiento de la tecnología (¿sentido común analógico? ¿tecnoesceptisimo?). Esta actitud, que también es una habilidad, necesita un nombre, porque cada vez vamos a recurrir más a ella.
Me parece a mi que esta entrada revela parte del odio del escritor al avance tecnologico. Para empezar, casi todo lo que ha dicho es una gilipollez, y de hecho cuanto mas sepas de tecnología mas problemas podrás solucionar… Vamos no se ni como dejan escribir semejantes chorreadas, pensaba que esta pagina tenia un poco de seriedad, pero veo que no.¿ En que te basas para decir que los nativos tecnológicos somos unos inútiles ? Yo solo veo ejemplos y experimentos mentales que no llevan a ninguna lado, vaya chorrada de articulo si es que se puede llamar así.
Y por cierto no se si te has dado cuenta que las luces llevan rosca precisamente para contrarrestar la fuerza de la gravedad, se ve que tu conocimiento de la naturaleza es escaso. Una pena.
Me parece a mi que esta entrada revela parte del odio del escritor al avance tecnologico. Para empezar, casi todo lo que ha dicho es una gilipollez, y de hecho cuanto mas sepas de tecnología mas problemas podrás solucionar… Vamos no se ni como dejan escribir semejantes chorreadas, pensaba que esta pagina tenia un poco de seriedad, pero veo que no.¿ En que te basas para decir que los nativos tecnológicos somos unos inútiles ? Yo solo veo ejemplos y experimentos mentales que no llevan a ninguna lado, vaya chorreada de articulo si es que se puede llamar así.