4.508 días de gobierno popular son ya muchos para Madrid

4508 días son muchos días, concretamente 25 años y 4 meses, los mismos que el gobierno popular lleva al frente del Ayuntamiento de Madrid. Su ascenso ocurrió el 29 de junio de 1989. Poco antes, una moción de censura contra un alcalde socialista casi efímero, Juan Barranco, había dado paso al mandato de Agustín Rodríguez Sahagún. Sahugún era centrista, delfín de Suárez, y antes de iniciar su carrera política fue presidente de la patronal de la pequeña y mediana empresa. Un hombre de empresa para lo que ya empezaba a ser una ciudad-empresa. Pero detrás de Sahagún estaban los veinte concejales fraguistas, de ellos dependía realmente el ayuntamiento de la ciudad.

Desde 1989 ya conocéis la historia: en 1991 murió Sahagún, le sustituyó ese popular y gran engullidor de bellotas transformadas en productos cárnicos que fue Álvarez del Manzano. Todavía sorprende que un personaje tan inane (¿en qué extrañas vacaciones estuvo entonces la izquierda?) repitiera mandato hasta en tres ocasiones. Y que sólo en 2003 y debido a la peleas internas del PP le sustituyera Alberto Ruíz-Gallardón.

A Gallardón, que venía de la Comunidad de Madrid y que era de gustos sofisticados, como la ópera y andar en moto, el Ayuntamiento se le quedó pronto muy pequeño. Y por eso se decidió a construir, y construir, y construir como si fuera antes el jefe de gobierno que el alcalde de un municipio, por grande que fuera. En sus ocho años hizo carreteras, palacios, instalaciones olímpicas y sobre todo túneles, algunos tan largos que impresionarán a sus espectadores durante siglos. El resultado fueron los abultados beneficios de bancos y constructores y una deuda que alcanzó los 8.000 millones de euros.

Siempre en busca de nuevos retos y aspiraciones más altas, Gallardón abandonó la alcaldía en 2001. Y así finalmente llegó nuestra alcadesa, Ana Botella, esposísima de Aznar y de quien siempre se ha dicho que era la lista del matrimonio. Que nadie dude de sus propios méritos ampliamente demostrados en su condición políglota y en su versatilidad para el cambio de idiomas. De ella sabemos que tuvo que subir los impuestos y rebajar draconianamente los servicios. Tras el paso del faraón, el ayuntamiento se había quedado sin blanca. Y con la que estaba cayendo no iba a dejar a sus compañeros de partido sin empleo y sueldo. Botella hizo lo que tenía que hacer: disparar el IBI, crear la tasa de basuras, privatizar algunos servicios más, vender edificios, vender suelo público y abaratar los servicios, todo ello sin el más mínimo atisbo de racionalización de la administración municipal.

Hasta aquí llega esta historia brevísima del gobierno popular en el consistorio madrileño, ¿alguna alternativa? Este martes se presenta Ganemos Madrid en el Círculo de Bellas Artes. Se trata de una iniciativa ciudadana y municipalista, empujada por gentes preocupadas por el deterioro institucional y la rápida degradación de los servicios municipales. Ganemos Madrid sigue la estela democratizadora que abrió el 15M. Sus asambleas son abiertas a cualquiera con ganas de participar y aportar. Su voluntad de transparencia es tan grande que incluso las actas de las comisiones y de los grupos se publican en su página web. Su proyecto político se está elaborando a partir de procesos participativos amplios y ciudadanos en los que se recogen muchas de las demandas que en los barrios o desde los movimientos sociales se han venido apuntando durante los últimos años.

Puede que a este proyecto le quede todavía cierto recorrido para fortalecerse hasta el punto de ser una alternativa al gobierno popular. De lo que no cabe ninguna duda es que es una paso fuerte y necesario para recuperar el Ayuntamiento por una ciudadanía harta, decidida y preocupada.

*Emmanuel Rodríguez es miembro del Observatorio Metropolitano de Madrid y participante en Ganemos madrid