Carme Arcarazo: “Hoy se decide si se condena a los inquilinos a una nueva crisis”

El Congreso de los Diputados vota hoy la propuesta trabajada por los Sindicatos de Inquilinas para acabar con una brecha legal que permite burlar la Ley de Vivienda. Regular los alquileres temporales y de habitaciones debe servir para “poner fin a un fraude de ley”, según los mismos sindicatos, que hace que los precios del alquiler se mantengan altos. La proposición fue registrada por Sumar, Podemos, ERC, Bildu y BNG, y ahora afronta su primera votación aún sin garantías de obtener suficientes apoyos para continuar el trámite parlamentario.

Poco después de publicarse el índice de precios de alquiler, Catalunya empezó a aplicar la regulación de precios que contempla la Ley de Vivienda. Cuatro días después, un 90% de los últimos 50 pisos publicados en las principales plataformas para buscar vivienda ya estaban en régimen de alquiler de temporada. Una fórmula de contrato que permite subir el precio por encima del índice.

Pero este formato de alquileres no sólo hace posible burlar la ley en Catalunya, sino también en Comunidades Autónomas dónde los precios no están regulados. Permite que los propietarios puedan ofrecer contratos más cortos, contribuyendo a la espiral inflacionista, o cobrar los honorarios a los inquilinos, entre otras cuestiones. La propuesta de los Sindicatos de Inquilinas tiene el objetivo de equiparar los derechos de los alquileres temporales y de habitaciones a los regulados en la Ley de Vivienda “para que los inquilinos con contratos temporales tengan los mismos derechos que aquellos con contratos de vivienda habitual”.

Hablamos con Carme Arcarazo, portavoz del Sindicat de Llogateres de Catalunya y una de las negociadoras de esta reforma de ley con los partidos en el Congreso de los Diputados, el pasado viernes.

¿Por qué consideráis un fraude de ley el uso actual del alquiler temporal y de habitaciones?

El alquiler de temporada está pensado para situaciones excepcionales de inquilinos que ya tienen una primera vivienda. Por ejemplo, para cuando a alguien le están haciendo obras en casa y necesita un piso por un tiempo o porque se muda durante unos meses por trabajo a otra ciudad. Pero lo que está pasando es un fraude de ley masivo. A la gente le están haciendo alquileres de temporada como vivienda principal. Se ha expandido un tipo de contrato basura en el que te pueden echar cada 11 meses o menos, y subirte el precio al doble al finalizar el contrato.

¿En qué se basa vuestra propuesta?

Los contratos tienen que dar estabilidad. La gente está absolutamente al límite. En Barcelona, por ejemplo, cada mes tres personas intentan suicidarse por culpa del alquiler. La reforma es una modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos que beneficia a todo el Estado. Proponemos que si el propietario no puede demostrar que el inquilino tiene otra vivienda principal, se presuma que es una vivienda habitual y se extienda su duración a 5 o 7 años, que es lo que establece la Ley de Vivienda. También que si se renueva el contrato temporal al mismo inquilino se extienda a 5 o 7 años.

¿Eres optimista? ¿Qué apoyos tenéis?

Este martes se vota la tramitación de la reforma. ¿Qué quiere decir eso? Pues que se vota si se puede discutir en el Congreso un problema del que se está hablando en cada mesa, en cada familia y en cada grupo de amigos. Crearía un problema democrático no poderlo debatir en el Congreso. De momento, no queda claro si lo lograremos. En junio la registraron Sumar, Podemos, Bildu, ERC y BNG. Ahora el PSOE ha dicho que dejará tramitar la norma, pero también se necesita a Junts y PNV, Coalición Canaria o que el PP se abstenga, y aún no han tomado una posición. El martes [por hoy] deciden si condenan a los inquilinos a una nueva crisis o si podemos llevar al Congreso una tipología de contrato que está haciendo que la población viva con más miedo a las subidas del alquiler. La gente ya está dedicando más de la mitad de su sueldo al alquiler. Quien se oponga a la reforma cargará sobre sus hombros un nivel de sufrimiento muy alto.

¿Por qué no se reguló este tema en la Ley de Vivienda?

