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¿Presentación científica? ¡Simplifica!
El autor da cuatro consejos básicos sobre presentaciones en congresos científicos
En una semana, he pasado por la 7a Escuela Europea de Nanociencia Molecular, por un Taller de Materiales Bidimensionales y por un ensayo de presentación para el European Research Council. Como siempre, he encontrado enormes diferencias de calidad comunicativa entre unas presentaciones y otras, especialmente entre investigadores jóvenes. Aunque mis propias presentaciones siguen cargadas de limitaciones, me voy a permitir ofrecer cuatro consejos a quien pueda necesitarlos, en parte fruto de la experiencia y en parte aprendidos a base de documentarme:
1) Fundamental: simplifica al máximo. La gente lo olvida casi todo.[1] Simplifica. No cuentes tantas cosas. Menos, pero mejor. E insiste en el mensaje, hasta que se les quede grabada la idea más importante.
2) Poco texto, imágenes claras. De 10 a 15 palabras escritas por minuto de presentación: como mucho, titulares. No más de 4 imágenes-idea por transparencia. Una sola frase o una sola imagen tienen mucha más fuerza. Entre medio minuto y un minuto por transparencia.
3) Durante la presentación, tranquilidad y alegría. Se ven muy pocas presentaciones que fallen por ser demasiado desenfadadas. Si consigues que el público se ría, mejor. En cambio, el exceso de nervios sí que es un problema común.
4) Antes de la presentación, al revés: trabájatelo, tómatelo en serio. Ensaya con público. Pide ayuda a alguien con experiencia. ¿Tienes claro lo que vas a contar? ¿Se te oye cuando hablas? ¿Y se te entiende lo que dices? ¿Y transmites algo de pasión?
[1] Si no es tu primera vez, haz el ejercicio: ¿qué recuerdas de todas las presentaciones del último congreso? Será un éxito si consigues que el público recuerde el mensaje más importante de tu presentación un año después del congreso. O una semana después, en realidad.
Completamente de acuerdo con Alejandro, aunque reconozco la dificultad de conseguir esa simplicidad necesaria a la que se refiere Jordi.
Sé que me voy a meter en un «jardín» pero, en mi opinión, los motivos que hacen que una exposición resulte y poco accesible son, en la mayoría de los casos:
a) El orador no acaba de entender cabalmente aquello que expone.En el peor de los casos, trata de disimularlo complicando la exposición.
Y b) y esto se da mucho en isciplinas no científicas: el orador oscurece voluntaria y artificialmente su discurso con la pretensión de ser tomado por sabio. Alguien dijo que la claridad era la cortesía de los filósofos. Bueno sí, fue Ortega.
Gran reto, la simplificación en las presentaciones científicas.