Opinión | Política
La estrategia política ante una sociedad en descomposición
El diputado Alberto Garzón señala en un discurso que la "cacareada ruptura generacional" se debe a que la mayoría de los jóvenes viven en una sociedad posfordista
Vivimos tiempos convulsos, de cataclismo, en los que se mueve el suelo bajo nuestros pies. Y perdemos puntos de referencia desde los que comprender lo que sucede a nuestro alrededor o desde el que entendernos a nosotros mismos. Como diría Marx, aunque él refiriéndose al inicio de la modernidad, parece que «todo lo sólido se disuelve en el aire». Y es cierto. La vida tal y como nos la habían contado hace tan sólo una década está dejando de existir. Los relatos construidos desde el poder se esfuman con rapidez. Las promesas de futuro pierden su sentido. Y los códigos para relacionarnos entre nosotros cambian trepidantemente.
El filósofo y esclavista estadounidense John Calhoun dijo a inicios del siglo XIX que en los períodos de transición de esta naturaleza, entre lo viejo y lo nuevo, siempre hay «incertidumbre, confusión, error y salvaje y feroz fanatismo». Un siglo más tarde y desde otras coordenadas ideológicas muy distintas Gramsci añadiría que en ese «interregno llamado crisis ocurren los fenómenos más morbosos». Pero son sin duda los pueblos y sus gentes los que deciden con sus acciones qué tipo de fenómenos delimitan y determinan ese interregno. No hay nada escrito de antemano. Simplemente son brechas de oportunidad en las que pueden adentrarse unos u otros, en función de una disputa política que se realiza en todos los planos. Desde luego no sólo en el plano electoral.
Efectivamente, si miramos a nuestro alrededor vemos una comunidad social en descomposición. Las condiciones materiales de vida de la mayoría de la gente se están mermando y con ello se está resquebrajando las seguridades del pasado. Sin embargo, esto no sucede para todo el mundo por igual. Podríamos decir, de hecho, que hoy en nuestra sociedad conviven dos sociedades ciertamente antagónicas.
De un lado una sociedad fordista, propia de las comunidades políticas occidentales de posguerra, y en la que los trabajadores disponen de estabilidad laboral, contratos indefinidos, ciertos derechos sociales reconocidos y garantizados, un mínimo espacio de propiedad material que abarca al menos una vivienda o un vehículo, y sobre todo una seguridad de cara al futuro como es el disfrute de una pensión. De otro lado convive una sociedad posfordista, caracterizada por la inseguridad laboral, los contratos basura, la precariedad, menos derechos sociales, la ausencia total de expectativas de futuro y, en definitiva, un horizonte muy negro. A este fenómeno de convivencia simultánea de dos sociedades tan distintas el filósofo alemán Ernst Bloch lo llamaba atemporalidad o espacio temporal de no sincronía. Y le sirvió para describir tiempos tan tormentosos como el de la Alemania de los años treinta del siglo pasado y el ascenso del nazismo.
Pienso que estamos viviendo un cambio de época similar. La cacareada ruptura generacional se explica precisamente por estas razones, en tanto que la mayoría de los jóvenes vivimos en la sociedad posfordista. La distinta concepción del mundo que existe, por término medio, entre una persona joven y una no tan joven se deriva de las distintas condiciones materiales de existencia. ¿Cómo van a pensar políticamente igual si viven de forma tan distinta?
Cuando esto no se entiende hay una tendencia a vivir en burbujas. Eso es lo que creo que le ha pasado a la política, a sus instituciones y a las organizaciones políticas. Este y no otro era el mensaje más claro que mandamos los jóvenes que ocupamos las plazas en mayo del 2011. No se entendió.
Ahora bien, ¿la ruptura generacional nos da las claves para la regeneración democrática? Pienso que no necesariamente.
Crisis de régimen y democratización de la economía
Estamos viviendo una grave crisis económica que por su profundidad ha derivado en una crisis institucional. Es lo que llamamos crisis de régimen y que Gramsci llamaba crisis orgánica. Y esta crisis de régimen tiene dos componentes fundamentales: una crisis del modelo de acumulación capitalista, que afecta a la estructura económica y social, y una crisis de la democracia representativa liberal, que afecta a la estructura política y a las organizaciones políticas. La regeneración democrática no puede realizarse únicamente en uno de estos planos sino que debe abarcar los dos.
Es decir, no se trata de un recambio de unos dirigentes por otros. No se trata de sustituir las caras viejas por caras jóvenes. Pedro Sánchez es en última instancia Rubalcaba. No se trata tampoco de cambiar los nombres a los partidos. La tangentopolis italiana terminó en Berlusconi. Tampoco se trata únicamente de aprobar primarias. Obama fue elegido así. Todas las anteriores pueden incluso ser condiciones necesarias, pero desde luego nunca suficientes.
