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Herrera: “Hay quien confunde derecho a decidir con independencia. Se equivocan”
El coordinador nacional de ICV subraya que están haciendo "todo lo posible" para llevar a cabo la consulta el 9 de noviembre, pero critica que ERC y CiU no comparten toda la información sobre sus planes de futuro
Los días pasan y cada trámite que deja de hacerse aleja aún más la consulta del 9 de noviembre. El coordinador nacional de ICV, Joan Herrera, admite que a día de hoy no se dan las garantías democráticas necesarias para llevarla a cabo, pero apela a su responsabilidad para agotar hasta «la última grieta» que exista para hacerlas posibles. El pasado domingo renunció el hombre propuesto por la formación ecosocialista para la Comisión de Control -la junta electoral-, Quim Brugué, quien afirmó que ve una «cierta escenificación y maniobra en los pasos hacia la consulta». Herrera denuncia que hay quien está maniobrando en el proceso con la calculadora electoral en la mano, más cuando se está apuntando la posibilidad de unas elecciones plebiscitarias. Además, señala que, a pesar de la aparente unidad del bloque soberanista, la información no circula igual para todos. «ERC y CiU comparten muchas cosas, los escenarios de futuro y la información. Con nosotros no», sentencia.
¿Habrá consulta el 9 de noviembre?
Te diré lo que dijo Junqueras en un acto en Rubí: yo no puedo garantizar que haya consulta. Quien diga que puede, no dice la verdad. ¿Lo haremos todo para que haya consulta? Sí. Pero que haya consulta… No lo sé.
A estas alturas, ¿es posible reunir las garantías democráticas necesarias para llevarla a cabo?
Estamos intentando que las condiciones democráticas estén. Pero no nos debemos engañar. Cada día que pasa, cuando estás discutiendo más sobre si hay consulta o no, y no sobre si quieres la independencia, una relación distinta con el Estado o continuar como hasta ahora… Las condiciones objetivas democráticas no se están produciendo. Y estamos a 33 días de la consulta.
Estamos hablando de las jurídicas, que se levantase la suspensión, porque las democráticas, que serían transparencia, información suficiente, ya no estamos a tiempo…
Sí que se pueden dar. Las jurídicas y las políticas, para entendernos, claro que se podrían dar. Ahora bien, está difícil. Quien os diga que esto es fácil forma parte más de una estrategia que no de un análisis objetivo de la realidad.
Quim Brugué renunció a la Comisión de Control porque según él estas garantías no se dan. ¿Es algo de lo que se dio cuenta el domingo al reunirse?
Él entiende que no existen las condiciones democráticas para continuar adelante porque los plazos van expirando. Y nosotros, políticamente, tenemos la responsabilidad de intentar superar estas condiciones democráticas, y por lo tanto debemos agotar hasta la última grieta que tengamos. Por eso, como fuerza política, nos acercamos de forma distinta a como se acerca él como politólogo o jurista. Es lógico que sea distinto. Respeto por su decisión personal pero a la vez, él debe respetar nuestra decisión de intentar apurar al máximo todas las grietas para que la consulta se pueda hacer.
¿Habrá recambio en la Comisión de Control?
Cuando llegue el día la semana que viene, si aún estamos a tiempo, habrá recambio, claro. Esto se verá en el pleno de la próxima semana, de aquí a nueve días, que es una eternidad por lo que respecta a los plazos en los que nos movemos estas semanas. Depende del escenario, si vemos una grieta para garantizar las condiciones, sí; si ya hemos superado alguna de deadline, pues no.
¿Así que puede haber un momento en que si Iniciativa no lo ve, se retire? ¿O hasta el 9 de noviembre no habrá ningún cambio?
A ver, creo que todos somos conscientes de que habrá un momento en el que sabremos si la consulta puede tener el esqueleto básico para hacerse o no. Y eso será mucho antes del 9 de noviembre, como es lógico.
Brugué apuntaba en conversación con Crític que estos días se está haciendo “derecho creativo”, intentando adaptar la legalidad de manera forzada, y que no le parecía serio. ¿Lo comparte?
Creo que quien le da poca seriedad al proceso es el Gobierno del Estado, que niega el conflicto político. Es verdad que el escenario es excepcional porque el Estado no da cobertura a una demanda democrática. A partir de aquí, lo que estamos intentando es apurar al máximo para intentar hacer la consulta. Lo digo porque me han sorprendido algunas declaraciones de este fin de semana, muy contundentes y taxativas sobre la materia. Nosotros lo hemos dicho siempre, estamos intentando hacer la consulta, expresando la unidad para intentar superar todos los obstáculos.
¿Cree que el Tribunal Constitucional jugará con los tiempos que le interesen más al Gobierno?
La suspensión inmediata no era potestad del Constitucional, la responsabilidad política es del PP. Pero en lo que sí que ha actuado de forma política es reuniendo el pleno del TC un lunes por la tarde de forma extraordinaria, apurando todos los plazos. No deja de sorprender. Por lo tanto, es de esperar una actitud política por parte del Constitucional. Ahora bien, más allá de interponer todos los recursos y las alegaciones y de recusar a quien haga falta no debemos ser ingenuos, debemos decidir nosotros mismos. Creo que aquí debemos hacer una reflexión, tenemos prisa, que está muy bien, pero sobre todo tenemos fuerza. Es decir, en Cataluña hay una amplia mayoría que quiere ejercer el derecho a decidir, y creo que lo que no podemos hacer es dañar esta fuerza.
