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La prensa tradicional, sierva de la monarquía
Los medios con más audiencia apenas si han informado sobre las demandas que estos días han pedido un referéndum para elegir directamente el modelo de Jefatura de Estado.
Uno de los preceptos fundamentales a la hora de tratar una información en la que existen dos posiciones enfrentadas o dos versiones sobre un hecho o circunstancia consiste en dar voz en igualdad de condiciones a ambas posiciones para que la información pueda comprenderse y carezca de sesgo.
Tras la abdicación del rey Juan Carlos de Borbón se ha instaurado en la opinión pública el lógico debate sobre el modelo de Estado y sobre la conveniencia o no de realizar un referéndum que permita a los españoles elegir entre monarquía y república, además de la necesitad de realizar un proceso constituyente. Este es un debate existente en la opinión pública, porque la opinión publicada ha burlado a la ciudadanía la existencia de esta corriente de opinión y la existencia de uno de los componentes de la cuestión sucesoria. Desde la abdicación del monarca la prensa se ha tornado monocorde, mucho más aún de lo que últimamente viene siendo. Las portadas de los diarios han llegado incluso a compartir los mismos titulares, fotografías y mensajes, sin encontrar diferencias entre los diarios monárquicos centenarios y los diarios monárquicos de la transición. La minusvaloración de la opción republicana o a favor del referéndum ha sido la tónica habitual en los medios de la Corte.
Las portadas del diario ABC y El País del día 4 de junio fueron un perfecto ejemplo de esa coordinación de la prensa. Los dos diarios monárquicos llevaron la misma portada mostrando el apoyo que la Monarquía recibirá en las Cortes. El titular de El País fue: Felipe VI será rey en quince días con el 90% de apoyo de las Cortes. Por otro lado, el diario ABC titulaba así: La Monarquía recibirá el apoyo del 90% del Congreso.
La necesidad de trasladar el mensaje de que la contestación a la monarquía es minoritaria está detrás de este tipo de mensajes. Para ello, escudarse en la legalidad y las mayorías parlamentarias funciona como elemento principal del mensaje que denosta la disensión, y niega a las corrientes de pensamiento ajenas a las urnas valor alguno en la opinión publicada para evitar que se convierta en opinión pública discursiva, que es la que tiene capacidad de influencia en política. Este tipo de mensajes no es exclusivo del momento de la abdicación. El 4 de marzo de 2012 un editorial de El País negó a los ciudadanos la posibilidad de criticar a la institución por el caso Urdangarin porque el Congreso aplaudió al rey de forma abrumadora:
‘El pasado día 27 de diciembre, en el palacio de las Cortes, una abrumadora mayoría de los diputados ovacionaba largamente al rey de España, que había acudido al Parlamento para inaugurar la X Legislatura. Aquel aplauso, que emocionó al monarca, evidenciaba el apoyo de los representantes de la soberanía nacional tanto a la figura del Rey como a la institución que encarna”.
Tras expresar el apoyo al rey, vino la negación al hecho democrático de la crítica. “Sin embargo, algunos han pretendido que la familia real se encuentra cuestionada por la opinión pública, pese a que la ovación parlamentaria así lo desmiente. Otros pretenden alimentar un debate sobre la jefatura del Estado que no es más que una contorsión intelectual y mediática que la sociedad española debe rechazar con toda contundencia’. Este editorial de El País de marzo de 2012 define lo que ha ocurrido estos días: silencio sobre el debate en torno a la Jefatura del Estado porque en opinión de los que mandan en las rotativas es una contorsión intelectual que la sociedad española debe rechazar con toda contundencia. La tutela efectiva de la plebe.
Dentro de este mensaje tutelar para la ciudadanía destaca la escasa información publicada sobre las manifestaciones que piden un referéndum. Las concentraciones del pasado sábado sólo tuvieron espacio en la portada de El Mundo, y el resto de medios escritos optó por hacerlas desaparecer y seguir con las hagiografías y mensajes cortesanos.
La cobertura que hacen los medios de las manifestaciones se resumen bien al analizar el Informe Semanal de TVE del pasado 2 de junio. Tras hacer una leve mención a las movilizaciones a favor del referéndum, el programa incluyó unas declaraciones de Fernando García de Cortázar, director de la Fundación Dos de Mayo, que las calificó como anecdóticas y que no deberían enturbiar la importancia histórica y para la democracia de la figura del rey.
Humanizar al rey
La carrera por publicar la crónica, el reportaje, el editorial o la fotografía más humana del rey durante estos días, ha cobrado una nueva dimensión de la mano de Victoria Prego en El Mundo. La cronista de la transición realiza un perfil de dolor, sufrimiento y soledad del monarca que lo dibuja como un ser doliente que ha sacrificado todo por el bien de España a costa de su felicidad personal:
“El rey está muy solo, él se ha quejado de hecho de su soledad. Es un hombre que en estos momentos despide a la audiencia de los viernes y tiene todo el fin de semana que está en la soledad más absoluta. Los puentes se le hacen larguísimos. Son muchos los días en que come solo en La Zarzuela”
TVE, la televisión de unos pocos
Un tiempo idílico. Palabras de Jesús Posadas en Informe Semanal para definir el reinado de Juan Carlos I. Así se puede definir el tono del programa que TVE dedicó a la monarquía el sábado 7 de junio. El programa informativo de TVE recuperó su antiguo horario, el de máxima audiencia, para analizar la figura del reinado de Juan Carlos I en un programa llamado Crónica de una abdicación.