El principal problema de nuestra democracia es que mandan los que no se presentan a las elecciones. Y tiene mucho que ver con la crisis del paradigma constitucional. Desde hace décadas se ha estado produciendo un vaciamiento formal de las constituciones a través de una pérdida de soberanía de los Estados. Pero también un vaciamiento de la dimensión sustancial a través del desmantelamiento del Estado social y de las garantías positivas. Todo ello ha derivado en una inversión de la relación que existía entre economía y política. Hoy, y esta es la clave de todo, la economía domina y subordina a la política. Lo que significa que el espacio privado, los mercados, esclavizan al espacio público y los gobiernos.
Y mientras no se invierta esta relación, de tal forma que la política gobierne a la economía, las reformas democráticas serán en vano. Porque hoy tiene cierta vigencia aquella máxima anarquista de que «si votar sirviese de algo no nos dejarían votar». Hoy Florentino Pérez, la señora Botín y otras grandes fortunas tienen mayor capacidad, aunque sea antidemocrática, para decidir qué será de nuestras vidas. Y así es como el mercado, con su carácter irracional y caprichoso, determina nuestro presente y futuro.
El horizonte de los movimientos democráticos sigue siendo, a mi juicio, el horizonte de la democratización de la economía. Un horizonte socialista. Un espacio político donde sea el demos el que tenga la capacidad de tomar las decisiones sobre qué producir, cómo distribuir y cómo consumir. Y esta es mi declaración de principios, nítida y clara.
Pero hoy estas mismas intenciones se sitúan no ya tras discursos clásicos como el de capitalistas frente a trabajadores, sino fundamentalmente como el de arriba frente abajo, el 99% frente al 1% o el de élites frente a ciudadanos. Todos representan una contradicción fundamental en el seno de la comunidad política que tiene que ver con la distribución de la renta, riqueza y sobre todo del poder.
Posmodernidad y discursos
Pero que hoy hablemos más de arriba frente a abajo que de capitalistas contra trabajadores no sólo tiene que ver con el proceso de radical transformación de la estructura productiva que ha difuminado las viejas categorías conceptuales. A mi juicio tiene más que ver con la entrada en la posmodernidad. Al fin y al cabo, mucho más difusa es la contradicción arriba-abajo.
Lo que en términos económicos es un desplazamiento desde modelos de acumulación fordistas a modelos de acumulación posfordistas tiene su correlato en el ámbito sociocultural en el desplazamiento desde la modernidad hacia la posmodernidad. Y en una sociedad cada vez más posmoderna los discursos se imponen a los programas, la apariencia a la esencia y lo efímero a lo reflexivo. La entrada en la posmodernidad, que Harvey sitúa en mayo del 68, está relacionada con aquel salto del ser al parecer que denunciaban los situacionistas franceses.
Ya lo supo distinguir Lacan cuando diferenció entre lo Real, lo Imaginario y lo Simbólico. Hoy la política se hace crecientemente en el espacio simbólico y no en el real. En cierta medida siempre fue un poco así. ¿Qué porcentaje de la población se lee los sesudos programas electorales y qué porcentaje prefiere decantar su voto en función de las emociones que siente al escuchar un discurso determinado? ¿qué importa lo Real si lo Simbólico es tan atractivo?
Hablábamos antes de Ernst Bloch. Él responsabilizó al Partido Comunista Alemán del ascenso del nazismo. Y la principal acusación que realizó fue que todo lo que hizo el Partido Comunista lo hizo bien. Pero que la clave estaba en lo que no hizo. Y lo que no hizo, en términos generales, fue intentar comprender qué sentía la población. El Partido Comunista estaba impregnado de racionalismo y creía firmemente en la sucesión de etapas predicha por Marx. A la sociedad feudal le seguía la modernidad y a la modernidad el socialismo. Pero no atendieron a los sentimientos ni las emociones de las personas que caían al abismo de esa transición. ¿Qué pasaba con los campesinos, con los empobrecidos, con los no proletarios y sus tradiciones conservadoras? ¿quién los asistía? El fascismo ocupó el lugar.
Hoy la izquierda francesa ha repetido los mismos errores ante la emergencia de la extrema derecha. Y hoy la izquierda española organizada e ideologizada ha dejado un hueco enorme a una izquierda más fluida y líquida que ha sabido entender el corazón, la rabia y la frustración de la gente. Nosotros no supimos entender las emociones de un creciente sector de la sociedad que caía en el abismo de la crisis económica y de la gestión neoliberal de la crisis pero que, mucho más importante, está en la parte más baja de la transición hacia un nuevo modelo de sociedad absolutamente regresivo. Pensamos que por el hecho de compartir objetivos y programa nos iban a votar a nosotros. Nos faltó no sólo ambición política sino que también pecamos de una notable incomprensión del fenómeno social que se encontraba detrás del 15-M, las mareas o las marchas por la dignidad.