El pasado viernes participó en una larga reunión con todos los partidos favorables a la consulta. ¿En algún momento hubo peligro de rotura?
No, yo no diría que hubiera peligro de rotura…
¿Se puso sobre la mesa el escenario de unas elecciones anticipadas?
Veladamente, indirectamente. No directamente. Pero no quiero entrar en los detalles exactos. Ya entraré dentro de unos días.
Al acabar la reunión, David Fernández pidió disculpas a los periodistas porque no podían ser transparentes en todo este proceso. ¿Eso no crea más desconcierto entre la ciudadanía?
Creo que hay una cosa que sí la debemos de decir, nos hemos comprometido a hacer todo lo que sea posible. No nos podemos comprometer en lo imposible, este es el equilibrio. Por lo tanto hace falta una cierta discreción, para que con los pasos que demos se puedan superar algunos de los obstáculos que pone el Estado. Pero debemos saber que esto tiene un recorrido de días…
Esta transparencia que no puede serlo del todo de forma pública, ¿se da entre los partidos que estaban en la reunión?
Quiero pensar que sí. Supongo que hay quien se guarda cartas bajo el brazo, pero yo espero que sí.
¿Teme poder estar participando de la estrategia de otros, o está convencido de la determinación de las demás fuerzas políticas por la consulta del 9N?
Creo que en todo esto se mezclan cálculos electorales. Y quien diga que no hay ningún cálculo electoral de por medio, que no hay quien encara el proceso con la calculadora en la mano, es ingenuo. Y lo debemos tener presente. Cuando hay quien ha planteado de forma reiterada un escenario de plebiscitarias como salida de todo esto, obviamente hay un cálculo. Intentar confundir las elecciones, que pueden ser avanzadas, legítimamente, necesariamente avanzadas, para cambiar las políticas, por unas elecciones plebiscitarias donde confundes el voto de la gente como si estuvieses votando sólo una cosa cuando estás votando muchas otras…
¿Sería especialmente complicado para Iniciativa?
Nosotros nunca aceptaremos un escenario como este. Y claro que hay cálculo. No creo que sea por casualidad que el decreto de convocatoria se firme el día después de la comparecencia de Pujol. Este es uno de los motivos por los cuales marcamos distancias. Es decir, cuando podemos estar en todo aquello que expresa unidad, estamos. En todo aquello en que esta pretendida unidad se utiliza para otras cosas intentamos dar un paso atrás. Este es nuestro equilibrio, a veces se entiende y a veces no.
¿Este fue uno de los motivos para que no acudiesen a la firma del decreto?
No, el motivo básicamente fue que no compartíamos el escenario futuro. Es decir, CiU y ERC comparten muchas cosas, los escenarios de futuro y la información. Con nosotros no. Y por lo tanto, que conviertan la firma del decreto en lo que lo quieren convertir es legítimo, pero también que nosotros no participemos. Cuando además no han compartido ni el decreto ni los escenarios de futuro… Es decir, tenemos incertidumbre en torno a lo que acabará planteando el Govern en el caso que se bloquee la consulta. Como no tenemos toda la información, o la que nos llega nos genera dudas, no lo compartimos todo.
¿Iniciativa está muy presionada para que ceda a lo que ‘pide el pueblo’, que parece que ya haya votado por el sí-sí, como se pide desde algunos medios?
Hay mucha presión, pero no cederemos. Hay quien está confundiendo el derecho a decidir con la independencia. Y creo que se están equivocando. El otro día se hizo un acto con un compromiso por el derecho a decidir al que fueron novecientos y pico alcaldes, algunos independentistas y otros no. La responsabilidad del Govern y de los cargos institucionales en un acto institucional era que fuese un acto por el derecho a decidir, y en cambio al final se acabó convirtiendo en un acto por la independencia. Cuando convocamos la consulta las instituciones deben dar una imagen de neutralidad.
En el caso de que se celebrase la consulta, ¿se puede garantizar la participación de todos, y no sólo del bloque del ‘sí’? Porque a los votantes del PP y de Ciutadans no se les está movilizando por el ‘no’.
Si no queremos que sea una consulta en la que sólo se movilice el independentismo hay una garantía que se debe producir. Que la consulta debe ser convocada por las instituciones, y debe dar toda la apariencia de neutralidad. Es verdad que estamos en un escenario de bloqueo, porque hay una parte de los partidos que niegan el derecho a decidir de los catalanes. A mí me gustaría que nos acercáramos a Escocia, pero entonces necesitamos al gobierno británico. Y no lo tenemos. Aun así tenemos la responsabilidad de que la consulta se parezca el máximo a la consulta escocesa. Si no es así no nos debemos rendir, lo continuaremos planteando. Es el escenario en el que nos encontraremos uno de estos días.
Que frustrante que ERC se entienda mejor con la derecha, y además corrupta, que con la izquierda. ¿por qué nunca somos capaces de unirnos las izquierdas?
Porque la derecha tiene el poder y el dinero y para los que buscan poder por encima de todo acaba siendo más goloso criticar a la derecha a voces pero vivir a su sombra. Ahí está Podemos, «la nueva izquierda», dicen. Ahora mismo son una bomba de relojería contra la unidad de acción de la izquierda y la ciudadanía víctima de los recortes. Pero eso sí, en la Sexta, alto y claro, gritan todos los días contra «la Casta» que les hace la campaña contra la propia izquierda.