Opinión
Un día hace cien años
El pasado 28 de julio se cumplieron 100 años del comienzo de la Primera Guerra Mundial
El martes pasado, la ciudad belga de Lieja acogió una solemne ceremonia para conmemorar el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914, hace exactamente un siglo. A los actos asistieron representantes de 50 países, entre ellos 17 jefes de Estado, como los presidentes de Francia y de Alemania, el rey Felipe VI de España o el príncipe Guillermo de Inglaterra. Rusia, una de las cinco grandes potencias que protagonizaron lo que fue la primera guerra moderna de la Historia, que costó más de nueve millones de vidas, estuvo representada solo por su embajador en Bélgica. Las relaciones entre Occidente y el Kremlin están empeorando a un ritmo preocupante a raíz del conflicto en Ucrania. El miércoles, el presidente ruso Vladimir Putin reaccionó a las sanciones impuestas por la Unión Europea por su apoyo a las milicias prorrusas que luchan por la separación del este de Ucrania con la prohibición de importaciones de la UE, como productos alimenticios.
La escalada parece imparable. En Alemania estos días se ha producido una polémica por un editorial del influyente diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, en el que se recomendaba a la UE prepararse también militarmente contra la amenaza rusa. Muchos comentaristas condenaron estas palabras que consideran peligrosas e innecesarias. Por muy mal que estén las cosas en Ucrania, con el derribo, probablemente accidental, de un avión comercial de Malaysian Airlines, en Alemania y otros países de su entorno poca gente se imagina que las diferencias con Moscú puedan culminar en una confrontación bélica. Sin embargo, hay voces que aprovechan el centenario de la matanza de la Primera Guerra Mundial para recordar que también entonces existía una falsa sensación de seguridad. El ensayista alemán Florian Illies, nacido en 1971, hizo un retrato de aquella época, cuando el progreso científico, el aumento de la riqueza gracias al comercio internacional, el esplendor cultural y el modesto avance en los derechos de los trabajadores hacían impensable que el Viejo Continente pudiera sufrir otra contienda desoladora. La guerra era algo que pasaba lejos de Europa. El libro 1913; un año hace cien años fue un superventas en Alemania en 2013.
Lo que cuenta Illies ya lo describía hace más de medio siglo el gran escritor austríaco Stefan Zweig en su descorazonadora autobiografía El mundo de ayer. Resume así el ambiente político en Europa en vísperas del estallido de la guerra en 1914: “De repente, cada Estado tenía una sensación de fuerza, y se olvidó de que el otro sentía lo mismo. Cada uno quería cada vez más del otro. Y lo peor fue que nos traicionó precisamente este sentimiento que más apreciábamos: nuestro optimismo común. Porque todos creían que, en el último minuto, el otro se echaría para atrás. Así fue como los diplomáticos comenzaron su juego de echar faroles”. Zweig se quitó la vida exiliado en Brasil en 1941 en medio de otra contienda, la Segunda Guerra Mundial.
[Artículo publicado en El Heraldo de Barranquilla]