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La famosa novela ‘Bodas de sangre’
Un lector denuncia que la Consejería de Cultura andaluza y el Ayuntamiento de Níjar (Almería) definan 'Bodas de sangre' como una novela
Por los campos de Níjar, en la provincia de Almería, se pueden encontrar paisajes que simularon ser Áqaba en la película Lawrence de Arabia, caminos descritos por Goytisolo en su maravilloso libro de viaje, alguna era como testigo de un inacabable duelo de spaghetti western o un escondido hito, oculto por la vergüenza de su historia o por el sonrojo que causa al explorador que ha logrado encontrarlo cuando lo lee. La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Níjar firman el texto del mojón en el que se desinforma sobre los acontecimientos reales que inspiraron a Federico García Lorca para escribir su obra universal Bodas de sangre.
Horas antes de celebrarse una boda en el perdido Cortijo del Fraile (perdido por su difícil localización y por la ruina en la que se encuentra actualmente gracias a la dejadez de las instituciones), la novia se escapa con su primo, dejando al prometido plantado y deshonrado. Ocurrió el 22 de julio de 1928. La precipitada e improvisada huida propició que los enamorados, no amantes, eligieran un mal camino y fueran interceptados por el hermano del humillado novio, casado a su vez con la hermana de la propia fugada.
Despechado, el cuñado mata al Paris andaluz a balazos. Su amada Helena se recluiría en un cortijo de Níjar, hasta su muerte. Tragedia andaluza en estado puro.
«Incultura, dejadez, desconocimiento, insensibilidad…»
Con el paso de los años, la tragedia es leer en el texto que señala el lugar donde ocurrió el asesinato, cómo el poeta granadino se basó en él para escribir su “famosa ‘novela’ Bodas de sangre”. Lo peor ya no es que Bodas de Sangre fuese una obra de teatro, sino que me pregunto: ¿escribió Federico alguna novela en toda su carrera o estará enterrada con él en Víznar y por eso aún no se ha encontrado?
Es una vergüenza que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Níjar hayan pasado por alto esta posible exageración mía de considerarla ignominia, pero es un reflejo más de la incultura, dejadez, desconocimiento, insensibilidad… de los representantes que cortan cintas, plantan el primer árbol, descubren placas e incluso inauguran bibliotecas con la sonrisa de foto y el ego hinchado de mediocridad.
¿A qué persona se encargó dicho texto, cómo se documentó, quién lo editó, quién lo revisó? Y lo peor, ¿alguien lo ha llegado a leer escondido junto a unas pitas agrias antes de que me llevase este disgusto hace diez días cuando disfrutaba de unas vacaciones por esas tierras?
Si Lorca volviese con su Barraca para sacar la cultura a la calle, seguramente evitaría los caminos de polvo y la llevaría por las alfombras que recorren los despachos de nuestros representantes políticos.
(…)
(Las vecinas, arrodilladas en el suelo, lloran.)
(Telón).
FIN DEL DRAMA
¡Ay! Dolor…mucho dolor por la incultura, por la ignorancia, por la época oscura de la que no sé si esta vez saldremos.
Así nos va. Nos quejamos mucho de Wert y el IVA cultural, pero el desprecio por nuestra cultura está más que generalizado.
¿Y dónde está esa placa exactamente? Porque se podría cambiar, digo yo