Las luchas sociales se integran en la ‘V’ que recorrerá hoy Barcelona

BARCELONA // 11 de septiembre, de nuevo dia D del independentismo catalán y, como en 2012 y 2013, nueva cita del soberanismo en las calles en una movilización que, según los datos del número de inscritos hechos públicos en los últimos días, mantendrá el alto nivel de participación de la masiva manifestación de 2012 en Barcelona y la cadena humana que el año pasado unió las fronteras norte y sur de Cataluña. En esta ocasión, la movilización organizada por la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, que el domingo superó el medio millón de inscritos –los que se apuntaron a la cadena humana sumaron 455.000– formará una V –de «votar», de «victoria», de «voluntad», explicaron los organizadores–, que transcurrirá por las dos grandes arterias de Barcelona, la Gran Vía y la Diagonal, con el vértice en la plaça de Les Glòries. El clamor principal será sin duda por la celebración de la consulta de autodeterminación, motivo por el cual la izquierda independentista repartirá 200.000 cartulinas con la palabra «desobediencia», con la intención de dejar claro su voluntad de seguir adelante con el referéndum a pesar de que un recurso al Tribunal Constitucional lo suspenda.

Pero en la manifestación independentista, además, confluirán esta tarde numerosas luchas sociales, repartidas por los 73 tramos en los que se ha dividido la protesta. Como el año pasado, los miembros del Procés Constituent señalarán al poder financiero. Si en 2013 fue La Caixa el objetivo de la protesta, con una cadena humana frente a la sede de la entidad financiera en la Diagonal, esta vez el foco se situará sobre el Deustche Bank, con una concentración ante la sede del banco alemán en la confluencia de la Diagonal con el Passeig de Gràcia, lugar donde se encuentra el Obelisco que el dictador Francisco Franco convirtió en un símbolo de la victoria nacional. El objetivo de esta convocatoria, señalan desde el Procés Constituent, es «mostrar un absoluto rechazo tanto ante uno de los símbolos del poder financiero internacional como del símbolo del poder que recuerda el ataque histórico contra nuestros derechos y libertades».

Las Marchas por la Dignidad también tienen previsto situarse en este extremo del Passeig de Gràcia, con representantes de las marchas de varios puntos del Estado, para reivindicar el derecho a decidir sobre el modelo de Estado y la sucesión monárquica y el de los ciudadanos de Cataluña sobre su futuro político. «Desde el Movimiento 22M – Marchas de la Dignidad – queremos manifestar nuestra profunda convicción de que si se impide el derecho a decidir de las gentes, de las mujeres, de los Pueblos… en sus espacios respectivos, se está de hecho negando las cuestiones más esenciales que configuran un sistema democrático», señalan.

En los tramos situados en la Gran Vía entre las calles Balmes y Rambla Catalunya se darán cita la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), sindicatos, ONG y otras entidades como SOS Racisme, bajo el lema Por una Cataluña social. A esta concentración se sumará también la plataforma Guanyem Barcelona. En un comunicado, la portavoz de la formación, Ada Colau, confirmó el apoyo de Guanyem a las convocatorias de la Diada y del 9 de noviembre –la fecha de la consulta– porque «el derecho a decidir es un derecho básico, porque votar es un principio democrático incuestionable y porque consultar a la ciudadanía debería ser la normalidad democrática y no una excepción». «Ahora bien, desde Guanyem Barcelona también decimos que queremos decidirlo todo», indicó Colau.

En los poco más de 11 kilómetros de recorrido de la V también tendrán su espacio el movimiento LGTB, que llama a concentrarse en la confluencia de la Gran Via con la Calle Llançà, y la Plataforma Prou Retallades –Basta de Recortes–, que trasladará su reivindicación de una Sanidad pública y de calidad ante la sede del Institut Català de la Salut. Otras de las luchas sociales que estarán presentes en la movilización son la de las organizaciones en lucha por la Educación pública, que han llamado a participar con camisetas amarillas, y los trabajadores los medios de comunicación públicos que han sido víctimas de importantes recortes –como TV3–, que lo harán con camisetas rojas.

En una rueda de prensa celebrada el pasado 4 de septiembre, representantes de la Asamblea Nacional Catalana y de Òmnium Cultural dieron la bienvenida a todas estas expresiones que añadirán reivindicaciones sociales a la movilización independentista.

Los contrarios a la independencia se trasladan a Tarragona

A más de 100 kilómetros de allí, en Tarragona, Sociedad Civil Catalana –organización contraria a la independencia– llevará a cabo una manifestación bajo el lema Recuperem el seny –recuperemos la razón–. A este acto se han sumado el PP y Ciutadans, así como Plataforma per Cataluña, y también miembros del PSC como la exministra socialista Carme Chacón, que ha confirmado su asistencia. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, afirmó que el partido no sancionará a los militantes que participen en la V de Barcelona ni en el acto de Societat Civil Catalana en Tarragona.

La protesta que ha generado más inquietud es la convocada por la ultraderecha en el barrio del Raval de la capital catalana, una zona con una alta concentración de vecinos de nacionalidad extranjera. Alianza Nacional se manifestará por sus calles a partir de las 12.00 horas de este jueves bajo el lema Catalanidad es hispanidad. El Departamento de Interior de la Generalitat acortó finalmente el recorrido de la marcha fascista pero ha sido objeto de duras críticas de organizaciones contra el fascismo y el racismo y sindicatos por autorizar la manifestación. Unitat contra el Feixisme ha convocado una movilización de 10.00 a 12.00 horas en la plaça Aurelia Capmany, también en el Raval, para decir Queremos un barrio sin nazis.