La Ley de vivienda tenía un agujero que todo el mundo conocía. Nosotros insistimos mucho en regular el alquiler de temporada, pero el PSOE decidió no incluirlo y crear un grupo de trabajo para ello. Básicamente, patearon el balón hacia adelante, haciéndole así, yo creo, un favor a la patronal inmobiliaria. Esto ahora se nos ha ido de las manos y el problema se ha extendido por toda España. Creo que incluso figuras del PP, como el alcalde de Palma, han mostrado preocupación por ese tipo de contratos. En las Baleares hay gente durmiendo en coches o en caravanas. La situación allí es salvaje.

¿Qué salió del grupo de trabajo para regular el alquiler temporal?

Había una sobrerrepresentación de la patronal bastante evidente. Es decir, había unos 12 grupos representados y a favor de regular los alquileres temporales sólo estábamos el sindicato de inquilinos, CC. OO. y UGT. El resto eran la CEOE, agentes de la propiedad inmobiliaria o administradores de fincas. Nos han hecho perder el tiempo. Tras esperar un año sin que se hiciera nada, y ante la fuga tan fuerte de vivienda del mercado habitual al alquiler temporal, dijimos que no podíamos esperar más y escribimos la propuesta de ley que llegará el martes al Congreso.

Recientemente ha salido un estudio del Observatorio de Alquiler Seguro y de la Universidad Rey Juan Carlos que pone en entredicho que la regulación de precios esté bajándolos. Concluyen que desde la aplicación del índice de alquileres se han disparado las visitas de pisos en Catalunya. ¿Qué respondéis a ello?

Varias cosas. La regulación de alquileres lo que hace es obligar a los grandes tenedores a bajar el precio del piso al del índice. ¿Esto qué significa, en resumidas cuentas? ¿Que como salen a mercado algunos pisos más baratos hay más jóvenes que les hacen visitas? Pues esto no es una mala noticia. Habría que ver realmente cómo se calcula que hay más demanda. Esto aún no ha quedado claro.

Hay que añadir, además, que Alquiler Seguro no es una fuente fiable. Son una parte muy interesada de este conflicto. Es más, son los causantes de las propias subidas del alquiler. En este país tenemos un grave problema, que es que la mayoría de estudios que se difunden en medios no vienen de fuentes objetivas. Esto es muy problemático porque cada semana los medios van llenos de titulares de estudios que interesan a la propia patronal.

Entonces, ¿por qué no baja el precio?

Si uno estudia las regulaciones de precio a nivel internacional, funcionan cuando se aplican en la totalidad del mercado, no sólo en partes de la oferta. Antes de aprobar la Ley de Vivienda alertamos del peligro de no regular el alquiler de temporada, pero también de no desplegar ningún régimen sancionador. Estas dos cosas son lo más urgente.

Decir que como no baja el precio, no funciona regular el alquiler es como si ante un problema de evasión fiscal, la gente dijera que recaudar impuestos no funciona y dejáramos de recaudarlos. Lo que hay que hacer es perseguir el fraude, asegurar que hay la menor cantidad de agujeros posibles y castigar a quien intenta saltarse la ley. Por ello también sería necesario algún órgano que revise y sancione si se incumple la ley. El problema no está en la regulación, sino precisamente en el carácter incompleto de la regulación.

Dejando a un lado esa incompletitud, ¿crees que escasea la oferta de pisos?

La crisis del 2008 no se nos puede olvidar tan rápido. España, en los años anteriores al estallido de la burbuja, construyó más vivienda que Alemania, el Reino Unido y Francia juntos. Durante esos años, que fueron los años donde más creció la oferta, no bajaron los precios. Si la oferta no está regulada o es pública, no tiene por qué hacer bajar los precios.

Una cosa son políticas de oferta, es decir, que se pueden construir más viviendas de protección oficial, adquirir vivienda existente o lo que sea, y otra cosa son las políticas de precios. Y hay que hacer las dos cosas. También potenciar otras formas de propiedad, como la vivienda cooperativa.

Para acabar, ¿podrías poner algún ejemplo de políticas de las que podamos aprender?

Canadá y Holanda están empezando a plantear prohibir la compra para invertir. Ahora en Amsterdam sólo puedes comprar si vas a vivir en los próximos cuatro años. Tenemos que andar por ese camino. Y hacia contratos más estables. En el Reino Unido se está pensando en una ley para que los contratos tengan una duración indefinida. Y sólo podrían pedir a los inquilinos que abandonen la vivienda por razones justificadas, como el impago o la necesidad de utilizar la vivienda para uso propio del propietario.