Ha sido el discurso populista, y me refiero a su acepción académica y sin connotación negativa alguna, basado en los escritos de Ernesto Laclau, el que ha logrado canalizar esa rabia. De esto debatimos con Pablo Iglesias antes de las elecciones europeas en lo que Zarzalejos llamó «el pronunciamiento de Lavapiés».
Pero esta estrategia populista encuentra enormes debilidades. La capacidad de canalizar la rabia de la gente a través de lo que Laclau llama un «significante vacío», es decir, un discurso con calculada ambigüedad ideológica que consigue unir demandas insatisfechas de gentes de muy diferentes estratos sociales, es limitada. Mientras mayor es la insatisfacción social mayor es esa capacidad, desde luego. Pero atraer no es convencer. Y eso significa que es posible estar construyendo un gigante con pies de barro.
Por eso es insensato estar todo el tiempo hablando de Podemos. Para entender lo que sucede en la actualidad no hay que hablar de Pablo Iglesias, amigo y durante mucho tiempo compañero de trinchera, sino de la economía y de las condiciones materiales de vida de la gente. No son las encuestas las que explican la calle, sino la calle las que explican las encuestas.
La izquierda en la que yo creo es, sin embargo, heredera de la ilustración. Es la que ancla su historia en la tradición política republicano-socialista, y que no sólo acepta que hay lucha de clases sino que además entiende que la verdad, la honestidad, el conocimiento y la educación son elementos definitorios de una sociedad justa. A nosotros no se nos ocurriría diluir el componente republicano o feminista con objeto de obtener más votos. Operamos en el sentido contrario. Tratamos de hacer pedagogía para convencer a la gente de la necesidad del republicanismo, en tanto que modelo de estado de ausencia de rey y de participación democrática desde abajo.
Para hacerlo correctamente debemos en primer lugar hacer un diagnóstico correcto de lo que está sucediendo, tanto a efectos económicos como culturales. Y luego aceptar que los códigos políticos han cambiado y que hay que adaptarse. Especialmente en materia de comunicación, que es el instrumento que media entre lo Real y lo Simbólico y lo que construye, en última instancia, la identidad política.
La mercantilización de la política
Pero nosotros no marcamos el terreno de juego. Y sin duda hoy estamos en uno en el que prima la mercantilización de la política. Es decir, una concepción de los asuntos públicos según la cual es posible valorar la política en términos cuantitativos y a través de las variaciones de precios.
La interpretación de una encuesta y de sus componentes cada vez se parece más a la interpretación que hacemos de los movimientos en Bolsa. Y se concibe a la política como un producto que hay que ir adaptando para que el consumidor lo encuentre más atractivo. Así tenemos todo un mercado de comunicación política que nos dice cómo tenemos que vestir o cómo debemos hablar. Y sobre todo cómo debemos debatir en espacios televisivos configurados para obedecer a la dictadura de la audiencia. Un nivel adecuado de gritos y un nivel adecuado de insultos para que nadie se duerma en su salón. Y nos puede gustar o no, pero el formato condiciona el mensaje y el mensaje condiciona el comportamiento electoral. Y así es como tenemos tendencias electorales, precios y valoraciones pero también burbujas e incluso OPA hostiles.
Pero cuando todos operan con estos mismos códigos la política pierde su sentido original. Deja de ser un instrumento de transformación social y pasa a ser puro teatro. Navegamos entonces por lo efímero, lo epidérmico, lo superficial. Y nos acostumbramos a la mediocridad intelectual y a la deshonestidad. Decir hoy lo que mañana negaré.
A mi juicio las encuestas no pueden ser la brújula que nos oriente. Y no deben serlo porque, aunque hay que ser flexibles en la táctica, debemos ser inflexibles en los principios. Y porque las elecciones son un medio y no un fin, una vez aceptamos que el propósito de la izquierda transformadora es precisamente el de transformar la sociedad y no simplemente el de ganar elecciones. Y esa relación entre medios y fines no debemos olvidarla bajo pena de que suframos procesos de institucionalización que nos llevan a ser cooptados por las instituciones hasta el punto de creer que nosotros somos las instituciones.
Por todo ello considero que Izquierda Unida no puede replegarse ante una sociedad que cambia tan bruscamente. Menos aún paralizarse o estancarse. Debemos comprender la naturaleza de las olas y convertirnos en una de mayor fuerza. No es momento de conservadurismo sino de audacia. Es momento de levantar la cabeza y de defender nuestros principios y valores sin olvidar nuestros objetivos. Estamos ante una oportunidad histórica para cambiar el país e Izquierda Unida tiene que ser parte necesaria de la solución y no del problema. La izquierda organizada e ideologizada de este país tiene que estar a la altura de la historia. Por el bien de la sociedad democrática.
