El ventilador de Bárcenas encharca la convención del PP

“Mariano Rajoy conocía la existencia de la contabilidad B del PP, desde el principio. ¿Cómo no va a conocer la contabilidad del Partido Popular el señor Rajoy si recibía un sobre que le entregaba Álvaro Lapuerta directamente en su despacho en Génova y se lo llevaba al Ministerio cuando era ministro?”. El extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas salió este jueves de la cárcel de Soto del Real dispuesto a tirar con bala contra el partido y el presidente del Gobierno, a escasas horas del inicio de la convención política del PP que arrancó en la tarde del viernes.

La contabilidad B del PP, defendió el extesorero en una de las cinco intervenciones que realizó ante los medios de comunicación en apenas 24 horas, “es fidedigna desde el primer apunte”. “No hay un solo apunte de esos papeles que no se corresponda con un concepto real”, abundó Bárcenas, en alusión a los famosos ‘papeles’ que reflejan sobresueldos a Rajoy y otros altos cargos. Que haya salido de prisión con ganas de hablar ha dinamitado la puesta en escena prevista por los populares en una convención de la cual querían apartar lo más lejos posible la corrupción que los asedia.

Los dirigentes del PP trataban de esquivar la andanada evitando pronunciarse sobre las palabras del extesorero, pese a que estas ya monopolizaban la primera plana de la actualidad. En una entrevista en TVE, el vicesecretario de Organización Carlos Floriano insistía ayer viernes por la mañana en que Bárcenas engañó a su formación política. La estrategia comunicativa del partido en el Gobierno continúa centrada en repetir que el extesorero se llevó dinero del partido a Suiza, y que la Caja B era de Bárcenas. Éste lo desmintió ayer al señalar que si eso fuera cierto no tendría ningún sentido que él hubiera financiado con dinero negro la reforma en la sede del PP en Génova.

El PP insiste en su estrategia

En la misma línea que Floriano, la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, insistió en que lo que debe hacer Bárcenas es explicar “los 48 millones que se llevó a Suiza”. “Eso es lo que tiene que hacer y no echar mierda sobre los demás”, añadió en un tono visiblemente molesto, a la vez que tildaba las acusaciones de “radicalmente falsas”. Del presidente Rajoy, hasta el momento, no hay noticias, más allá de la alusión al SMS que rescató Bárcenas recién salido de la cárcel: “Le he hecho caso a Rajoy, Luis ha sido fuerte”. Lejos quedan los calificativos de “ejemplo de profesionalidad y buen hacer” que le dedicó el partido cuando fue imputado en Gürtel.

Durante los parlamentos en la convención, el expresidente del Gobierno José María Aznar aludió a la corrupción para señalar que “es un cáncer que no podemos tolerar”. Un Aznar que quedó al margen de las acusaciones de Bárcenas, que limitó el conocimiento sobre la caja oculta del PP al actual líder. «Sé que tendremos que lamentarnos de decepciones y asumir errores», señaló el presidente de honor del partido.

Con un año por delante en el que se va a reconfigurar el mapa político español, con elecciones municipales, autonómicas y generales (si es que Rajoy no decide posponerlas hasta enero de 2016), la carrera electoral no comienza nada bien para el PP. En su segunda declaración ante el juez Ruz, como refleja fielmente la obra del Teatro del Barrio Ruz-Bárcenas, el extesorero tiró de la manta. Tras 19 meses en prisión y al pisar de nuevo la calle, parece decidido a poner en marcha el ventilador.