Colectivos anarquistas de Bristol denuncian una caza de brujas por las redadas

LONDRES // Bristol, ciudad portuaria del oeste de Inglaterra, es conocida internacionalmente por ser el lienzo del graffitero local Banksy. También por la serie de televisión Skins. A nivel británico, se la considera el centro de los movimientos políticos alternativos. Su alcalde, el independiente George Ferguson, enaltece el aire anárquico de la ciudad. Las encuestas dan la victoria al Partido Verde en las elecciones locales de mayo de 2015, con los laboristas como segunda fuerza.

Desde hace cuatro años, un fantasma (violento y anarquista) recorre la ciudad. La policía atribuye a activistas anarquistas más de 100 actos de vandalismo contra comisarias, políticos, bases militares, bancos, multinacionales, concesionarios, líneas de tren, juzgados e iglesias. 10.000 libras es la recompensa que ha puesto la policía sobre el activista de 27 años Huw Norfolk, apodado Badger (en inglés, tejón, pero también fastidiar). La caza de los ácratas, llamada Operación Ródano, la dirigen 10 detectives, y tiene como objetivo descubrir a los autores de estos ataques.

Esta persecución policial es vista por sus compañeros de fines (que no de medios) como una caza de brujas. La mayoría de la comunidad anarquista, que no está implicada en actos violentos de ningún tipo, ven en la Operación Ródano como un intento de apuntalar lo establecido, eliminar el radicalismo y dividir a la comunidad. “La sensación es que están utilizando estos ataques como una excusa para señalar a cualquiera con ideas alternativas. No va a funcionar. Es una comunidad fuerte y sólida. Por eso la policía no puede encontrar a los causantes”, declaró un libertario a The Guardian.

La policía conecta a Huw “Badger” Norfolk con un acto vandálico contra una oficina de correos en agosto de 2011 durante los disturbios que ocurrieron en Gran Bretaña tras la muerte a tiros de Mark Duggan a manos de la policía en Tottenham y el incendio provocado de una torre de telecomunicaciones en enero de 2013, que afectó a las señales de telefonía móvil, radio y televisión de cientos de hogares. Norfolk, nacido en Bristol, es hijo del dueño de una consultora que asesora a la industria nuclear, uno de los objetivos del vandalismo ácrata. Tras el ataque a la oficina postal, la policía allanó la casa ocupada donde la policía creía que residía Badger, pero al llegar al lugar no lo encontraron.

Ya como fugitivo, en octubre de 2011 publicó en una web anarquista una desafiante carta abierta: “Soy uno de esos que simplemente no puede y no está dispuesto a tragar con las condiciones sociales, económicas, morales, psicológicas y materiales que no hemos escogido aunque hayamos nacido en ellas. Nunca he deseado decorar las paredes de mi celda con títulos académicos, ascensos laborales, premios deportivos, símbolos de estatus tomados prestados a los ricos con nuestro trabajo. Maldigo a quienes se venden tan barato para comprar tales sueños poco imaginativos en detrimento de una posibilidad de verdadera libertad de su propia creación. Desde una edad temprana, este rechazo y negativa me han puesto en conflicto, como a tantos otros, con la realidad. Y nuestro entendimiento está creciendo junto con nuestra ira. Somos los “niños perdidos” enfadados y desilusionados por las falsas promesas, la “juventud incontrolable” insatisfecha con el irrisorio futuro que nos ofrecen, los “componentes inútiles” que rechazamos, somos excluidos de todas formas de la esclavitud del salario o los “elementos disruptivos” que luchan para destruirlo desde dentro, la “minoría que causa problemas” dentro de los constructos de obediente-jerárquica-racista-patriarcal normalidad, los “vándalos con capucha” en revuelta constante contra eso y más.” Firma la carta como “Huw “Badger” Norflok, sólo otro fugitivo”.