La transformación económica y la alternativa
Ruptura generacional, crisis de régimen y posmodernidad cultural. ¿Qué hay detrás de todos estos fenómenos? Sin duda alguna, la última transformación del capitalismo en nuestro país. Un modelo de acumulación agotado y al que era inherente la corrupción más descarada. Un capitalismo que necesita una vuelta de tuerca exprimiendo los derechos conquistados para intentar sobrevivir en un mundo globalizado. Una necesidad que manifiesta la absoluta incompatibilidad entre capitalismo y Estado social en nuestro país.
Al capitalismo le sobran las conquistas democráticas que generaciones precedentes a la mía consiguieron tras décadas de luchas. Y esas conquistas, como la sanidad, educación o pensiones públicas, son las que forman la democracia. Pues la democracia no es sólo una cuestión de procedimientos sino de contenido. Y de un contenido que permita a los individuos alzarse como ciudadanos en el sentido republicano, esto es, libres de la necesidad. O, como diría Marx, que trascienden «el reino de la necesidad por el reino de la libertad».
Hoy nuestro país es empobrecido, saqueado, expoliado. Hoy nos roban nuestros derechos con objeto de que unos pocos sigan enriqueciéndose y amasando fortunas con las que alimentar a las hienas financieras. Pero tanto mayor sea el saqueo mayor será la desamortización. Destruyen nuestra democracia y nos dicen que es necesario para que sigamos girando dentro de la rueda como hámsters sin conciencia.
Esta dinámica necesita un freno de emergencia. Izquierda Unida será parte de ese freno. La parte más sólida, incorruptible, la parte más convencida de tal necesidad. No queremos que dentro de unos años miremos a nuestro alrededor y veamos que nuestros hospitales son propiedad de empresas registradas en paraísos fiscales. No queremos que nuestras viviendas sean propiedad de fondos buitres. Y porque estamos ante una oportunidad histórica, estar a la altura de la historia implica trabajar con honestidad, contundencia y firmeza de acuerdo a nuestros principios.
Una época apasionante, de ruptura y de cambio. Mucho queda por cambiar. Y lo mejor de todo es que depende de nosotros que se haga a mejor. Pueden ustedes, todos y todas, estar convencidos de que lucharemos por ello.
Actualización: Este texto es la reproducción íntegra del discurso de Alberto Garzón en el Fórum Europa. Tribuna Andalucía
Interesante reflexión sobre el momento actual. Reflexión que tiende la mano a nuevas formas de hacer política, pero ¡OJO! sin perder de vista el contenido. IU estoy convencido que tiene que formar parte de esa solución urgente que necesita España para salir de este pozo de cieno y depresión en el que la oligarquía económica y el bipartidismo nos han metido, para ello tendrá que cambiar sus formas y «airear» un poco su casa. No obstante la reflexión que aquí nos aporta A. Garzón sobre qué es la política (la auténtica no la de marketing) hay que tenerla muy en cuenta. IU tiene que dar protagonismo político a gente como Garzón y Tania Sánchez de entre sus filas que me consta hay muchas.
[…] La estrategia política ante una sociedad en descomposición […]
Elaborado discurso con gran cantidad de eruditos adjetivos y citas de los grandes de todos los tiempos.
Elaborado discurso que, evidentemente, no entiende el 99%. Elaborado discurso que, de ser leído por el pueblo, ese al que dicen representar algunos, levanta un muro de «verborrea incomprensible» (según expresa mi mujer tras haberle leído unos pocos párrafos) que aleja al ciudadano de la política, tal y como hace el sistema que el propio GARZÓN critica, FOMENTANDO EL PATERNALISMO REPRESENTATIVO.
Podría seguir analizando este discurso, pero creo que no merece la pena perder el tiempo con este producto «prosistema».
Francamente, esperaba algo más de un político que dice ser de izquierdas.
Me gustaría saber cómo es posible democratizar la economía específicamente capitalista sin comprometer la rentabilidad de los capitales. Más concretamente, ¿es posible sostener la teoría de una democratización de la economía capitalista sin renunciar a la Ley del descenso tendencial de la tasa de ganancia?
Sociología de izquierdas en lugar de partido de clase. «Destruyen nuestra democracia» dice sin percatarse que vive en una monarquía opresora de pueblos. Que es así por una Transición pactada por la propia izquierda PSOE PCE que le garantizó la continuidad sin sobresaltos a la burguesía española antes franquista. Esta izquierda democratizante y conciliadora, quiere definir una estrategia sin caracterizar la crisis mundial del capitalismo en su hora senil, de la que la UE y España son parte, no el total. Ni que hablar de la inutilidad histórica de IUnida ahora envuelta en la cooptación corrupta del régimen con el que cogobernó en su medida. Hay que refudar la izquierda revolucionara en la peninsula. Y dejarse de discuros vacíos. En honor al bravo proletariado ibérico que estos doctores quieren aleccionar.
