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La nueva ley amenaza con aumentar la explotación de los Parques Nacionales
El Congreso aprueba este martes la nueva norma de Parques Nacionales
MADRID // Navegación por el Parque Nacional de Monfragüe o vuelo sin motor por el de la Sierra de Guadarrama. Éstas son dos de las actividades incluidas en la Ley de Parques Naturales que el Congreso tiene previsto autorizar este martes y que han puesto en contra a las organizaciones ecologistas. Las ONG temen que las modificaciones que quiere incluir el Gobierno primen la explotación económica de estos espacios sobre la conservación, que debería de ser el “objetivo principal”, recalca Theo Oberhuber, coordinador de proyectos de Ecologistas en Acción. La nueva ley reduce el nivel de protección, con una “masificación turística” que trata estos espacios como “parques temáticos”, denuncia.
La Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso dará luz verde este martes con total seguridad al proyecto de Ley de Parques Nacionales, que continuará su tramitación parlamentaria en el Senado.
Inicialmente, las ONG pusieron el foco en que el proyecto de ley dejaba la puerta abierta a la construcción urbanística en los Parques Nacionales, tras lo cual se aceptaron algunas enmiendas.
No obstante, los grupos ecologistas alertan sobre nuevos riesgos, como la no regulación de las poblaciones animales. Esto permitirá, explica Oberhuber, que los cazadores puedan seguir cazando alegando únicamente que hay un “exceso” de ciervos o lobos. Para Ecologistas en Acción, la nueva ley debería de incluir censos cuantificables de animales para evitar las batidas sin regulación.
No obstante, el Ejecutivo asegura que el texto prohíbe la caza, la pesca y la tala comercial en estos espacios verdes y destaca la novedad de la posibilidad de intervención del Estado, coordinada con las comunidades autónomas, en caso de catástrofes o situaciones extraordinarias que pongan en peligro su riqueza natural, como los incendios forestales.
Multinacionales en los parques
Otra de las preocupaciones de las organizaciones medioambientales es que el texto “abre la puerta a que grandes empresas financien los parques”, apunta Oberhuber, que sospecha que, “si invierten dinero, algo querrán”. “¿Ponerle su nombre?”, reflexiona.
Además, a los propietarios de fincas que forman parte de los Parques Naturales se les reconocen unos privilegios especiales, por ejemplo, en la elaboración de los planes gestores. Las ONG critican que en estos procesos no se permita participar a otros actores, como los pastores que trabajan allí pero que no son propietarios de recintos.
La tramitación del texto ha contado con un dictamen negativo del Consejo de Estado, que dijo que se tendría que revisar todo el contenido de la ley. No obstante, el Gobierno ha hecho caso omiso, denuncia Oberhuber. “Es una ley que no cuenta con el consenso de los sectores… y algo han tenido que hacer mal si tanta gente está en contra de la ley”, añade, temeroso de que, como ya ocurrió con la Ley de Costas, la de Parques Naturales “empeore” durante la tramitación parlamentaria.
Lógico: Estamos sometidos a la dictadura capitalista que se alimenta y lucra de la explotación del hermano y de Madre Tierra.
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