La Operación Ródano ha crispado los ánimos en los movimientos alternativos no violentos de Bristol. En declaraciones a The Guardian, Al, oficinista, afirmó que su casa fue asaltada por un “ejército” de policías, y no aceptó la justificación policial de que intentaban prevenir que nadie resultase muerto, ya que nadie había sido herido en los ataques, mientras que personas en custodia policial mueren constantemente. “Si la policía quiere prevenir muertes, debería dejarnos en paz y empezar a arrestarse mutuamente”. Considera la Operación Ródano un paripé: “Creo que las acciones policiales son un intento de aparentar que están haciendo algo. Les importa más su imagen en los medios que el bienestar de la gente normal y corriente. Su elección de a quién perseguir también es política y da la sensación de ser una persecución política, dejando claro que saben dónde vivimos y trabajamos, y que pueden entrar en nuestras casas y coger lo qué ellos quieran, cuándo quieran”.

“Esto no ha funcionado, yo ya sabía que la policía está para proteger a los ricos en el poder y reprimirnos. Desde la redada, sé también que las personas de mi comunidad me apoyarán, sin importar lo que la policía intente hacer. Espero que paren de hostigar, pero si no es así, entonces deberían saber que su acoso sólo nos hará estar más unidos y enfadados”. Este acoso policial llevó a 20 anarquistas a realizar una acción en la sede central de la policía simulando una operación en el aparcamiento del edificio para denunciar el acoso y las redadas policiales. Todas las operaciones policiales (arrestos, retenciones en aeropuertos, redadas en hogares y visitas para tener “una charla amistosa”…) no ha dejado ningún procesado hasta el momento. El objetivo, según una declaración conjunta de 14 colectivos libertarios locales, es “intimidar, dividir y llevar a la inactividad mediante el miedo”. Acaba el comunicado afirmando que “los anarquistas tienen una amplia diversidad de opiniones y de tácticas preferidas pero sabemos quiénes son nuestros compañeros y reconocemos al enemigo ante nuestras puertas”. Andy Devan, inspector jefe a cargo de la investigación, niega las acusaciones de que su objetivo sea reprimir la contracultura de Bristol o acosar las personas con estilos de vida diferente: “Esa es una parte fantástica de la ciudad. La policía apoya las protestas pacíficas. Estos ataques son algo completamente diferente”.

¿Su vecino es anarquista? Denúncielo

En 2011, un portavoz antiterrorista de la policía metropolitana londinense declaró que “el anarquismo es una filosofía política que considera el Estado indeseable, innecesario y dañino; y en cambio promueve una sociedad sin Estado o anarquía. Cualquier información relacionada con anarquistas debe ser comunicada a la policía local”. La declaración continúo unas líneas después con una breve referencia a los terroristas islámicos, debajo de una bandera islamista “habitualmente utilizada por Al Qaeda en Iraq. Cualquiera que vea una debe comunicarlo a la policía local”. La criminalización de esta ideología es tan larga como su propia historia.

Federación Anarquista Informal

La Federación Anarquista Informal, el nombre con el que firma los comunicados el supuesto grupo, es un nombre utilizado por una red de grupos insurrecionales en España, México, Italia, Grecia, Chile, Argentina, Bolivia, Australia, Indonesia, Ucrania, Turquía, Francia, Alemania y Rusia, entre otros. La ideología del grupo está inspirada por anarquistas insurrecionales como Alfredo Bonanno y el libro La insurreción que viene, de autoría anónima.

Italia es la cuna de la red informal, cuyo primer ataque se remonta a diciembre de 2003. Se le atribuyó el envío de bombas a varias instituciones de la Unión Europea desde una oficina de correos situada en la región de Bolonia. En mayo de 2012 tuvo lugar su ataque más importante, al disparar dos encapuchados a Roberto Adinolfi, ejecutivo de una compañía nuclear.

En Grecia actúa la célula Conspiración de Células de Fuego (SPF por sus siglas en griego), cuya primera acción se remonta a 2008. Una característica común de los comunicados es que describen con detalle cómo ocurrió el ataque, de cara a inspirar imitadores.