El surgimiento de Podemos, con un programa similar al de IU, no se debe a nada mal hecho por parte de IU, ni a ninguna oportunidad desaprovechada. Simplemente, IU, como fuerza tradicional que es, nunca ha tenido ninguna oportunidad. El surgimiento de Podemos se debe básicamente a que son una fuerza nueva, y no tienen el desgaste de aquellos que ya han demostrado su forma de gobernar, y han generado partidarios y detractores. Podemos, simplemente, no suena a «lo mismo de siempre». Porque, por desgracia, IU es para la mayoría de votantes (que como bien dice Garzón no alcanzan a ver más allá del símbolo) lo mismo de siempre. Es una simple cuestión estética, de modas, de sonar a nuevo, de «ser cool», de ser «guay». IU «no mola», Podemos «sí mola». El votante mayoritario es así de simple. Para entender la diferenciación de resultados entre Podemos e IU no hay que ver si se ha sabido llegar al público o se ha dejado de saber. Garzón es mucho mejor comunicador que Monedero, por poner un ejemplo.La cuestión es que a Podemos se le ha hecho una gran campaña, probablemente de forma inconsciente al principio, y de forma inevitable al final. Y su auge se debe exclusivamente a un señor, Pablo Iglesias, que es un comunicador impresionante. Delante de una cámara no tiene rival, así de simple. Él solo ha generado una intención de voto sobre sí mismo, apoyado por un cierto aura de juventud y de rebeldía, que ha generado ilusión y simpatía en mucha gente, sobretodo porque no se define «de izquierdas» aunque su programa sea el de IU. Pero la gente ¿qué sabe de programas?. Mientras tanto, en IU teníamos a Cayo Lara, que como comunicador televisivo y como generador de ilusión en absoluto daba el perfil para competir con la imagen de juventud y de ilusión que mostraba Iglesias. IU llegó tarde a la renovación de caras que exige la «audiencia» votante, y a la que todos los partidos se van a hora adscribiendo poco a poco. Quizá perdió una oportunidad, pero realmente creo que nunca tuvo ninguna.
Creo que no has sabido valorar la trayectoria de IU ni la capacidad estratégica de las mentes pensantes de Podemos. En el primer caso, bastaría con recordar el proceso de elección de las cabezas de lista de las pasadas elecciones al Parlamento europeo. En el segundo, la capacidad de resiliencia política de los portavoces de ese movimiento ciudadano, con Iglesias a la cabeza, que han sabido, no sólo introducirse en el corazón de los medios de comunicación sino que han sabido maniobrar con astucia. Pura estrategia con voluntad hegemónica, algo que Alberto Garzón demuestra haber entendido, aunque advierta sobre los pies de barro de ese «gigante». En definitiva, torpeza mayúscula por una lado (IU) y habilidad portentosa por el otro (Podemos, o «Claro que Podemos» para ser precisos. O sea, lección de política brutal de los mocosos recién llegados al mastodonte liderado por Cayo Lara, que debería dar paso cuanto antes a los garzón, Albiol, Sánchez y compañía.
Compartiendo que nuevas generaciones deben copar el papel protagónico de IU, ésta debe simbolizar cambios en las formas de hacer y entender la política, que corresponden al 15-M. Y hacerlo desde posiciones democráticas, que instrumentando lo digital, de lugar a la diversidad de elección sin caer en la laminación de PODEMOS(equipo técnico,Sumando, O enfermeras,victor garcia…).
Esta claro que PODEMOS es hija de la incapacidad de IU.
Pero como decía Monereo aquí en laMarea, ni la suma de IU-PODEMOS son suficientes para el cambio, sino que es necesaria una sinergia de la alternativa que articule y vertebre la respuesta ciudadana.
Una respuesta que debe movilizarse (las calles se han vaciado esperando que les salven en las elecciones), para concienciar y articular.
En cualquier caso, cuando dices de la dirección de PODEMOS: que han sabido, no sólo introducirse en el corazón de los medios de comunicación sino que han sabido maniobrar con astucia. Me recuerdas lo que comentaba de sí Santiago Carrillo, sobre su inteligencia y capacidad de convencimiento sobre Suarez en algunos temas, como asumir pactar con x por que frenaba la entrada en la OTAN, o cosas similares.
Nadie se camela a la industria mediática, por qué no tienen relación directa con la mano que mece la cuna (la propiedad).
El problema es que much@s verdaderamente piensan que estan ante superheroes, y quizás por ello deleguen esperando a la victoria, siendo unas de las razones de la baja movilización auspiciada desde la acción ciudadana directa.
