El nuevo plan urbanístico de Barberá amenaza el patrimonio del Tribunal de las Aguas

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tiene previsto sacar adelante antes de que termine esta legislatura un nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), a través del cual se recalificarán 415 hectáreas de huerta de Valencia, tres veces lo que ocupa actualmente el casco histórico de la ciudad. Una buena parte de esta extensión de cultivos se encuentra dentro de las competencias de la acequia de Mestalla, una de las ocho que componen el Tribunal de las Aguas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2009. De hecho, el plan de recalificación también afectaría a otras dos acequias más.

El PGOU se presentó en plenas fiestas navideñas y en ese momento se abrió el periodo de alegaciones que termina precisamente este martes. A partir de entonces se inició la campaña l’Horta és futur, que ha culminado con la presentación de una entrega masiva de alegaciones al plan.

Per l’Horta es una de las plataformas más activas y la que promovió la campaña. Enric Navarro, miembro de esta asociación, señala que “lo más grave de todo es cuándo se hace a dos meses de las elecciones”. Navarro recuerda que los primeros pasos de esta recalificación masiva de huerta se dieron en 2004 “en plena expansión urbanística y pensando en las persones inmigrantes que venían a la ciudad”.

Hoy, más de una década después, la situación es bien distinta. La ciudad ha perdido 30.000 vecinos en los últimos cinco años y, según diferentes plataformas vecinales, hay más de 57.000 viviendas vacías, así como 38.000 solares.

Para Per L’Horta, este plan urbanístico condicionará el urbanismo de Valencia durante décadas. “No es excusa decir que no se va a construir de inmediato. Recalificar más tierras de huerta es seguir con el modelo especulativo que nos ha llevado al desastre. Dificultará el uso agrario de aquellas tierras, que sólo se podrán preservar pagando indemnizaciones millonarias a los propietarios. Es probable que los beneficiarios de este plan sean los mismos de siempre: bancos y constructoras que compraron los terrenos para especular y ahora quieren hacer caja”, señalan desde la asociación ecologista.

En peligro el cultivo de chufa para la orxata

Las consecuencias del nuevo PGOU van más allá de la cuestión urbanística, de ahí que actores tan diferentes como el Colegio Oficial de Agrónomos y consejos reguladores hayan presentado alegaciones al Plan. Unas protestas que han llegado también desde países como Alemania, Escocia o incluso China. Destaca, además, la personación de la Denominación de Origen Xufa de València, que ve peligrar su continuidad.

La recalificación de hectáreas de huerta en la zona norte de la ciudad afectaría al cultivo de la chufa, elemento esencial para la fabricación de la orxata y que cuenta con una especial protección. Las pedanías donde cultivan 400 agricultores y de las que dependen 20 comercios. Además, el cultivo de la chufa es el único rentable en la ciudad en los meses de verano.