Entre los entrevistados figuras como Santiago Grisolia, científico; Eduard Serra, exministro de Defensa; Fernando García de Cortázar, historiador; Jesús Posada, presidente del Congreso; Yolanda Gómez, catedrática de derecho de la UCM, y Asunción Valdés, exdirectora de comunicación de Casa Real. Todas las entrevistas emitidas enaltecen el reinado de Juan Carlos, no existe un solo corte crítico con la figura del rey Juan Carlos o el príncipe Felipe, ni tampoco sobre el concepto de monarquía, durante la hora de duración del programa.
El programa de TVE es el ejemplo audiovisual de la omisión de una de las partes de la sociedad, la que en las pasadas elecciones europeas consiguió más de 3.000.000 de votos. La parte de la sociedad que exige un proceso democrático para elegir la Jefatura de Estado. Y es que las élites que Daron Acemoglu y James A. Robinson acertaron en definir como «extractivas» se han bunkerizado para evitar que la posible desaparición de la monarquía sea el principio del fin de la pervivencia de sus privilegios.
Imágenes de la manifestación en la Puerta del Sol el sábado 7 de junio a favor de la República y pidiendo un referéndum. Desplegaron una pancarta con la portada censurada de El Jueves.
http://www.laplayademadrid.es/archives/13145
Esto viene a confirmar lo que defendemos algunos desde siempre: la prensa libre debe sustentarse sobre sus lectores; sin lectores que compren el periódico en el quiosco o sean suscriptores nunca tendremosm prensa libre. Serán los bncos, las grandes empresas, los millonarios los que «marquen» la linea editorial de cada medio. Ya lo denunció I. Ramonet tiempos atrás: el departmento de publicidd de los medios manda sobre la redacción.
Sigo El País desde su fundación y hoy, después de varios meses avergonzado, he dejado de leerlo para siempre. El trato que dan al tema de la encuesta afirmando que preferimos a Felipe que la República y mintiendo con sus propios datos es tremendo. Y la foto de la manifestación de ayer mirando a la Cibeles medio vacía cuando estaba todo lleno y la foto de Sol es impresionante MAS VERGONZOSO TODAVÍA….. Yo soy periodista y LA PRENSA ESCRITA ESPAÑOLA ES NUESTRA MAYOR VERGÜENZA NACIONAL… Menos mal que tenemos La Marea, Infolibre, Público, El Diario.es, twiter con gente que busca la verdad y tiene espíritu crítico y de contrapoder….
Tienes razón, Vicente, en diferenciar la prensa del régimen de otros medios nuevos. Te recomiendo que, además de la calidad y objetividad de la información, mires la coherencia empresarial(condiciones laborales, políticas de publicidad y la democracia interna) de los medios independientes que comentas y de otros que existen. Verás que no todos son iguales y te puedes llevar alguna desagradable sorpresa.
¡Saludos!
Vicente, tienes razón; la pregunta es quienes son los responsables de los medios que tu recomiendas? Dónde trabajaron antes y por que están ahora en esos medios en la red? Pero, surge la pregunta, hasta donde pueden llegar con su influencia en la sociedad? Los medios de donde salieron en su maioría que linea editorial están siguiendo? Esa es la clave; tenemos que leer a estos periodistas de verdad fuera de sus medios de origen. Cuando la RED sustituirá la prensa de papel?
Triste pero real.Millones de ciudadanos con un periódico en la mano en los millones de bares y restaurantes de este Pais leendo textos que coinciden en un 90% de los casos! Alienación constante y persistente de una sociedad inmadura y poco formada para el análisis y la crítica. Y asi seguimos. Por qué se sustutuyo la asignatura de «ciudadania» el las escuelas del Pais? Quien paga manda; somos un pueblo de subditos aunque en muchos casos ni lo sabemos ralmente.
Monarquia o República? DEMOCRACIA REAL, simplemente.
Estoy de acuerdo excepto en los medios que mencionas, especialmente Público, que todos sabemos de dónde viene y qué pasó. Tampoco eldiario.es se libra de la trampa de su supuesta transparencia cuando está financiado… van de pobrecitos y de izquierdas y su estrella suspira por ser Cebrián…
Por cierto,
Es interesante la encuesta que publica hoy el País sobre la preferencia de la población española por Felipe VI versus un presidente republicano.
En general, la gente mayor acentúa más una tendencia humana «conservadora» estudiada en psicología de evitar el riesgo y apostar por lo conocido.
También viene a considerar que la mayoría de la población queremos un referéndum sobre el modelo de estado, en una proporción 2 a 1.
En este contexto, las personas a favor de una mayor democracia debemos ganar la partida de la tranquilidad, más allá del de la propaganda. Debemos convencer que un cambio de régimen no supone la hecatombe. Si no, la tendencia conservadora de las personas hará que la mayoría de la población siga enamorada de sus cadenas, pese a soñar con la libertad, tal y como dijo alguien.
Os recomiendo releer o, si no lo habéis leído, el dossier del número 2 de la publicación mensual de la Marea, profético sobre la operación de mercadotecnia en el cambio de jefe de estado, así como clarificador en las tareas comerciales que realiza el más que probable próximo jefe de estado de las empresas del Ibex-35, muchas de las cuales pagan muy poquitos impuestos por elusión o evasión fiscal.