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Gregorio Morán: “Más de uno se fotocopiará las once páginas en lugar de comprar el libro”
El periodista y escritor comparte en un acto con lectores los entresijos de la censura por parte de Planeta de su último libro, ‘El cura y los mandarines’
BARCELONA // “Ahora serán las páginas más solicitadas. Más de uno no comprará el libro y se fotocopiará las once páginas”. Así resumió el periodista y escritor Gregorio Morán, en tono de humor, las consecuencias del veto de la editorial Planeta a su nuevo libro, El Cura y los mandarines, un ensayo que hace un exhaustivo repaso a los entresijos de la intelectualidad española desde 1962 hasta 1996 y para el que han sido necesarios diez años de investigación. Una obra que finalmente verá la luz a final de año de la mano de la editorial Akal, que ha asumido su edición. Estas «once malditas páginas», en palabras del mandamás de Planeta, José Manuel Lara, fueron las que, a dos semanas para la fecha de publicación, la editorial quiso levantar. Morán se negó y el incidente acabó con su ruptura con Planeta.
El escritor compartió este martes la experiencia con varias decenas de lectores que se dieron cita en la librería Taifa del barrio de Gracia de Barcelona, en un acto presentado por el también escritor Javier Pérez Andújar. Allí diseccionó la historia que aparece en esas páginas y a la postre el motivo que llevó a la censura. Son líneas en las que habla de la Real Academia de la Lengua (RAE), y donde se muestra especialmente crítico con el que fue su director entre 1998 y 2010, Víctor García de la Concha. “Era un manipulador profesional, tenía dotes para trepar”, sentenció Morán. “La RAE controla el mayor negocio editorial que existe, el libro más vendido, que es el Diccionario”, constató el escritor.
Es precisamente Planeta la que, tras absorber la editorial Espasa, edita el Diccionario. Y el motivo de los intereses cruzados que intervinieron en la decisión de censurar esa parte de la obra. “Alguien le debió suministrar el texto –en alusión a García de la Concha- gracias a las buenas relaciones de la empresa con él”, señaló Morán. “Pero llegó tarde, ya iba a salir el libro”, añadió. Las páginas dedicadas a Víctor García de la Concha, contó Morán, son apenas cuatro, pero Planeta “consideró que el problema era todo el capítulo”. Quizás porque, como expuso el escritor, el capítulo desnuda a la Academia y la muestra como una institución regida por los tratos de favor y más que por los méritos.
“Me parecía un capítulo importante porque formaba parte de lo que yo quería contar sobre los ‘mandarines’ de la cultura”, subrayó Morán para explicar su negativa a eliminar esas páginas, a la vez que afirmó que “la capacidad del poder para censurar no había sido nunca tan obvia como ahora”, y señaló que el control absoluto está a la orden del día en los suplementos culturales de los diarios.
«El libro tenía que salir ya»
El libro debía haberse publicado el pasado 8 de octubre. Finalmente verá la luz por Navidad, después de que la editorial Akal haya decidido editarlo. “Es un reto editorial, porque son 700 páginas y queda poco tiempo, quien sepa algo de edición se puede figurar la dificultad”, subrayó Morán. Fuese la que fuese la editorial que optara por publicar la obra, no debía demorarse, pues el autor sentía ya el hartazgo de un proceso que se ha demorado en exceso desde que entregó el manuscrito original en noviembre del año pasado: “El libro tenía que salir ya. Estoy un poco harto de correcciones, las cosas van caducando y no voy a estar añadiendo anexos continuamente. Quería que fuese ya la hora de los lectores y yo olvidarme y dedicarme a otra cosa”, confesó.
El periodista sólo puso dos condiciones a la editorial que quisiera publicar el libro: que su publicación fuese inmediata y que la editorial no podía leerse el manuscrito hasta que no se firmase el contrato: “Entregar el manuscrito significa que circula, significa tiempo, y aparecen muchos personajes que tendrán el texto antes de que se publique”, explicó Morán, quien afirmó que “aún hay grandes editoriales que se lo están pensando”.
Me parece que este libro no merece el menor crédito. Es obvio que ese estilo soez de insultos y descalificaciones personales, no nace de la objetividad crítica ni del rigor intelectual, sino de la bilis del resentimiento. Veo en internet que Morán ha tenido trifulcas constantes. Hace poco Juan Cruz contestó a sus ataques con “Talante de insultador” que parece retratarlo bien: http://www.lavanguardia.com/participacion/cartas/20140313/54403359735/talante-de-insultador.html Años antes, Cercas le rebatía en un artículo en el que situaba a Morán en el nivel de maledicencia de los programas de telebasura: http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/2003/12/24/pagina-47/34029741/pdf.html?search=gregorio%20moran Sobre su rigor y fiabilidad, este comentario a uno de sus libros es demoledro: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=63063
En fin, ignoro si lo que dice de De la Concha es cierto. Pero lo que escribe Morán me merece credibilidad nula, y su tono grosero produce náuseas.