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Termina febrero el corto
"En verdad os digo, que si la Fe es ciega es porque si viera lo que hemos montado a partir de un pesebre, saldría corriendo", señala el autor
Termina Febrero el corto. 28 días, 29 en los bisiestos y 30 tuvo alguna vez, cuando la conversión del calendario juliano al gregoriano y allá por los tiempos revolucionarios en que todos los meses contaban con 30 días.
Febrero loco, y marzo otro poco. Tras el terremoto, realizamos un Debate para comprobar el Estado de la Nación. Sigue igual, no se ha movido un milímetro: al norte Francia, y al oeste Portugal. Los discos duros del PP en ninguna parte, y la causa que lo instruye lo mismo.
En el teatrillo del hemiciclo, donde se juega al Candy Crush en tablets pagadas por los contribuyentes, Pedro I El Cerrajero realizó una buena actuación. Hay que reconocer que cuando a este chico le dan un buen texto, lo borda. Lo malo es cuando tiene que navegar sin guión.
Marciano Rajoy, nervioso, crispado, había pintado un país de ensueño. España no es Grecia, es Suiza, le faltó decir. No habló de las chuches ni de «esa persona a la que usted se refiere» ni de «ese asunto del que usted me habla». Pim pam, tic tac, y me fumo un puro.
Alberto Garzón estuvo realmente bien: qué gran vasallo si tuviera buen Señor, o partido, quiero decir.
Y que no pare el Celtiberia Show: al caloret de la tontet, Rita Barberá nos sorprende con una versión desconocida del valenciano. Nada extraño que llamándose la fiesta Las Fallas hablase fallando todo el rato, por otra parte. Desde Chiquito de la Calzada no se conocía una innovación idiomática semejante.
La Iglesia se gasta medio millón de euros arreglando el pisito de Rouco. Y es que le gusta vivir como Dios. Con la de pasta que ha debido ganar estos años doblando a Paco Clavel en las escenas difíciles, bien podría haberlo pagado de sus ahorros.
En verdad os digo, que si la Fe es ciega es porque si viera lo que hemos montado a partir de un pesebre, saldría corriendo.
Y Dios hasta en el BOE. Quizá me esté pasando un poco con la promoción de mi libro, Palabra de Dios Tuitero, ya sabéis. 23 páginas dedica el boletín oficial a detallar el currículum de la asignatura de religión, nombrándome hasta 168 veces. España es un Estado aconfesional donde el BOE a veces se confunde con la hoja parroquial.
Mientras, Alfonso Rojo, ese atractivo efebo de apolíneas formas, llamaba gorda a Beatriz Talegón. Lo de Rojo no tiene nombre. Bueno, sí lo tiene, se llama machismo. Entre otras cosas. Por lo visto, la televisión pública está para pagarle el sueldo a tipos como éste. España va bien.
Què razón tienes Dios tuitero.
Lástima que eres el dios que nunca te promocionará la tele.