Como bien dices gran parte del éxito se debe a la acción acertada en la industria mediática, pero atribuirla a audiencias, inteligencia…, es bastante ingenuo (la propiedad del medio tiene múltiples alternativas a elegir).
Quienes reconocen que son un monstruo con los pies de barro, son la misma dirección de PODEMOS. ¿Qué si no eran los argumentos para no presentarse a las municipales?.
Además una organización con 200.000 adscritos digitales, pero con un % muy inferior estructurado en círculos(con las debilidades que ya explicaron sus dirigentes, argumentando su no presentación a municipales), es un monstruo con los pies de barro.
Por qué de momento es una organización construida en torno a un liderazgo, sin estructura o maquinaria con rodaje del conjunto de ella, salvo el realizado por sus admirables cabezas pensantes (cuestión que comparto). Con ello no se dice que sean volátiles, sino que se constatan debilidades a la hora de afrontar el cambio de España, que no es poco. Debilidades que ellos son los primeros en reconocer.
Aunque no venga al caso, recuerdo asistir con un compañero a la discusión de un infante con su madre. No tendría más de 5 años y constantemente colocaba a su madre contra las cuerdas.
El compañero me dijo, joder con los que vienen detrás como empujan, y le conteste, no te preocupes ya se encargaran de machacarlos en su socialización.
Cómo comprenderás no deseo que machaquen a ningún «mocoso», pero la soberbia del adanismo no es buena compañera si quieres disputar hegemonía al oligarca. Imagino que la madre, pese a verse colocada constantemente contra las cuerdas, sería el apoyo más firme de aquel mocoso al perseguir sus objetivos.
Un saludo cordial.
Efectivamente IU es una fuerza formada en una sociedad que paría bipartidismo a más del 80%, y además es analógica, presencial no nacida en la era digital.
Sin embargo, ello no es excusa para no evolucionar junto al campo alternativo, en radicalidad democrática e instrumentación digital.
Reducir los cambios operados a lo puramente simbólico, huero, anecdótico, vacio, es no saber leer los movimientos ciudadanos que ha desbordado las organizaciones tradicionales políticas o no(del 15-M,pasando por la PAH, y hasta el 22-M, junto a muchas más expresiones).
El tratamiento mediático diferenciado entre IU y PODEMOS, no tiene como ejes dichas variables, sino otras variables de la ecuación.
En matemáticas, de una ecuación con dos variables se dice tiene un grado
de libertad o libre, dado que la relación de una afecta directamente a la otra. Sin embargo, conforme se introducen más variables, la libertad de grado aumenta, obteniéndose iguales resultados sin necesidad de modificar alguna variable.
Lo que ocurre es que hay más variables, que no son IU o PODEMOS, y estas alcanzan mayor libertad de grado introduciendo variables nuevas.
No contemplar en el tablero o ecuación al PP, es un poco descabellado pues a día de hoy, aún debilitado, la desproporción de su estructura y relación con el bloque de Poder es mucho mayor que el estado de las sinergias alternativas.
No olvidemos que dentro de ese bloque de PODER esta el Capital propietario de la industria de comunicación.
Sinceramente y contemplando todos los vectores, reducir el campo de acción a IU o PODEMOS, o incluso al resto de siglas, y no mirarnos en la significación de los movimientos es desecar la alternativa. Y al loro que las movilizaciones han bajado el ritmo, y no es buena señal para el cambio.
Por encima de dimes y diretes, el reconocimiento de la complementaridad y necesidad de tod@s l@s agentes de la alternativa para cambiar España, es base imprescindible para construir alternativa.
Lo demás es miopia, soberbia, adanismo, resistencialismo,sectarismo, sin distinción de siglas.