La naturaleza de la organización, informal, horizontal y sin líderes, hace difícil acotar a los miembros de la misma, que sigue un modelo en el que cualquiera puede apropiarse de las siglas para atribuirse un ataque en cualquier parte del mundo. Su objetivo es “luchar constantemente para eliminar el status quo e implementar una sociedad completamente nueva y libre”. El preso anarquista Alfredo Cospito, autor confenso del tiroteo contra Adinolfi, afirma que FAI “no es una organización o una simple firma colectiva, sino una herramienta que aspira a la eficiencia, cuyo objetivo es fortalecer las células y a cada camarada de praxis a través de un pacto de apoyo mutuo basado en tres puntos claves: solidaridad revolucionaria, campañas revolucionarias y comunicación entre grupos o individuos”. Esta comunicación es llevada a cabo mediante acciones, ya que no es necesario que se conozcan entre sí “para evitar que la represión les golpee y la aparición de líderes o burocracia”.

Cronología de atentados

Noviembre de 2011: Los coches del alcalde de Bristol y un concejal tory son incendiados. Dos sucursales del banco Santander son atacadas en solidaridad con el preso anarquista chileno Luciano Tortuga.

Abril de 2012: Arde una torre de comunicación, afectando a las comunicaciones de 80.000 hogares. Primer ataque auto-atribuido en un comunicado por la Federación Anarquista Informal, en el que afirmaban: “Podemos volver a golpear cuando queramos”.

Mayo de 2012: Sabotajes en dos puntos de la línea de ferrocarril en Bristol.

Julio de 2012: Un repetidor de la empresa de telecomunicaciones O2 es incendiado, así como dos vehículos del patrocinador de las Olimpiadas BT (British Telecom).

Agosto de 2012: El minibus de una iglesia cristiana es incendiado. Ataque a Thomas Cook y Lloyds TBS, patrocinadores de Londres 2012.

Abril de 2013: El Club Conservador, dos camionetas de una multinacional energética y una empresa de seguridad son atacadas.

Junio de 2013: Seis vehículos de la agencia británica encargada del control de la frontera son incendiados.

Agosto de 2013: Incendio de un centro de tiro de la policía en construcción. Los daños alcanzan los 16 millones de libras. Ataque a dos coches de empresas de seguridad. Oficina de Barclays atacada con bombas incendiarias.

Diciembre de 2013: Incendiado un vehículo de una empresa energética copropietaria de una central nuclear.

Enero de 2014: Un artefacto explosivo es dejado en las oficinas de la multinacional Vinci debido a la construcción del nuevo Centro de Ciencias de la Vida de la Universidad de Bristol que promueve la biotecnología. Un concesionario de Kia en Bath es dañado por un artefacto incendiario.

Febrero de 2014: Incendio de tres vehículos de los Royal Marine.

Agosto de 2014: Ataque incendiario a la fábrica de armamentos la multinacional BAE Systems. Un grupo denominado Anarquistas Aleatorios (Random Anarquists) se atribuye el incendio de un coche y un minubus de una organización juvenil militar con motivo de la reunión de la OTAN en Newport (Gales).

Noviembre de 2014: El 25 de noviembre se quema un vehículo de la multinacional francesa GDF Suez en Bristol, así como un todoterreno, dos coches deportivos de lujo y un vehículo de una compañía de seguridad, en venganza por la muerte de Rémi Fraisse.

Diciembre de 2014: El 3 de diciembre se prende fuego a un coche de seguridad en Londres “en solidaridad con nuestros hermanos Nikos Romanos. Yiannis Mixailidis, Andreas-Dimitris Bourzoukos y Dimitris Politis, que están en huelga de hambre en Grecia”, firmado por FAI.

Otros: Incendio de furgonetas para el traslado de prisioneros y de una multinacional de seguridad en Bristol, Bath y Nottingham. Ataques al zoo de Bristol.