Lo de acusar de sectarios siempre es lo primero que se dicen por la falta de argumentos ¿Sobre los principios pese a las encuestas? pues Alberto Garzón para ser diputado no le falto tiempo para machacar contra Cuba y la URSS diciendo que eso no era lo que quería , cuando solo le preguntaron si era comunista, el fue quien quiso dejar claro que era mu demócrata, eso es un síntoma que si le importaba mucho los votos; http://malagalaroja.blogspot.com.es/2011/12/alberto-garzon-con-keynes-y-adam-smith.html el papel de IU en la junta de Andalucía es nefasto y eso lo conocen todos los andaluces, pero IU le importa mas los puestos que tiene que otra cosa ¿que gran lucha contra el capitalismo hace desde la conserjería de turismo? ninguna ¿que se hace contra la temporalidad y la explotación en el sector servicios? nada de nada … lo único que se hace es gestionar el capitalismo para que los capitalistas ganen mas y mas dinero … mientras los trabajadores del sector cada día están mas y mas explotados, la banca publica otra mentira ¿La lay ley antidesahucios? ¿pero que te piensas que en Andalucía no tenemos desahucios? Solo en Málaga
«Casi 1.000 familias pierden su casa por la falta de pago en la hipoteca hasta junio, La cifra de desahucios aumenta un 48% respecto al mismo periodo del año anterior» http://www.malagahoy.es/article/malaga/1877911/casi/familias/pierden/su/casa/por/la/falta/pago/la/hipoteca/hasta/junio.html no me hables de esa ley que es de risa para justificar estar en el gobierno de la junta y tener muchos sillones que es lo único que les importa a los de IU, si IU y el PCE no dicen nada sobre salir de la Unión europea no es por ser un marco de la lucha de clases , es por ser oportunistas conocen perfectamente que si dijeran algo así los medios del sistema los tacharían de locos en dos segundos … ¿para que te opones a la constitución europea? si aunque no se apruebe, luego te la cuelan … esa es la UE y los intereses de los monopolios … pero claro de decir de salirse ni pío … que nos sigan machacando ….
Juan tu exageración descalifica los planteamientos.
Lo que debiera preocuparte no son las siglas, IU, PODEMOS u otras, sino que las calles se han vaciado de indignación. La movilización a vuelto a retrotraese, lo que retarda la organización del pueblo y sus respuestas.
El 15-M, las mareas, PAH, o el 22-M son contestaciones ciudadanas que responden a las agresiones. Y lo realmente preocupante es que ante una situación de precariedad global, las grandes movilizaciones han desaparecido, abriéndose la puerta a la normalización de la precariedad.
Las siglas malas o buenas, sin movilización y organización popular no hacen el cambio.
Muy buen diagnóstico y dibujo de los principios que deben alumbran la acción.
Pero hoy se requieren un mínimo de certezas respecto de IU, siendo demasiados genéricos los pronunciamientos sobre ella, y pesando mucho la resistencia política y discursiva de much@s a renovar.
Con IU navegando la ola a ralenti, y con PODEMOS pretendiendo la exclusividad de la unidad popular. Las dos principales herramientas de cambio, sean simbólicas, postomodernas o republicanas, estan frenando el mismo. Y la ventana de oportunidad se cerrará.
La responsabilidad de IU, la propia, sin mirar otros actores políticos, se sitúa en adaptarse a procesos de radicalidad democrática y utilización de herramientas democráticas digitales, junto a la aceptación compartida de las líneas expuestas en este artículo.
Pero la resistencia se situará en la práctica, en aquellas proposiciones que pretendan empoderar a las bases(nada que ver con PODEMOS, cuya práctica digital sirve de base a la laminación de la pluralidad).
Los Ganemos o xxxxx, dan repelus a sectores que ven amenazada su reproducción en la dirección o cargo público.
Quiénes vivimos la escisión Carrillista del PCE, recordamos como la línea inicial de confrontación con Gerardo fué atacar el apoyo crítico al gobierno de F.G. al inicio del 83 recien conseguida la mayoría absoluta de 202 diputados del PSOE, y como se fué tornando dicha posición conforme viraba la del Partido a una posición más crítica con el PSOE, hasta acabar gran parte de los carrillistas en las filas del PSOE, por qué IU venía a disolver al PCE, donde nos difuminaríamos y perderíamos nuestra identidad.
En momentos de confusión como son los postmodernos, las resistencias a veces son más prosaicas que las discursivas.
La cuestión es, ¿son conscientes en la mayoría de la dirección del discurso expuesto aquí?, ¿son conscientes mayoritariamente de que es la única vía? Pues si son conscientes, para situaciones de emergencias hay que actuar con emergencia.
Y como decía Monedero en laMAREA hoy mismo, deberían arbitrarse los mecanismo para los cambios necesarios, incluidos liderazgos, arbitrando unas primarias para Diciembre lo más tardar Enero, y si no convocar Asamblea Extraordinaria(no deseada, pero si es el caso necesaria).
La convocatoria de un Consejo Federal, en el marco del encuentro programático para un nuevo País, sería el momento adecuado para trasladar propuesta de sociedad y cambio de la organización.
Lo demás son convencimientos, y necesidades justas, pero que desgraciadamente no serán cubiertas.
Y como decía Monedero, IU y PODEMOS son insuficientes. Pero además esta IU y PODEMOS son incapaces de impulsar la convergencia necesaria.
La labor que realizas es de genitales, el papel que juegas tremendamente importante, y por encima de mercadotecnía y valores en bolsa, encarnas la suma de Garibaldi y Manzini.
Ánimo, mucho ánimo, pues gentes como tú soys el hilo que nos mantiene a much@s unid@s.
Un fuerte abrazo, y ánimo.
Perdón en dos ocasiones digo Monedero cuando en realidad es Manuel Monereo, soy algo dislépsico entre otros defectos. Sinceramente más allá del reconocimiento intelectual a ambos, me une más humanamente con Monereo al que conocí personalmente hace mucho y con quién comparto más.
Totalmente de acuerdo contigo, Alberto.
Además, I.U. y otros partidos a la izquierda del PSOE siempre habéis estado ahí, fieles a los valores de la izquierda, cuando la mayoría de la gente que luego formó el 15M y ahora Podemos estaba enganchada en aquel falso oasis consumista. Cuando empezaron los truenos y los relámpagos,la gente se acordó de «sta. Bárbara», pero despolitizados totalmente, ya se había encargado el sistema y sus medios de comunicación de despolitizar y de presentar a la izquierda como algo malo, extremista y antidemocrático, creen que la izquierda, que tiene todavía las cunetas y campos de España repletos de luchadores por los derechos y libertades del pueblo, es tan mala como la derecha. Hay pobres ignorantes que la creen más mala.
Así que muchos dicen: «ni derechas ni izquierdas que los extremismos todos son malos». Y hay patidos políticos que quieren contentar a la gente para ganar.
Si ha de servir para echar a estos franco/fascistas del poder me parece bien; pero luego habrá que, como tú dices, hacer pedagogía, culturizar políticamente, enseñar la fuente del problema en lugar de limitarnos a atajar los efectos.
Mientras la gente no piense,y razones hay para ello,que esta crisis ha sido provocada para lograr un fin,ni entenderá nada ni reaccionará.Investigar,investigar.
Hablas mucho de votos y elecciones, pero no de organizacion y de lucha desde la base .. si el capital se impone sobre la politica presisamente es por no tener una lucha en la calle fuerte y organizqada, por no tener a los trabajadores y trabajadoras organizados desde la base en los centros de trabajo … antes claro que se tenia un pequeño freno y era ese la calle y claro esta el bloque socialista que aunque los de IU-PCE celebreis la contrarevolucion , los escombros del muro se cayeron sobre los trabsadores del mundo entero y sus derechos … es nomal que nos hables tanto del 15m ya que tu en málaga nunca formarte parte de ninguna lucha desde abajo, ni estidiantil, ni mucho menos de trabajadores.
Hablas de «horizonte de la democratización de la economía. Un horizonte socialista.» y de «tomar las decisiones sobre qué producir, cómo distribuir y cómo consumir.» pero eso sin la toma del poder por la clase obrera ( no por los ciudadanos) no será posible y eso no es lo por lo que lucha el PCE ni mucho menos IU hoy día … además de que NO lo dices por la tele cuando sales … si no quedan etapas entre el capitalismo monopolista y el socialismo como bien conoces ¿como el mensaje que lanzáis es el de mas democracia? y como bien dices eso no ayudaría en mucho estando en el sistema capitalista hoy día y si lo que lograría es desviarnos del camino hacia el socialismo … por no hablar de que PCE-IU mantienen que tenemos que continuar en la Unión europea y tergiversáis su historia … hablando de que en realidad el proyecto inicial era bueno pero los malos neoliberales lo cambiaron … cuando en realidad desde su comienzo se fundo para estar al servicio de los monopolios , pero sabéis que si decidís posicionaros en contra la de IU pidiendo la salidas los medios de comunicación os pondría verdes … y eso si costaría muchos votos … por otra parte solo tenemos que ver que IU en las instituciones se comporta como simples gestores del sistema capitalista solo tenemos que ver la conserjería de turismo en la Junta de Andalucía ¿Que lucha contra el sistema se hace allí? ninguna simplemente se gestiona el capitalismo … para muestra esta entrevista donde no se podría diferencias al consejero de IU de cualquier otro tecnócrata del sistema ; http://www.diariosur.es/turismo/201411/01/resultados-gestion-turismo-demuestran-20141101005341-v.html pero claro luego nos saldrás diciendo que lo de la junta es un gobierno de resistencia frente al PP claro …
el comentario de Juan Málaga rezuma sectarismo y falta de objetividad. Si algo dice Garzón es que hay que defender los principios pese a las encuestas y los votos, y también de pedagogía política. Respecto a la Junta de Andalucía, el turismo es un sector de enorme importancia, y es una buena noticia que IU lo haya sabido gestionar. También ha dado pasos para poner en marcha una banca pública, algo de enorme importancia en la transformación económica. El socialismo es la democratización de la economia. Ha aprobado una ley antidesahucios, y ha hecho lo honestamente posible para resistir los recortes del PP. La lucha en la calle debe acompañarse de la lucha en las instituciones y en los gobiernos. Respecto a Europa, IU fue la única que denunció Maastrich y la constitución europea, y IU es europeista porque Europa es un marco de lucha de clases.